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La doctora mexicana Silvia Hamui Sutton presentó hoy su libro “El sentido oculto de las palabras en los testimonios inquisitoriales de las Rivera: judaizantes de la Nueva España”, en el que realiza un nuevo macroproyecto de ciencias sociales y humanidades, dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Durante la presentación en la Facultad de Filosofía y Letras, la doctora Margit Frenk señaló que este libro ofrece una presentación de los conversos judaizantes de la Nueva España, a través de datos, nombres, fechas, testimonios y acontecimientos históricos que dan nueva luz al tema.
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Explicó que la primera parte del título, en términos generales y la segunda, de manera más particular, se refiere a una familia en concreto, la de las Rivera, judaizantes, quienes vivieron un sinnúmero de vicisitudes en la Nueva España.
Explicó la especialista nacida en Alemania y avecindada en México desde su más tierna infancia, que los judíos que no se fueron y se quedaron en la Nueva España, se hicieron conversos y fervientes cristianos, “pero no por eso fueron bien vistos por la sociedad local”, advirtió Frenk.
La investigadora y maestra en la Facultad de Filosofía y Letras, y autora de 21 libros publicados, puso de relieve que “quienes se consideraron cristianos viejos, maltrataban a los nuevos, aunque hubo conversos que clandestinamente seguían en la práctica de sus rituales antepasados”.
Al abundar en el tema, subrayó que los judaizantes se asociaban en pequeños y medianos grupos formando comunidades significativas, quienes velaban por la permanencia de su fe y el sostenimiento de su identidad ancestral.
En 1580, dijo, los conversos se unieron a judíos establecidos en algunas áreas del Medio Oriente y no pocos grupos de ellos se trasladaron a algunos países de Europa, como Holanda. En la Nueva España durante las reuniones incluso de formalizaban matrimonios de conversos.
En el libro, la autora menciona que la mayoría de los exiliados judaizantes que llegaron a la Nueva España entre 1610 y 1620 eran de origen portugués, pues al unirse los territorios de Portugal y España, se implementaron las mismas leyes de rechazo que ejecutaran los Reyes Católicos.
“La familia Rivera desembarcó en el puerto de Veracruz en 1621, integrándose a las dinámicas sociales de la seudo comunidad conversa. Compartían rituales y costumbres propias de la colectividad, aunque no eran miembros sobresalientes del grupo’, agregó.
En otra parte de su estudio, Hamui Sutton explica al lector que los testimonios de las Rivera abren el panorama de la cosmovisión de los criptojudíos. Pero percibida desde el plano individual y familiar, a partir de la palabra diferida de cada una de ellas, desde las que se rescatan las problemáticas tanto ideológicas como existenciales a las que se enfrentaban en las cárceles secretas del Santo Oficio.
Es decir, “la confusión de identidad, el rechazo de lo propio par asumir lo ajeno, la revaloración y reestructuración de sus formas de conducta, el encubrimiento y apariencia, la desconfianza y el repudio en torno a sus semejantes, etcétera, etcétera, etcétera”, destacó la autora.
