Por Benajamín Laniado
Por Benajamín Laniado

Como resultado del desbordamiento del río Papaloapan, miles de familias que viven a las orillas del mismo se vieron afectadas.

Es por ello que grupo CADENA con la colaboración y donativos de toda la comunidad judía de México a través de sus instituciones, como son comités de damas de las comunidades, escuelas, organismos de ayuda como Naamat y Wizo, nos dimos a la tarea de instrumentar misión de ayuda.

Al estilo CADENA.

LA MISION: TLACOTALPAN Y ALVARADO, VERACRUZ.
Benjamin Laniado
Presidente de CADENA

Como resultado del desbordamiento del río Papaloapan, miles de familias que viven a las orillas del mismo se vieron afectadas de manera importante; la fuerza de la naturaleza se llevó sus casas, sus rústicos y básicos muebles, así como también devastó su cosecha familiar, convirtiendo sus hogares en lodazales.

Cadena, Misión Veracruz

Es por ello que grupo CADENA con la colaboración y donativos de toda la comunidad judía de México a través de sus instituciones, como son comités de damas de las comunidades, escuelas, organismos de ayuda como Naamat y Wizo, nos dimos a la tarea de instrumentar una misión de ayuda. Al estilo CADENA.

Salimos de la ciudad de México 34 voluntarios, staff de cadena, doctores, estudiantes de las diferentes escuelas de la red y algunos padres de familia. Muchos de los 34 era la primera vez que participaban en una misión de altruismo, asistieron al llamado sin saber que al día siguiente su cosmovisión de la vida y del mundo iba a cambiar.

Llegamos a Tlacotalpan a eso de las 4:00 AM donde ya nos esperaban soldados de la armada para escoltarnos y garantizar la seguridad.

La misión consistió en embarcar las decenas de toneladas juntadas por la comunidad y colocarlas en lanchas de la marina y pangas (lanchitas pequeñas) de los pescadores del lugar para ir río abajo (Papaloapan) y entregar la ayuda humanitaria casa por casa, familia por familia, que viven a las orillas del río.

Así como también establecer un tianguis de ayuda del otro lado del río donde muchas comunidades lejanas ya habían sido citadas con antelación para que converjan en el lugar establecido, aprovechamos para instalar la clínica médica y dar consultas.

El día que comenzó en la noche anterior se pasó rápido y se aprovechó al máximo; todos y cada uno de los voluntarios trabajaron sin descansar, contentos de ver el rostro de la gente, contentos de brindar felicidad y bienestar.

El grupo CADENA estamos convencidos que esa satisfacción de pronto se convierte en la única buena adicción que es “ayudar”.

Al ponerse el bello sol en Tlacotalpan, el acopio se había terminado, las lanchas poco a poco se fueron vaciando, el tianguis desapareció, por no quedar más nada que regalar. El equipo de ayuda terrestre regreso de las rancherías con el camión vacío también.

Ese momento es el que más nos gusta, donde las reflexiones se dejan escuchar y es cuando uno interioriza lo que significa sacrificar de lo tuyo en bienestar del prójimo. Cuando los músculos duelen hace hambre, sueño, pero el corazón calla a los sentidos y les dice “no se quejen, pues, yo me siento mejor que nunca…”

Nuestra tradición judía nos brinda muchas conmemoraciones al año que son de un día, dos o hasta 7, donde se nos inyecta una gran variedad de valores y virtudes como son: la alegría, la libertad, el perdón, la autorrenovación, el heroísmo, etc.

Estas fechas en el calendario buscan impregnar la suficiente dosis de la virtud en cuestión para que cada judío se lleve consigo todo el año. De esa misma manera funciona una misión de altruismo, la intensidad, el esfuerzo y el encuentro cara a cara con el necesitado es de tal magnitud que es imposible que una persona regrese sin un cambio de “software” y lo que construye en el interior de cada uno y uno es un altruista de tiempo completo en todos los rubros de la vida cotidiana.

Eso sucede a nivel individual, a nivel nacional, como comunidad y nación, como pueblo de Israel, podemos aplicar en lo más pleno la razón del pacto entre Ds e Israel. “y se bendecirán por medio de ti todas las familias de la tierra”. La comunidad judía no solamente manifiesta su solidaridad con solo mandar el acopio, sino que la entrega familia por familia, casa por casa, niño por niño, imitando así el comportamiento de Ds mismo para con la creación.

De esa manera representamos a Ds mismo en la tierra y contribuimos a crear un circulo virtuoso (una cadena) de bendiciones que producen bienestar a quien da y a quien recibe, como está escrito “el que te bendiga será bendecido”. Todas estas ideas tan trascendentes tuvimos el privilegio de constatar en persona, en varias de las casas a la orilla del río escuchamos que las madres decían: “que su Ds los bendiga por venir hasta acá, tan lejos y que nos bendiga a nosotros también, gracias por todo lo que hacen por nosotros”.

APOYANDO A NUESTRO MÉXICO
Daniel Gonikman, 3º CCH.
Nuevo Colegio Israelita I. L. Peretz. (La Naye)

El fin de semana del 22 de Octubre, tuve el privilegio de formar parte de la misión del grupo CADENA para entregar ayuda a los damnificados por las inundaciones en Veracruz, pero no quiero entrar en detalles aburridos sobre el viaje (no creo que les importe cuántas cajas cargué el domingo y francamente no las conté, así que igual no les diría), más bien quiero hablarles sobre la oportunidad que pocas veces aprovechamos de ayudar a los que lo necesitan, y también de convivir y representar tanto a nuestra escuela como a nuestra comunidad.

Cadena, Veracruz Octubre 2010

A veces pienso que es increíble lo mucho que nos gusta y estamos acostumbrados a recibir, no necesariamente algo grande o significativo, y lo poco que damos a cambio Sin embargo, como experiencia personal, la satisfacción de dar, de hacer algo para que la vida de alguien sea mejor, por más insignificante que sea ese cambio, no se compara en nada con el recibir.

Haber ido a Veracruz es una de las experiencias más grandes de mi vida. La sensación de repartirle las cosas a la gente, el trabajo en equipo y la convivencia entre el grupo; el orgullo que sentí cuando un señor nos preguntó de dónde éramos y qué hacíamos. Al responder que éramos de la comunidad judía de México y que estábamos entregando víveres y despensas a los damnificados, el respondió: “Qué bueno que están ayudando, son un ejemplo a seguir. Puedo decir, que contrario a lo que muchas veces opina la gente, en ese lugar pusimos el nombre del pueblo judío muy en alto.

Espero ver que este tipo de cosas vayan creciendo y esto sea algo en lo que todos tengamos la oportunidad de participar, porque algo es seguro; nunca me voy a arrepentir y nunca se me va a olvidar la increíble experiencia que fue ir a Veracruz. Ojalá que se pueda repetir!!!.

AYUDANDO A VERACRUZ
Por July Abadi, 6º de preparatoria
Colegio Yavne

Después de un largo viaje llegamos a Veracruz a entregar la ayuda. Me llamó la atención cómo las mismas personas damnificadas se involucraron y participaron en la ayuda para su comunidad, arriesgándose de que a ellos no les tocara
alimento o vestimenta.

Era realmente impresionante ver cómo la gente llegaba a las consultas médicas con padecimientos tan diversos: ronchas en la piel, infecciones de garganta y oídos, entre otros, esto es muy común cuando desastres naturales como este.

Estar ahí me hizo reflexionar mucho y apreciar las cosas que tengo, ver su alegría al recibir la ayuda fue muy emotivo. No sólo les llevamos cosas materiales, también les regalamos una sonrisa y dimos nuestro mejor esfuerzo.

Creo que es bueno ayudar a la gente siempre que podamos, porque no sabemos cuándo vamos a necesitar esa ayuda de vuelta.

 Como resultado del desbordamiento del río Papaloapan, miles de familias que viven a las orillas del mismo se vieron afectadas.
Es por ello que grupo CADENA con la colaboración y donativos de toda la comunidad judía de México a través de sus instituciones, como son comités de damas de las comunidades, escuelas, organismos de ayuda como Naamat y Wizo, nos dimos a la tarea de instrumentar misión de ayuda.

Al estilo CADENA.

LA MISION: TLACOTALPAN Y ALVARADO, VERACRUZ.
Benjamin Laniado
Presidente de CADENA

Como resultado del desbordamiento del río Papaloapan, miles de familias que viven a las orillas del mismo se vieron afectadas de manera importante; la fuerza de la naturaleza se llevó sus casas, sus rústicos y básicos muebles, así como también devastó su cosecha familiar, convirtiendo sus hogares en lodazales.

Cadena, Misión Veracruz

Es por ello que grupo CADENA con la colaboración y donativos de toda la comunidad judía de México a través de sus instituciones, como son comités de damas de las comunidades, escuelas, organismos de ayuda como Naamat y Wizo, nos dimos a la tarea de instrumentar una misión de ayuda. Al estilo CADENA.

Salimos de la ciudad de México 34 voluntarios, staff de cadena, doctores, estudiantes de las diferentes escuelas de la red y algunos padres de familia. Muchos de los 34 era la primera vez que participaban en una misión de altruismo, asistieron al llamado sin saber que al día siguiente su cosmovisión de la vida y del mundo iba a cambiar.

Llegamos a Tlacotalpan a eso de las 4:00 AM donde ya nos esperaban soldados de la armada para escoltarnos y garantizar la seguridad.

La misión consistió en embarcar las decenas de toneladas juntadas por la comunidad y colocarlas en lanchas de la marina y pangas (lanchitas pequeñas) de los pescadores del lugar para ir río abajo (Papaloapan) y entregar la ayuda humanitaria casa por casa, familia por familia, que viven a las orillas del río.

Así como también establecer un tianguis de ayuda del otro lado del río donde muchas comunidades lejanas ya habían sido citadas con antelación para que converjan en el lugar establecido, aprovechamos para instalar la clínica médica y dar consultas.

El día que comenzó en la noche anterior se pasó rápido y se aprovechó al máximo; todos y cada uno de los voluntarios trabajaron sin descansar, contentos de ver el rostro de la gente, contentos de brindar felicidad y bienestar.

El grupo CADENA estamos convencidos que esa satisfacción de pronto se convierte en la única buena adicción que es “ayudar”.

Al ponerse el bello sol en Tlacotalpan, el acopio se había terminado, las lanchas poco a poco se fueron vaciando, el tianguis desapareció, por no quedar más nada que regalar. El equipo de ayuda terrestre regreso de las rancherías con el camión vacío también.

Ese momento es el que más nos gusta, donde las reflexiones se dejan escuchar y es cuando uno interioriza lo que significa sacrificar de lo tuyo en bienestar del prójimo. Cuando los músculos duelen hace hambre, sueño, pero el corazón calla a los sentidos y les dice “no se quejen, pues, yo me siento mejor que nunca…”

Nuestra tradición judía nos brinda muchas conmemoraciones al año que son de un día, dos o hasta 7, donde se nos inyecta una gran variedad de valores y virtudes como son: la alegría, la libertad, el perdón, la autorrenovación, el heroísmo, etc.

Estas fechas en el calendario buscan impregnar la suficiente dosis de la virtud en cuestión para que cada judío se lleve consigo todo el año. De esa misma manera funciona una misión de altruismo, la intensidad, el esfuerzo y el encuentro cara a cara con el necesitado es de tal magnitud que es imposible que una persona regrese sin un cambio de “software” y lo que construye en el interior de cada uno y uno es un altruista de tiempo completo en todos los rubros de la vida cotidiana.

Eso sucede a nivel individual, a nivel nacional, como comunidad y nación, como pueblo de Israel, podemos aplicar en lo más pleno la razón del pacto entre Ds e Israel. “y se bendecirán por medio de ti todas las familias de la tierra”. La comunidad judía no solamente manifiesta su solidaridad con solo mandar el acopio, sino que la entrega familia por familia, casa por casa, niño por niño, imitando así el comportamiento de Ds mismo para con la creación.

De esa manera representamos a Ds mismo en la tierra y contribuimos a crear un circulo virtuoso (una cadena) de bendiciones que producen bienestar a quien da y a quien recibe, como está escrito “el que te bendiga será bendecido”. Todas estas ideas tan trascendentes tuvimos el privilegio de constatar en persona, en varias de las casas a la orilla del río escuchamos que las madres decían: “que su Ds los bendiga por venir hasta acá, tan lejos y que nos bendiga a nosotros también, gracias por todo lo que hacen por nosotros”.

APOYANDO A NUESTRO MÉXICO
Daniel Gonikman, 3º CCH.
Nuevo Colegio Israelita I. L. Peretz. (La Naye)

El fin de semana del 22 de Octubre, tuve el privilegio de formar parte de la misión del grupo CADENA para entregar ayuda a los damnificados por las inundaciones en Veracruz, pero no quiero entrar en detalles aburridos sobre el viaje (no creo que les importe cuántas cajas cargué el domingo y francamente no las conté, así que igual no les diría), más bien quiero hablarles sobre la oportunidad que pocas veces aprovechamos de ayudar a los que lo necesitan, y también de convivir y representar tanto a nuestra escuela como a nuestra comunidad.

Cadena, Veracruz Octubre 2010

A veces pienso que es increíble lo mucho que nos gusta y estamos acostumbrados a recibir, no necesariamente algo grande o significativo, y lo poco que damos a cambio Sin embargo, como experiencia personal, la satisfacción de dar, de hacer algo para que la vida de alguien sea mejor, por más insignificante que sea ese cambio, no se compara en nada con el recibir.

Haber ido a Veracruz es una de las experiencias más grandes de mi vida. La sensación de repartirle las cosas a la gente, el trabajo en equipo y la convivencia entre el grupo; el orgullo que sentí cuando un señor nos preguntó de dónde éramos y qué hacíamos. Al responder que éramos de la comunidad judía de México y que estábamos entregando víveres y despensas a los damnificados, el respondió: “Qué bueno que están ayudando, son un ejemplo a seguir. Puedo decir, que contrario a lo que muchas veces opina la gente, en ese lugar pusimos el nombre del pueblo judío muy en alto.

Espero ver que este tipo de cosas vayan creciendo y esto sea algo en lo que todos tengamos la oportunidad de participar, porque algo es seguro; nunca me voy a arrepentir y nunca se me va a olvidar la increíble experiencia que fue ir a Veracruz. Ojalá que se pueda repetir!!!.

AYUDANDO A VERACRUZ
Por July Abadi, 6º de preparatoria
Colegio Yavne

Después de un largo viaje llegamos a Veracruz a entregar la ayuda. Me llamó la atención cómo las mismas personas damnificadas se involucraron y participaron en la ayuda para su comunidad, arriesgándose de que a ellos no les tocara
alimento o vestimenta.

Era realmente impresionante ver cómo la gente llegaba a las consultas médicas con padecimientos tan diversos: ronchas en la piel, infecciones de garganta y oídos, entre otros, esto es muy común cuando desastres naturales como este.

Estar ahí me hizo reflexionar mucho y apreciar las cosas que tengo, ver su alegría al recibir la ayuda fue muy emotivo. No sólo les llevamos cosas materiales, también les regalamos una sonrisa y dimos nuestro mejor esfuerzo.

Creo que es bueno ayudar a la gente siempre que podamos, porque no sabemos cuándo vamos a necesitar esa ayuda de vuelta.