Nadie en Internet puede saber si usted es un perro, pero, en Facebook, los anunciantes pueden saber si es gay. Los investigadores del Instituto Max Planck para Sistemas de Software en Alemania se dieron cuenta de ello mediante la creación de seis perfiles de Facebook, todos idénticos, con la expectativa de que cuatro de dichos perfiles aparezcan como heterosexuales, mientras que los otros dos son de un homosexual y una lesbiana. Según su preferencia sexual, el equipo encontró que los anuncios presentados al usuario eran diferentes, incluso si éste no había hecho pública la información. ¿Resultado? Al “clickear” el usuario en el anuncio, el anunciante sabe que la dirección IP y el valor de la cookie que se le ha asignado se asocia con alguien que es gay, musulmán, o republicano.

Revista Ars Technica