1) La Comunidad Judía de Chile siempre ha apoyado una resolución pacífica al conflicto Palestino- Israelí, en base a dos estados que vivan uno junto al otro en paz y seguridad con fronteras definidas en el marco de las negociaciones del proceso de paz.

2) En Chile tanto la comunidad judía como la comunidad palestina juegan un papel relevante, y cualquier hecho que altere el actual status de forma unilateral, repercute en las percepciones locales sobre la situación en Medio Oriente. Siempre hemos abogado porque Chile no importe el conflicto y por el contrario exporte nuestra tradicional buena convivencia.

3) El reconocimiento unilateral no contribuye a quienes abogamos por una solución pacifica al conflicto. Por el contrario estimula la amenaza de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de declarar unilateralmente un estado, acción que cerraría las negociaciones poniendo de hecho fin al proceso de paz. Ello podría iniciar un nuevo ciclo de violencia, con serias implicancias regionales, algo que estamos seguros Chile y el mundo civilizado obviamente no desean.

4) El reconocimiento unilateral de un Estado Palestino, fuera del marco de las negociaciones directas entre las partes, es un curso de acción que creemos imprudente y contraproducente.

5) Ello es además manifiestamente contrario a los intereses de nuestro propio país.

Es contrario porque importa innecesariamente el conflicto del medio oriente a Chile, y es contrario pues privilegia el principio del “unilateralismo” en las relaciones internacionales por sobre el multilateralismo y la solución de controversias dentro de los marcos del derecho internacional, que es precisamente la posición de Chile

Tanto en su conflicto respecto de la mediterraneidad boliviana como en el conflicto limítrofe con Perú que actualmente conoce la Corte Internacional de La Haya.

6) Así las cosas, un pronunciamiento unilateral de reconocimiento como el que se pretende ya sea de nuestro gobierno o de nuestro Congreso Nacional, (Cámara de Diputados o Senado) por la vía de un acuerdo o sesión especial convocada al efecto, deteriora la posición internacional de Chile de manera inevitable.

7) En efecto, dicha medida implicaría desconocer los tratados suscritos en Oslo que permitieron precisamente la creación de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Si se desconoce la intangibilidad de los tratados internacionales, en el caso de Chile ello repercutirá en relación con los tratados de límites suscritos con Perú en los años 50, abriendo espacio para el debate respecto de su alcance como precisamente pretende el gobierno peruano.

8) Así la decisión no es innocua para Chile, debiendo primar los intereses de nuestro país y la consistencia de su política exterior por sobre las presiones e intereses de quienes desean importar a Chile un conflicto propio del Medio Oriente y que solo están llamado a resolver palestinos e israelíes en el marco de un proceso de negociación directa, tal como Chile desea resolver el problema de la mediterraneidad boliviana.

9) La Comunidad Judía de Chile confía en que Chile actuará con prudencia y contribuirá a facilitar el avance del proceso de paz, en lugar de sumarse a posiciones extremas que buscan soluciones radicales y unilaterales. Creemos firmemente que la única forma aceptable para resolver este largo y doloroso conflicto es a través de conversaciones directas de las partes por lo que hacemos un llamado a todas las personas de buena voluntad a apoyar dicho camino y a recabar de la Autoridad Nacional Palestina su inmediato regreso al proceso de paz que abandono el 26 de Septiembre pasado.