Los republicanos anunciaron el martes una investigación sobre la financiación federal de las universidades donde los estudiantes han protestado contra la guerra entre Israel y Hamás, ampliando una campaña que ha puesto un fuerte escrutinio sobre cómo han abordado los presidentes de las universidades más prestigiosas del país los informes de antisemitismo en los campus.
Varios comités de la Cámara de Representantes realizarán una amplia investigación que, en última instancia, amenaza con suspender las subvenciones federales de investigación y otros apoyos gubernamentales a las universidades, como otro punto de presión sobre los administradores de los campus que luchan por gestionar los campamentos propalestinos, las acusaciones de discriminación contra los estudiantes judíos y preguntas sobre cómo están integrando la libertad de expresión y la seguridad en el campus, según The Times of Israel.
Esta investigación sigue a varias audiencias recientes de alto perfil que precipitaron las renuncias de presidentes de la Universidad de Harvard y de Pensilvania. Y los republicanos de la Cámara prometieron mayor escrutinio, convocando a los administradores de la Universidad de Yale, UCLA y Michigan a testificar el próximo mes.
“No permitiremos que el antisemitismo prospere en los campus y responsabilizaremos a estas universidades por no proteger a los estudiantes judíos en ellos”, dijo el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, en una conferencia de prensa.
En todo el país, los manifestantes universitarios han pedido a sus instituciones que corten los vínculos financieros con Israel y han denunciado que miles de civiles en Gaza supuestamente han sido asesinados por Israel tras el mortal ataque de Hamás el 7 de octubre en el que los terroristas asesinaron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestrado 253.
Algunos organizadores se han burlado del sionismo y han pedido a Hamás que se apodere violentamente del territorio israelí. Mientras tanto, los estudiantes judíos han informado que han sido atacados y dicen que los administradores del campus no han hecho lo suficiente para protegerlos.
Tras visitar Columbia la semana pasada con otros importantes republicanos de la Cámara de Representantes, Johnson dijo que “el odio antijudío era atroz”.
Los republicanos también están abordando el tema cuando la temporada electoral está en pleno desarrollo y el liderazgo necesita una causa que los una y divida a los demócratas. La investigación de juicio político del Partido Republicano contra el presidente Joe Biden ha fracasado y la conferencia republicana está dolida por una serie de proyectos de ley importantes que dejaron a los legisladores republicanos profundamente divididos. En ocasiones, los demócratas se han peleado internamente por la guerra entre Israel y Hamás y cómo han manejado las protestas los administradores del campus.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, demócrata de Nueva York, dijo en un discurso el martes que era “inaceptable que estudiantes judíos sean atacados por ser judíos, cuando las protestas muestran abuso verbal, intimidación sistémica o glorificación del asesino y odioso Hamás o de la violencia de la organización terrorista Hamás del 7 de octubre”.
El representante Pete Aguilar, tercer demócrata de la Cámara de Representantes, dijo en conferencia de prensa el martes que era importante que las universidades “aseguren que todos tengan capacidad de protestar y hacer oír su voz, pero respetando la seguridad de los individuos”.
“Muchos de ascendencia judía no se sienten seguros, y ese es un problema real”, dijo, pero quiere permitir que los administradores universitarios actúen antes de que el Congreso intervenga.
El presidente republicano Johnson prometió utilizar “todas las herramientas disponibles” para impulsar a las universidades. A él se unieron los presidentes de seis comités con jurisdicción sobre una amplia gama de programas gubernamentales, como las subvenciones de la Fundación Nacional de Ciencias, las subvenciones para investigaciones sanitarias, las visas para estudiantes internacionales y el código fiscal para universidades sin fines de lucro.
Sin el apoyo demócrata en el Congreso dividido, no está claro qué castigos legislativos podrían implementar en la práctica los republicanos de la Cámara. Es poco probable que algún proyecto de ley de la Cámara avance en el Senado controlado por los demócratas.
Hasta ahora, las audiencias de la Cámara con rectores de universidades han producido momentos virales y han brindado a los republicanos oportunidades de alto perfil para denunciar a los campus como focos de antisemitismo. En diciembre, los presidentes de las universidades de la Ivy League [conferencia deportiva compuesta por ocho universidades privadas del nordeste de EEUU] lucharon por responder preguntas puntuales sobre si “pedir el genocidio de los judíos” violaría el código de conducta de cada universidad.
La representante Elise Stefanik, republicana de Nueva York que planteó la pregunta en la audiencia de diciembre, dijo que la audiencia del Congreso se convirtió en la más vista de la historia. También presentó la campaña contra el antisemitismo como parte de un impulso conservador más amplio contra lo que dicen que es un claro sesgo liberal en las universidades estadounidenses de élite.
“Basta ya”, dijo. “Es hora de restaurar la ley y el orden, la integridad académica y la decencia moral en las instituciones de educación superior de Estados Unidos”.
El Comité de Educación y Fuerza Laboral de la Cámara de Representantes también solicita que los administradores de las Universidades de Yale, UCLA y Michigan comparezcan en una audiencia el 23 de mayo que se centre en cómo manejaron las recientes protestas.
“Como líderes republicanos, tenemos un mensaje claro para los líderes evasivos y cobardes: el Congreso no tolerará su incumplimiento del deber para con sus estudiantes judíos”, dijo la presidenta del comité, representante de Carolina del Norte Virginia Foxx.
En una audiencia del comité a principios de mes, el presidente de la Universidad de Columbia adoptó una postura firme contra el antisemitismo. Pero al mismo tiempo, una protesta que se estaba produciendo en el campus pronto desencadenaría otras similares en todo el país. La universidad comenzó a suspender estudiantes esta semana en un intento de despejar el campamento de protesta.
La universidad también enfrenta demandas legales federales. Una demanda colectiva en nombre de estudiantes judíos alega que Columbia incumplió su contrato al no mantener un entorno de aprendizaje seguro.
Mientras tanto, un grupo legal que representa a estudiantes propalestinos insta a la oficina de derechos civiles del Departamento de Educación de Estados Unidos a investigar si el trato que Columbia dio a los estudiantes que protestaban violó la Ley de Derechos Civiles de 1964.
El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, pidió a los administradores universitarios que “se hagan cargo”.
“En el campus, protejan a los miembros de la comunidad judía. Despejen los campamentos. Dejen que los estudiantes vayan a clase y realicen sus exámenes. Y permitan que continúen las graduaciones”, dijo.
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