Daniel Castro Aniyar / 10 hechos incontrovertibles sobre el conflicto árabe-israelí que debes saber para defender a Israel

Mucha agua ha corrido bajo ese puente. De hecho, el conflicto alrededor de Israel, también conocido como el conflicto del Medio Oriente, es el conflicto armado más largo de la contemporaneidad, y no parece resolverse aun fácilmente. Competía en longevidad el conflicto armado con las FARC en Colombia, pero hoy solo quedan células disidentes dedicadas a la narco-producción y un poco a la política institucional. Así que el conflicto árabe-israelí ya gana por 10 años al de las FARC.

El ataque iraní ha dado la vuelta a la página, y coloca al mundo frente a un complejo abismo de destrucción, incluso nuclear. Por eso,  muchas personas que antes no se interesaban, necesitan saber qué sucede.

1. El conflicto árabe israelí no se inicia con la fundación de Israel, como se dice en medios no especializados, sino en la masacre de los judíos en Hebrón, en 1929, y en la masacre de judíos en Bagdad, en 1941. En estos dos sitios fueron prácticamente exterminados todos los judíos que allí vivían desde tiempos inmemoriales, o por las migraciones religiosas a tierra Santa. Detrás de estas masacres, sobre todo de la segunda, estaba el muftí (primer sacerdote musulmán) de Jerusalem, Al Husseini. Esto hay que verlo en contexto: el primer holocausto de la historia moderna no fue el perpetrado por los nazis contra los judíos sino por los turcos contra los armenios, llevándolos a su casi absoluto exterminio. En ese mismo tenor, los musulmanes bajo el poder turco-otomano, desearon eliminar a todas las minorías étnicas de sus territorios, incluyendo a los judíos que vivían en la colonia turca-otomana de palestina. Estos eran amplias mayorías en Hebrón, Safed y Jerusalem, ciudades históricas del misticismo judío. En las dos primeras ciudades fueron prácticamente exterminados.

2. Los judíos han vivido por milenios en esas tierras de manera ininterrumpida. Son los únicos que han gobernado esa tierra más de una vez (tres veces) y su presencia se remonta, al menos hasta el Rey Saul, por prueba arqueológica, hace cerca de 3000 años. Cuando se destruyó el segundo templo de Jerusalem, durante el imperio Romano, comenzó un amargo exilio que los distribuyó por el mundo, aunque siempre quedaron comunidades. Los romanos tenían pax romana en todo el mundo conocido y conquistado por ellos, y solo los judíos se rebelaban, por eso, mientras les vencían militarmente, cambiaron el nombre de ese territorio de Judea (Tierra de Judah) a Palestina (tierra de Filisteos, un antiguo pueblo enemigo de Israel, Roma y los antiguos Fenicios, que ya estaba extinto para la época).

3. Los judíos del mundo entendieron que siempre les perseguirían, sin importar si se asimilaban o proveían de gloria y abundancia a las naciones donde vivían (los judíos siempre fueron exitosos y prósperos, aunque era regular que les arrebataban todo, los quemaban y/o los expulsaban de pueblos, provincias y vastas regiones durante casi 2000 años en Europa, siempre con argumentos diferentes). Por ello, algunos se organizaron alrededor del Sionismo, el cual sostiene que los judíos deben tener su propio hogar nacional. No era ni es un proyecto religioso, sino nacionalista. Cuando desde 1939 Hitler casi domina el mundo y manda expresamente a exterminar a todos los judíos y “razas inferiores” de Europa, logró exterminar a más 6 millones de ellos, de la manera más brutal y fría imaginable, incluso con la mirada actual. Esto propulsó la idea sionista. Uno de los encargados de la Solución Final de Hitler era, nada menos, que el mismo Al Husseini.

4. Sin embargo, Hitler pierde la guerra. Los soviéticos y los británicos estuvieron de acuerdo con un Estado para los judíos y promovieron la creación de Israel. Palestina turca-otomana había pasado a manos británicas en la 1ra Guerra Mundial, así que los ingleses debían decidir. Decidieron que toda Palestina se dividiría en tres pedazos: un pedazo inmenso a Este del rio Jordán, que se llamó Jordania, y dos pedazos al Oeste del Jordán, uno para los árabes, que posiblemente luego se llamaría Palestina, y otro para que los judíos convivan con los árabes que se llamaría luego Israel. Este fue el primer acuerdo de paz entre judíos y árabes. A los judíos les tocaba una franja pequeña de tierra en la costa mediterránea, sin Jerusalén ni sus zonas históricas más importantes, y la totalidad del desierto del Negev, donde entonces no florecía nada. Los judíos aceptaron. Los soviéticos traicionaron a los judíos y Estados Unidos entra en el juego, porque no tenían ningún país aliado en el Medio Oriente, y entonces decidieron apoyar la creación de Israel. Naciones Unidas, respaldado por los países cristianos, apoyaron la creación de Israel y, el mismo día de su fundación, en 1948, Jordania, Líbano, Irak, Egipto y Siria declaran la guerra al naciente Estado Judio, y con ello se echa al piso el primer acuerdo de paz. Esta guerra, sorprendentemente, la gana Israel.

5. Aquí hay un capítulo central ¿Qué pasó con la población civil musulmana que vivía en la Palestina británica y ahora quedó en medio de la guerra, en Israel? Los hechos históricos son contundentes, no importa cuántas veces repitan su narrativa en medios no especializados o que no son suficientemente serios:

a) Una parte mayoritaria, cerca de 750.000 personas, vieron que la guerra podría afectarles y, dado que los líderes árabes les pidieron que se fuesen de sus casas para poder exterminar cómodamente a los judíos (las frases del generalato árabe en la radio y afiches eran “luchar hasta echar los judíos al mar” o “no quedará una sinagoga en pie”), tomaron la decisión de irse del naciente Israel, provisionalmente. Según sus relaciones familiares y cercanías, se fueron a Gaza, Cisjordania y otros países árabes como Jordania, Líbano, Siria e Irak. Esta gente esperaba que los ejércitos árabes ejecutaran su victoria sobre los judíos para volver. Los defensores de la causa de los terroristas dicen que Israel los obligó a salir masivamente por las armas y llaman a ese evento Nakba (“desastre”). Hay declaraciones de importantes líderes árabes de la época y posteriores (en sus memorias) diciendo que se fueron voluntariamente, y que haber llamado a que saliesen fue un grave error. Además, no existe documentación de ningún éxodo forzado y el ejército israelí, de cerca de 300.000 miembros, y en medio de una guerra con los árabes, sin contar con un solo cañón, jamás hubiese podido acometer una empresa tan masiva y compleja. Estas 750.000 personas, se habrían ido voluntariamente, equivocadas o no. Israel, una vez habiendo ganado la guerra, no les permitió regresar.

b) Una parte mucho más pequeña sí se fueron por las presiones de los grupos paramilitares, anteriores a la creación del ejército israelí unificado, los cuales llegaron a masacrar comunidades enteras árabes en las montañas. Esta gente sí testifica presión militar y huir de las armas israelíes.

c) La mejor evidencia de que los refugiados árabes mayoritariamente salieron voluntariamente, es que quedaron en el país 175.000 árabes que, al finalizar el conflicto, se beneficiaron del documento fundacional de Israel, el cual protege a todas las diversidades étnicas y religiosas en su suelo. Hoy son un próspero grupo, alguno de sus miembros fue presidente de la Corte Suprema, otro es general del ejército, otra es una periodista destacada (presidenciable), además de que suelen apoyar al gobierno en contra de la guerra contra los terroristas, tienen amplias libertades religiosas y culturales, tienen sus partidos políticos, y disfrutan de la única Democracia del Medio Oriente.

6. Los árabes, y luego otros países musulmanes, no dejaron de atacar a Israel. Todos contra Israel en 1967, en la Guerra de los Seis Días. Todos contra Israel en 1973, en la Guerra del Yom Kipur. Siria contra Israel en la Primera Guerra del Líbano. OLP (Organización de Liberación de Palestina) contra Israel en la Segunda Guerra del Líbano. Varias Guerras del Líbano contra Hezbollah. Varias Guerras en Gaza contra Hamas. Al menos, 3 Intifadas, las dos ultimas con armas de fuego. La reciente Guerra con Irán. Todas la Guerras se dirigieron a exterminar a los judíos, esto es, eliminar a la población civil. Ninguna de las guerras modernas de Israel ha sido iniciada por este país. Ni la de fundación, ni la de Seis Días, ni la del Yom Kipur, ni las varias del Líbano, ni las de Gaza, ni la reciente guerra que inicia Irán. La base de todas estas guerras es el deseo de desaparecer a Israel del mapa. Siendo así, la razón de ser de la estrategia militar israelí es la defensa.

7. Israel ha presentado 3 acuerdos de paz, además del acuerdo previo a la fundación de Israel, y el acuerdo mismo de fundación de Israel en convivencia con sus vecinos (suman 5 acuerdos, entre otros gestos). Israel ha demostrado que conquista territorios y los intercambia por acuerdos de paz, como los firmó con Egipto y Jordania. Israel no da tanta importancia a las tierras como a la paz. Pero los reiterados rechazos árabes a la paz muestran que ellos tampoco están buscando “recuperar territorios” ni “revertir la ocupación”, sino que usan estos acuerdos para un plan maximalista, que es el mismo del principio: destruir al Estado Judío. Y las razones son genocidas, racistas y fanático-religiosas. Aunque hay grupos moderados, que serian susceptibles de nuevos acuerdos, los mismos árabes suelen eliminarlos. También un importante pacifista israelí, Rabín, fue asesinado por un extremista judío. Por causa del deseo de exterminio, Irán no dice “Israel” sino “Entidad Sionista”, por eso las declaratorias fundacionales de Hamas y Hezbolá establecen la aniquilación de Israel hasta el día de hoy. Por eso cantan en todas partes “Desde el Rio (Jordán) hasta el mar (Mediterráneo), Palestina será libre”, esto es, la desaparición de Israel.

Por eso, cuando el 7 de octubre, Hamas entró a Israel, no recuperaron un centímetro de tierra, sino que se dedicaron orgullosamente a matar, violar, quemar bebés, secuestrar y ejecutar actos de extremo sadismo. Esta es la base de todo el conflicto.

8. Cuando los dirigentes árabe-palestinos rechazaron los acuerdos de Oslo, y llamaron a nuevas Intifadas terroristas, cuando esos dirigentes aceptaron el regalo que les dio Israel, la Franja de Gaza, como una señal de buenas intenciones de paz, pero pagaron con el aumento de graves acciones terroristas contra poblaciones judías, el primer ministro B. Netanyahu, el primer ministro que más ha durado en Israel, decidió cambiar la estrategia por una de debilitamiento al “enemigo”: acomodar decisiones judiciales en Jerusalem oriental y en las zonas bajo control israelí en Cisjordania, para favorecer la construcción de asentamientos judíos y desfavorecer la permanencia de las poblaciones árabes. Es claramente un acto de retaliación: si los árabes palestinos no quieren aceptar su propio Estado, Israel lo irá permeando lentamente hasta recolonizarlo. Por supuesto que esto crea conflictos y brotes de violencia. Para bien o para mal, esto es lo que está sucediendo.

9. Los ataques de 7 de octubre del 2023 mostraron el lado más mórbido del terrorismo contra población civil israelí. La cifra de 1300 asesinados y 149 secuestrados dicen poco del infierno sádico que vivieron esas poblaciones, que, además, eran de izquierda y de tendencia pacifista. Los judíos lo observan como lo más grave sucedido desde el Holocausto. Israel respondió con dos objetivos: recuperar a los secuestrados y destruir a Hamas, grupo terrorista responsable. Pero Hamás no repite el error de los líderes árabes que pidieron la salida de sus congéneres en la guerra de fundación en el 48, y ahora han visto que usar a la población civil como escudos humanos genera una victimización más eficiente en los medios mundiales, y hace titubear al ejército israelí, lo que les permite escapar, aprovechar los ceses al fuego, y recomponer sus fuerzas. Por eso los cuarteles militares de Hamas solo fueron más de 300 kilómetros de túneles debajo de la población civil, hospitales, escuelas y mezquitas. Desde el 2011 esto ha obligado a Israel a contener sus ataques, pero luego del 7 de octubre ha utilizado todo su aparato militar. Israel informa por volantes, teléfono y altavoces, su intención de atacar una zona con población civil y luego ataca. Lo que es lógico sucede: una altísima tasa de civiles muertos. Sin embargo es necesario apuntar: las mismas cifras manipuladas del Ministerio Islámico de Salud de Gaza (el mismo Ministerio a las órdenes de Hamas, que usa a los pacientes como escudos para sus cuarteles terroristas), que van desde 50.000 muertos, o los 1.200.000 de niños muertos de Gaza, declarados desafortunada y vergonzosamente por un presidente de Brasil, son imposibles de ser reales. No es posible contarlos, y quien los cuenta así lo hace con un claro fin político. Los medios han repetido esas cifras, quizás porque no hay otras, quizás porque son sensacionalistas, o quizás porque tienen como fin desacreditar al ejército y la legitimidad de Israel. Pero la historia dará las verdaderas cifras en su momento, con su verdadera proporción del drama.

10. Irán atacó con más de 300 misiles y 85 toneladas de explosivos, también para eliminar a Israel, el 13 de abril del 2024. Otra vez se muestra la verdadera cara del monstruo islamo-fascista, que no solo amenaza a este pequeño país de 9 millones de habitantes, sino al mundo entero. Ataca el mismo país donde cuelgan a los homosexuales, apedrean a las mujeres violadas, prohíben una mayor autoridad que la de un máximo líder religioso de palabra infalible, donde mataron a 10.000 comunistas (mientras la izquierda mundial celebra sus sangrientos éxitos), y donde se apalea a las mujeres que no usan velo. El mismo país que financia a Hezbolá, Hamas, la masacre de judíos en Buenos Aires, y sostiene al régimen chavista, a cambio de energía, lavado de activos y pasaportes. El mismo país que acelera sus facilidades nucleares para dominar con armas de destrucción masiva al Medio Oriente y, en algún momento, el mundo.

Todo se resume de manera muy simple: si se desarma Israel, ésta desaparecería. Si se desarman a sus enemigos, habría paz. Voces de moderación empiezan hoy a surgir en Egipto, Jordania y Arabia Saudita, a favor del fin de la guerra. Es una luz al final del túnel, pero aún esto no llega.

 


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