REFORMA  

NYT y agencias

Decenas de miles de manifestantes se lanzaron ayer a las calles de Yemen para pedir la renuncia del Presidente Ali Abdalá Saleh, quien lleva casi 32 años en el poder, en una protesta inspirada por la revuelta popular que derrocó al Gobierno de Túnez.

Yemen se suma así a Egipto, otro país de Medio Oriente que, siguiendo el ejemplo tunecino, enfrenta protestas multitudinarias con exigencias de cambios en su Gobierno.

Las manifestaciones son una amenaza a la estabilidad del Estado árabe más pobre, que se ha convertido en un refugio para extremistas de Al-Qaeda.

“Si el partido (gobernante) no responde a nuestras demandas, vamos a escalar esto hasta que caiga el Presidente, tal como ocurrió en Túnez”, señaló el manifestante Ayub Hassan en la Universidad de Sanaa.

El Gobierno de Saleh, un aliado clave de Estados Unidos en la guerra contra el brazo yemení de Al-Qaeda, es aquejado por la corrupción y tiene poco control fuera de la capital. Además, su principal fuente de ingresos, el petróleo, podría acabarse en una década.

Miembros de la Oposición y jóvenes activistas encabezaron protestas en cuatro zonas de Sanaa, mientras que la Policía dispersó por la fuerza a los manifestantes en las provincias sureñas de Dali y Shabwa.

En la región de al-Hudaydah, un reducto de Al-Qaeda junto al mar Rojo, miles salieron a las calles, mientras que en el puerto sureño de Adén, un desempleado de 28 años se prendió fuego como protesta y debió ser hospitalizado en condición crítica.

Actos similares de inmolación ocurrieron en diferentes países árabes en las últimas semanas, inspirados por uno que inició las revueltas de Túnez.

Las protestas se calmaron al anochecer, pero sus organizadores dijeron que hoy habría más.

Luego de la revuelta tunecina que el 14 de enero terminó con el derrocamiento del Presidente Zine el Abidine Ben Ali tras 23 años en el poder, Saleh, de 68 años, intentó aflojar las tensiones en su país al ordenar una reducción de los impuestos y mayor control de los precios de los alimentos.

También aumentó el sueldo de los militares y desplegó nuevas fuerzas de seguridad en la capital y sus suburbios.

Las protestas en Yemen ocurren mientras en Egipto suman tres días de enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad.

Para hoy se espera una nueva manifestación contra el régimen del Presidente Hosni Mubarak, otro importante aliado de Estados Unidos en la región, quien lleva 30 años en el poder.

El opositor y Premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei llegó ayer al país para sumarse a las protestas, que han dejado siete muertos y mil personas detenidas desde el martes.

“Es un momento crítico en la historia de Egipto. He venido aquí para participar con el pueblo egipcio (en las manifestaciones)”, declaró ElBaradei, ex jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), quien se dijo dispuesto a dirigir una transición pacífica si el pueblo se lo pide.

En tanto, la primera fuerza de Oposición en Egipto, los Hermanos Musulmanes, anunció ayer su participación en las manifestaciones programadas para hoy, luego de haber evitado tomar posición en días pasados. Anoche se reportó que 20 miembros del grupo habían sido detenidos.

Hasta ahora, las protestas en Egipto han sido promovidas por los jóvenes, apoyados en internet y las redes sociales.