LEÓN OPALÍN CHELMINSKA (APEIM)

El hecho de que el Presidente de España,  José Luis Rodríguez Zapatero, sólo se entrevistara diez minutos con el Papa Benedicto XVI en el aeropuerto de Barajas en noviembre pasado en la visita de este último a España, mostró el desprecio y falta de  respeto del Jefe del Estado español hacia un representante de Estado y líder del catolicismo, religión que profesa la mayor parte de los españoles. Asimismo, la permisibilidad de las autoridades españolas, a grupos lésbicos-gays para que tuvieran actitudes de escarnio hacia el pontífice, no concuerda con la libertad de expresión que supuestamente existe en ese país. El conflicto entre el Vaticano y el gobierno español porque este último con anuencia del Parlamento autorizó las bodas lésbico-gays y la posibilidad de que estos grupos adopten niños, no debería llevarse al plano de las relaciones internacionales por parte de diferentes funcionarios españoles.

Por otra parte, el creciente antisemitismo que se manifiesta en la población española, y particularmente por Rodríguez Zapatero, revela el resurgimiento de viejos prejuicios que datan de la Edad Media en España, sólo que en el presente se disfrazan de una actitud antiisraelí en defensa de los derechos de los palestinos. Un ejemplo que ilustra esta situación es el reciente reclamo de “Bertha”, una venezolana de origen que radica en Jerusalén que quizo contratar un curso de redacción de la Organización Escritores (España) la cual amablemente la rechazó porque “al igual que otros muchos centros de España y Europa, mantienen un boicot hacia Israel por las políticas de su gobierno”; resulta inusitada la actitud racista de esta organización en pleno siglo XXI.

“Bertha” recibió un fuerte impacto por la irracional respuesta de Organización Escritores y contestó a ésta última haciéndole notar que “era una pena recibir una respuesta que personas que no tenemos absolutamente nada que ver con el conflicto bélico palestino-israelí, nos veamos afectados, igualmente como lo fueron muchos ciudadanos españoles por los atentados terroristas del 11 de marzo de 2005”; agrega que, si bien vive en Israel, también es venezolana y se pregunta ¿que no se podría imaginar que los países latinoamericanos hicieran un boicot a España “por el saqueo y abusos que cometieron hace 500 años los conquistadores contra los aborígenes y por el robo de los tesoros locales”?

Los reclamos de los amigos de “Bertha” a la Organización Escritores se han multiplicado; le han manifestado su incoherente posición contra el boicot que mantienen hacia Israel y no contra Egipto que tiene cerradas sus fronteras a los palestinos en la Franja de Gaza o contra Jordania que en toda su historia ha matado más palestinos que Israel. También se preguntan ¿porqué Organización Escritores no ha establecido un boicot contra Turquía, donde su gobierno viola sistemáticamente los derecho humanos de los kurdos?. En este contexto, sobresalen las críticas de Sebastián Kozucti (SK) de origen argentino, quien cuestiona a Organización Escritores por no haber boicoteado a China “que domina y presiona a diversas minorías y naciones en su territorio, casos notorios con el Tíbet y los Uygh”. Igualmente, pregunta ¿porqué Organización Escritores no ha expresado su repudio  a Venezuela, donde el régimen del presidente Hugo Chávez está apoyando activamente a las FARC, grupo terrorista que actúa violentamente en Colombia?. SK plantea  a Organización Escritores ¿cuál es su posición frente a EUA, Inglaterra y sus aliados por su participación en las invasiones de Irak e Irán y en relación a las víctimas por el genocidio perpetrado en Sudán; los 300 mil civiles fallecidos en Darfur, en Yugoslavia 140 mil entre serbios, croatas y demás; en Rwanda 800 mil muertos tutsis; en Camboya 2 millones asesinados por la represión política de los Jemeres Rojos; en Guatemala 200 mil muertos en la Guerra Civil y en el Congo 4 millones?. SK señala ¿qué acaso la Organización Escritores tiene la autoridad para elegir a dedo qué muertos deben ser defendidos y cuáles no?.  SK concluye que el cree que Organización Escritores odia más a Israel que lo que aprecia a los palestinos y su boicot hacia los israelíes, únicamente por ser ciudadanos de Israel, es una muestra de incoherencia.

Organización Escritores tiene una visión corta y distorsionada de la relación entre israelíes y palestinos; el diagnóstico de la misma, de acuerdo a la Universidad de Prager de EUA es muy sencillo: Israel quiere el reconocimiento de los palestinos y otras naciones árabes a su existencia al lado de un Estado palestino. El problema es que la gran mayoría de los palestinos no lo acepta. “Si Israel depusiera las armas, de inmediato los palestinos y otras naciones árabes lo atacarían para destruirlo, no ven justificación a su existencia. Si los palestinos y sus aliados depusieran las armas habría, paz”.