Juntos venceremos
viernes 26 de julio de 2024

Si te perdiste la clase del rabino AMRAM ANIDJAR, Enlace Judío lo trae para ti cada semana en su versión podcast.
Fecha: 1er de Febrero de 2011.

[audio:https://enlacejudio.com/images/podcast/platica_ja_jam.mp3|titles=PODCAST: Tu Carta Astral / Rabino Amram Anidjar]

COLEGIO HEBREO MAGUÉN DAVID

En el marco del Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto, se inauguró en el Colegio Hebreo Maguen David el 14° Museo y Centro de Estudios del Holocausto “Un día en el gueto de Varsovia” preparado por nuestros alumnos de 2° de CCH, quienes también realizaron una ceremonia en la que representaron el recorrido desde la deportación de los judíos hasta la marcha de la muerte. La Directora General de nuestro Colegio, Dra. Lila Pinto, dirigió unas emotivas palabras:

“Shema Israel Hashem Elhoeinu, Hashem Ejad” “Escucha oh Israel, Hashem es nuestro D-s, Hashem es único” Ésta es una de las frases más significativas de la fe, la tradición y la cultura del pueblo judío. La pronunciamos en nuestras plegarias, en la expresión y re-afirmación cotidiana de una identidad comunitaria que se renueva de generación en generación.

Es curioso que esta frase, pronunciada en voz alta como acto público de compromiso entre nuestro pueblo y D-s, comience solicitándonos que “escuchemos”. ¿Qué es lo que tenemos que escuchar? ¿Por qué escuchar y no “expresar” o “pronunciar” esta afirmación de fe en un solo y único D-s?

Acabamos de evocar y recordar los terribles acontecimientos del Holocausto a través de las voces de algunos sobrevivientes y testigos de los crímenes cometidos contra la dignidad humana. Es por estos testimonios que recuperamos la voz de millones de silenciados, de los que no pudieron expresarse porque no tuvieron otros dispuestos a escucharlos. En este sencillo pero profundo acto de leer y escuchar estos relatos del horror estamos asumiendo uno de los compromisos más significativos de nuestra tradición: escuchar, escuchar como pueblo y como sujetos comprometidos con la verdad y la justicia.

Debemos escuchar y darle voz a las injusticias sociales de las que somos testigos cotidianamente, debemos escuchar y darle voz a las millones de personas que hoy como ayer son víctimas de crueldad, discriminación y maltrato. Debemos atrevernos a escuchar las verdades incómodas que ponen al descubierto las heridas de un mundo y una sociedad que necesita cuidado, atención y gente comprometida con el bienestar y la justicia para todos.

Entonces… ¿por qué “Shema Israel…” “Escucha Israel…”?  Porque estamos siendo interpelados para asumir la ineludible responsabilidad de escuchar y dar voz a las verdades que deben ser dichas y escuchadas.

Escuchemos, pues, lo que reclama a gritos nuestra atención urgente. Escuchemos, pues de esto también depende la vida.

Los invitamos a visitar nuestro Museo y Centro de Estudios del Holocausto. Para programar una visita, favor de llamar al 52-46-26-00 ext. 1211.

EFE

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo hoy que el proceso abierto por las protestas en Egipto genera esperanza entre los demócratas y también el riesgo de un largo periodo de inestabilidad en Oriente Medio.

“Todos los que defienden la libertad apoyan las reformas en Egipto y si Egipto las adopta será una fuente de esperanza en el mundo”, afirmó Netanyahu en el Parlamento o Knesset, donde consideró que en ese caso no peligraría el acuerdo de paz con el vecino país.

El primer ministro israelí advirtió, sin embargo, que “hay dos visiones, la del mundo libre y la del mundo radical”, se preguntó sobre cuál de las dos se impondrá en Egipto y concluyó que se trata de “un asunto crucial para Egipto y también para Israel”.

“Es posible que ninguna de las visiones se imponga sobre la otra y la inestabilidad y la incertidumbre se prolonguen durante años en la región”, añadió Netanyahu, que alertó contra el posible incremento de la influencia política de Irán en Egipto.

“El régimen iraní no quiere un Egipto que defienda los derechos humanos. Lo que quiere es un Egipto que regrese a la Edad Media, que se convierta en otra Gaza” dijo, en alusión al apoyo de Irán al movimiento islamista Hamas, que gobierna en la franja palestina.

Junto a Jordania, Egipto es el único país árabe que reconoce la existencia del Estado de Israel, cuyas autoridades mantuvieron mutismo absoluto durante los primeros días de las protestas del pueblo egipcio para exigir la dimisión del presidente Hosni Mubarak.

El presidente israelí, Simón Peres, rompió el lunes ese silencio con un apoyo implícito a Mubarak, al agradecerle sus buenas relaciones con Israel y expresar su opinión de que “una oligarquía fanática religiosa no es mejor que la falta de democracia”.

La de hoy es la tercera alusión de Netanyahu al vecino país, después de que el lunes, en una rueda de prensa con la canciller alemana, Angela Merkel, se refiriera al peligro de que Egipto caiga en poder de los islamistas, y emitiera ayer un comunicado en que exponía que “la comunidad internacional debe pedir a cualquier gobierno egipcio que mantenga el acuerdo de paz con Israel”.

Israel ha reforzado esta semana la vigilancia en los 250 kilómetros de su frontera con Egipto en previsión de que las protestas en ese país propicien la entrada en territorio israelí de activistas armados, población beduina e inmigrantes sin papeles.

Una sinagoga, situada cerca de la ciudad de Gabes, en el sur de túnez, fue incendiada el lunes por la noche por desconocidos, indicó a la AFP Trabelsi Pérez, jefe de la comunidad judía de Djerba (500 km al sur de la capital).

“desconocidos incendiaron la sinagoga el lunes por la noche y los rollos de la Torá fueron quemados”, precisó Pérez, en conversación telefónica.

“Me sorprende porque había policías no lejos de la sinagoga”, prosiguió Pérez, también presidente de la Ghriba, la más antigua sinagoga de África, en la isla de Gjerba, que fue objeto en abril de 2002 de un atentado con camión bomba reivindicado por Al Qaida.

La comunidad judía en túnez está representada por 1.600 personas, esencialmente en Djerba.

INFOPUBLICO

En un informe elaborado por el Foro de Coordinación de Lucha contra el Antisemitismo(CFCA), la Agencia Judía para Israel y el Ministerio de la Diplomacia Pública, se analizó que las principales amenazas contra el Estado de Israel y las comunidades judías son: la actividad organizada de campañas de deslegitimación, la demonización, y la tendencia a la ideología nazi que la extrema derecha del Islam está adoptando.

El uso de la ideología nazi por elementos de la extrema derecha del Islam, como es la negación del Holocausto, (ya usado en el pasado),  resurgió en el año de 2010 con la propagación de la idea de que el Holocausto es un fenómeno que hay que imitar, como una serie de incidentes en los que Judíos europeos son asesinados por sus crímenes, y se convierte en el lenguaje legítimo en círculos árabes.

Otro fenómeno que se puede ver es el moderno “libelo de sangre” que comenzó en 2009 en Suecia, cuando Israel fue acusado de la sustracción de órganos en los palestinos. En 2010, el libelo de sangre encuentra expresión en Ucrania, Argelia, Haití, Kosovo y las Maldivas.

Vale la pena mencionar que una delegación de oftalmólogos que recientemente fue a ayudar a la población local en las Maldivas se encontraron con manifestaciones tales como quema de banderas y la petición de la expulsión de los médicos que se consideraban haber llegado a cosechar los órganos de los enfermos.

La poca claridad entre las líneas de la crítica legítima y la demonización de la nación de Israel, se ha convertido en la principal amenaza estratégica  para negar el derecho de Israel a existir como estado judío. El incidente más obvio es el de la flotilla de Turquía en mayo de 2010.

Además, el régimen iraní sigue considerando el antisemitismo como arma estratégica contra Israel, orientando hacia diversos grupos anti-israelíes y anti-semitas, principalmente en Europa y América Latina. Irán tiene vínculos con las organizaciones de la extrema derecha, incluidos los neo-nazis en Hungría, Grecia, Francia y Chile. En Chile, por ejemplo, un grupo neo-nazi fue capturado cuando trataba de llevar a cabo un acto violento contra los Judíos  y se encontró que trabajaban bajo la dirección de Irán.

En el marco de su 90 aniversario la Kehilá Ashkenazí Presenta:

Coro de Madrigalistas de Bellas Artes dirigido por Horacio Franco

Domingo 13 de febrero a las 12:00 hrs.
Sinagoga Histórica Justo Sierra 71
Centro de la ciudad.

Visitas guiadas a la Sinagoga:
10:00, 10:30 y 11:00 a.m.

Informes y boletos: 5540 6343
Lea Kaplan
Correo: [email protected]
Batia Galpern
Correo: [email protected]

Donativo: $ 150.00

SERGIO SARMIENTO

Todas las revoluciones parecen adorables en su infancia”.

David Ignatius

Cuando estalla una revuelta como la de Egipto de inmediato surgen en los medios de comunicación explicaciones fáciles. El problema es que rara vez toman en cuenta los hechos.

Mucho se ha dicho, por ejemplo, que esta revuelta es producto del estancamiento del país. Pero Egipto ha tenido en los últimos cinco años una vigorosa expansión, quizá la mayor de su historia, con un 6 por ciento anual en los últimos cinco años. Solamente China, la India y algunos países petroleros han tenido un crecimiento superior en este tiempo.

Otra razón que se esgrime es la pobreza. Egipto sin duda es un país pobre, pero mucho menos que otros muchos. En 2010, según cifras del FMI, tenía un Producto Interno Bruto per cápita de 6,367 dólares al año ajustados por poder de compra y ocupaba el lugar 103 en la lista de 182 del organismo. Muchas otras naciones de África y del cercano oriente tienen registros bastante peores. Si la pobreza fuera el detonador de las revoluciones, la República Democrática del Congo, Zimbabwe, Liberia, Burundi o Eritrea las habrían sufrido, y no Egipto que es 20 veces más próspero.

Si no es el estancamiento o la pobreza, entonces seguramente es la desi- gualdad. De hecho, ésta ha sido la explicación que más he escuchado, pero los hechos tampoco la avalan. La última cifra que he encontrado para Egipto del índice de desigualdad de Gini (en el que 0 es total igualdad y 100 completa desigualdad) es del año 2000, anterior al periodo de rápido crecimiento de estos años. Sorprendentemente muestra un nivel de 34.4, menor que los de Australia (35.2), Estonia (35.8), Israel (39.2), Nueva Zelanda (36.2), Polonia (34.5), Portugal (38.5), Singapur (42.5), España (34.7) y otros muchos. México, con un índice de 46.1 en 2008, es bastante más desigual que Egipto. Ésta, por lo tanto, tampoco es la explicación de la revuelta de Egipto.

La verdad es que nunca nadie ha podido predecir una revolución… ni siquiera explicarla convincentemente una vez que tiene lugar. Karl Marx, que se preciaba de saber del tema, afirmaba que la revolución comunista necesitaba un desarrollo capitalista previo, por lo que suponía habría de comenzar en las fábricas del norte de Inglaterra o en el Ruhr alemán. Nunca imaginó que los comunistas tomarían primero el poder en una Rusia agraria y semifeudal.

Si algo nos dice la historia es que las revoluciones son más bien “cisnes negros”, para usar el término de Nassim Taleb: explosiones que ocurren por una acumulación de circunstancias y no por grandes tendencias que puedan llevar a resultados previsibles.

Alexis de Tocqueville señalaba que los regímenes autoritarios se encuentran en mayor riesgo cuando su situación económica es mejor. El hecho de que Egipto haya sido relativamente próspero, y haya tenido un rápido crecimiento, le dio dinero a la gente para tener televisores, computadoras y acceso a internet. Un país como Corea del Norte, infinitamente más pobre, no cuenta con los instrumentos que permitan la difusión de las ideas revolucionarias.

La Revolución Mexicana se registró en el momento de mayor prosperidad hasta ese momento de la historia del país. La de terciopelo de Europa oriental tuvo lugar también en un momento de éxito económico.

Si bien hoy es el momento de ver lo que ocurre en Egipto, más que de ofrecer explicaciones a priori, la revuelta parece deberle más a la relativa prosperidad del país y al acceso a comunicaciones modernas que al estancamiento, la pobreza extrema o la desigualdad. Todo lo contrario a lo que nos dicen los “expertos”.

JAQUE MATE/ REFORMA

PETER KATZ

Según evidencia arqueológica, se encontraron menciones de “judíos” en antiguos documentos, bien preservados, según los cuales estos llegaron a lo que hoy es el centro de la Rusia Europea, Belarus, en el siglo XVI. Allí probablemente tuvieron contacto, además de la población local eslava, con refugiados jazares que huían de las huestes mongoles, que  pretendían invadir toda Europa y que en realidad llegaron hasta los territorios que actualmente son Hungría y Rumania.

Recordemos que los jazares fueron un pueblo oriental que se convirtió al judaísmo en el siglo X. Como eran circuncidados, no hubo problema para que se mezclaran con las poblaciones judías en Ucrania y en Belarus.

Los pueblos que vivían en esta parte de Rusia ya estaban convertidos al cristianismo, conocían la escritura cirílica y practicaban la religión ortodoxa. Las dos ciudades importantes de esta región, rica en agricultura, eran Minsk y Kiev. Ucrania, que era el nombre de la región, se extendía hasta el Mar Negro, siendo su puerto, ya en aquel entonces, Odessa.

Para el siglo XVIII estas dos regiones eran densamente pobladas por judíos, que en algún momento habían emigrado desde Ashkenaz, Alemania y Alsacia, y que vivían principalmente en aldeas. Se dedicaban al comercio y no podían estar activos en la agricultura, sino únicamente en el comercio de productos agrícolas. Tenían prohibido asentarse en las ciudades. Inclusive para visitarlas, necesitaban un permiso especial.

Para conseguir un permiso de residencia tenían que demostrar, que venían como inversionistas, para crear alguna industria o abrir algún negocio y tener medios de subsistencia acreditables. Sin embargo y a pesar de esta restricción, existía una numerosa comunidad judía en la Capital del Imperio, San Petersburgo. Gente letrada, algunos de los cuales tenían estudios universitarios y que lograron ser influyentes en el gobierno, sobre todo durante el reinado del Zar Alejandro II.

En 1796 la Emperatriz Yekaterina decretó en forma de una Ukaze denominado “Chertá Yevreyeska Ozleti” que daba permiso a los judíos a poblar una vasta región que iba prácticamente desde el mar Báltico (Riga) hasta el mar Negro (Odessa). Este territorio es conocido en la historia como “Pale of Settlement”. En este territorio es donde se desarrolló la vida y la cultura judía hasta la llegada de los invasores alemanes en 1941. Hay que mencionar que en el siglo XIX empezó una gran emigración hacia el Continente Americano, debido a los constantes Pogroms, persecuciones a matar contra aldeas judías, en los que la policía local no hacía nada para impedir asesinatos y violaciones, que a su vez producían huida forzada o voluntaria de sus habitantes.

En la segunda mitad del siglo XIX emigraron del Imperio Ruso más de un millón de judíos hacia tierras más acogedoras. La mayor emigración fue hacia los Estados Unidos de Norteamérica, “Di Goldene Medine”. En menor número se dio una corriente migratoria a Argentina, donde se establecieron colonias agrícolas en territorios vírgenes. Otros emigrantes que salieron de Rusia, se establecieron en países de la Europa Occidental como Inglaterra y Francia.

A raíz de la revolución rusa de 1917, los judíos rusos tuvieron acceso a instalarse en ciudades fuera de la Chertá. Una libertad que no tenían antes. Muchos se fueron a Moscú y a San Petersburgo, preferentemente. Pero otros se instalaron en ciudades como Smolensk, Kharkov, Odessa, Orel, Yaroslav y Novgorod, por mencionar las más conocidas.

En las ciudades ya funcionaban Escuelas de Enseñanza Superior, en las que podían ingresar alumnos judíos y de cualquier otro origen étnico. La educación en la  Unión Soviética era accesible para todos.

Muchos jóvenes judíos salieron matriculados de las Universidades, encontrando trabajo en la nueva economía socialista. Varios de ellos fueron galardonados con el Premio Nobel, desde 1920 hasta la actualidad.

Es digno de hacer notar que en San Petersburgo, capital del Imperio, nacieron organizaciones judías de servicio humanitario, que después fueron de alcance mundial, reconocidas oficialmente por varios gobiernos, que inclusive se servían de ellas, en países en los que vivían importantes comunidades judías.

Estas organizaciones de servicio fueron fundadas en la capital del Imperio. El ORT “Obchestvo Razunie Truda” (Organización para la Capacitación Artesanal y Agrícola) en 1880 por Nikolai Bakst, Profesor de Fisiología en la Universidad de San Petersburgo y en la Escuela de Estudios Superiores de Medicina para Mujeres, en la misma ciudad; y por Samuel Poliakov, Contratista de Ferrocarriles. Desde luego hubo muchos otros filántropos judíos que aportaron importantes sumas. Fue durante el reinado del Zar Alejandro II, quien era un hombre de ideas avanzadas y de pensamiento liberal.

Uno de sus consejeros para asuntos judíos era el Barón Horace de Gunzburg, quien también aportó, además de su influencia, amplios recursos monetarios al ORT. Fue el principal sostén financiero hasta la Revolución.

En San Petersburgo había una gran actividad industrial en la que participaban los judíos. Banqueros, ingenieros y técnicos, participaron en la planeación y después en la construcción del Ferrocarril Transiberiano, que iba desde San Petersburgo, en el Occidente, hasta Vladivostok, en el Oriente. Todavía antes de la Revolución se construyó un ramal que llegaba hasta Jarbin en China. De las universidades rusas salían ingenieros y doctores en medicina, que gracias a la Emancipación, pudieron estudiar y luego participar en el crecimiento de una economía puramente capitalista y muy exitosa.

Ya más tarde los señores David Lvovitch, Leon Bramson y Aaron Syngalowsky dirigieron la organización que ya existía en todos los países europeos como Unión Mundial con sede en Berlín y oficinas en Argentina y en los Estados de Unidos de América.

En Argentina, la ORT y la OSE iniciaron actividades en 1929 con amplia atención médica a los inmigrantes que llegaban de Europa, para trabajar en las colonias agrícolas, situadas en las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires y Córdoba.

En México las actividades de la OSE se iniciaron en 1941, cuando llegaron al país inmigrantes de Europa cuya actividad fue interrumpida por la Segunda Guerra Mundial. La OSE ha crecido en nuestro país, con el apoyo de la Comunidad, y hoy atiende un amplio sector inter-comunitario, con servicios de salud de primer orden.

En San Petersburgo, esta institución de salud contaba con el apoyo financiero del Barón de Gunzburg y del dinamismo organizacional de León Katzenelson, y con el apoyo de los pudientes de la comunidad judía en la Capital de Imperio.

La OSE “Ojranie Sdroviya Yevreiska” (Unión Mundial para la Protección de la Salud de los Judíos) fue fundada en San Petersburgo en 1912. Lograron establecer clínicas, hospitales y consultorios médicos en el Imperio Ruso. Tuvo una distinguida función en pro de los refugiados del teatro de la guerra (1917). También manejaba campamentos de verano para los jóvenes que estaban de vacaciones.

Es interesante notar que a petición del gobierno revolucionario soviético, la OSE continuó sus actividades, a petición de las autoridades soviéticas. La actividad de la OSE se había extendido a Polonia, Lituania, Letonia y Rumania. Se formó una asociación independiente con el nombre de T.O.Z. “Towarystwo Ochrony Zdrowia” que alcanzó a tener en 1939 (antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial) a más de 15 mil médicos, enfermeras y psicólogos en 34 poli-clínicas en estos territorios.

A fines del siglo XIX, las comunidades judías en Rusia se centraban, como ya dijimos, sobretodo en la “Chertá”. Había sin embargo importantes comunidades en San Petersburgo, en Moscú, en Varsovia, en Kovno, Vilna y Riga. A las ciudades había llegado la Emancipación y la posibilidad para los jóvenes judíos de estudiar en las Universidades locales o en el extranjero.