Atención:
Lic. Samuel Geller, Presidente del Consejo Directivo
Lic. Daniel Dorenbaum, Presidente del Comité Ejecutivo
Miembros de nuestra Comunidad

Estimados Sres.:

Permítanme distraer su atención en su difícil trabajo como dirigentes de la Comunidad, para presentarles la siguiente reflexión.

El día de hoy al recibir el boletín electrónico de la Comunidad me percaté que junto con el anuncio donde se difunde el concierto del Sr. Dudu Fisher y muchos otros importantes anuncios publicitando otras actividades culturales y sociales, venía también el triste anuncio del cierre definitivo del Nuevo Colegio Israelita.

Está de más expresarles el sentimiento que experimenté en ese momento, una mezcla de enojo, tristeza, frustración y mucha preocupación.

Conocedor de la historia de otras comunidades hermanas en el mundo, vino a mi mente el título del libro Crónica de una muerte anunciada.

Primero quisiera aclarar que respeto, valoro y reconozco enormemente el trabajo y esfuerzo realizado por muchos de nuestros correligionarios, entre ellos, el Sr. Eduardo Margolis y el Lic. Samuel Geller, además de muchos otros, para lograr la renovación de este colegio, el cual no es un colegio más de la red educativa judía, si no que es un símbolo de nuestra lucha por subsistir y crecer en un mundo cada vez mas globalizado y asimilado manteniendo nuestra esencia como judíos ashkenazim, orgullosos de nuestras raíces, religión, cultura, creencias, tradiciones, valores y futuro en común.

Estoy convencido de que ustedes realizan un gran esfuerzo en la conducción de esta nuestra comunidad y por supuesto estoy seguro que dedican mucho de su tiempo para definir el camino por el cual debemos transitar, por lo tanto me imagino que comparten conmigo este sentimiento de frustración.

Estoy seguro también de que el objetivo de ustedes es hacer crecer, construir y fortificar a nuestra comunidad y no la de avisarnos el cierre de un icono de ella. También me queda claro, por experiencia personal, lo difícil y frustrante que puede ser esta misión en un entorno de creciente apatía por parte de muchos de nosotros, así como de crecientes problemas económicos y de otra índole.

Como líderes en turno de nuestra Comunidad, quisiera estar seguro que han agotado todos sus recursos no solo para no cerrar este colegio, sino también para hacerlo crecer, así como al resto de nuestros colegios que no están muy lejos de dicha situación. Y si fuera este el caso, quisiera estar seguro que también han agotado la posibilidad de recurrir a otras personas o instancias conocedoras del tema en búsqueda de posibles soluciones.

Es precisamente en momentos de crisis que se pone a prueba nuestra fortaleza, visión y liderazgo comunitario.

Estoy convencido que aún hay mucho que podemos hacer antes de resignarnos y levantar las manos. Es por eso que como miembro de esta Comunidad los invito a asumir totalmente su responsabilidad y no afrontar este problema (reto) como un anuncio (hecho) más, sino encontrar una alternativa que nos permita salir de él más fuertes que antes.

Quiero pensar que no soy el único que piensa de esta manera y por lo tanto no soy el único que está dispuesto a unirme en sus esfuerzos.

Atte.

Isaac Fridman