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Los actos antigubernamentales convocados para el viernes, ‘Día de la Ira’, en la capital de Siria, Damasco, no han logrado reunir a manifestantes, a diferencia de lo sucedido en las multitudinarias manifestaciones de Egipto.

En los últimos días los opositores venían convocando estas concentraciones para el viernes y el sábado a través de las redes sociales Facebook y Twitter. El objetivo es denunciar la represión que ejerce el Gobierno del presidente Bashar al Assad.

Pese a ello, el viernes fue un día tranquilo en Damasco. Las fuerzas de seguridad reforzaron la custodia del Parlamento, lugar donde se preveía la protesta.

El opositor islamista Ghassan al Najjar, que dirige la Corriente Democrática Islámica, ha sido animado a los ciudadanos de Alepo a participar en los actos convocados. Los servicios de seguridad han llamado en las últimas 48 horas a más de diez activistas para presionarles con el objetivo de que no se manifiesten, según ha comunicado un activista a la ONG estadounidense Human Rights Watch.

Por otra parte, la embajada de Israel en la Argentina envió un informe  acerca de la llegada de más mil combatientes de la organización libanesa Hezbollah a Siria con el objetivo de garantizar la estabilidad del gobierno que encabeza Bashar Asad y ante la amenaza de que grupo opositores se levante contra el régimen.

El presidente Asad y el secretario general de Hezbollah, Hasan Nasrallah, llegaron a un acuerdo, a través del cual se comprometió a enviar en un primer momento 5000 combatientes de la organización libanesa, que se distribuirán por todo Siria, pero la tropa se amplió, según reveló un informe difundido por la prensa de Kuwait.

Incluso, trascendió que Assad designó a su hermano y su primo para coordinar las operaciones con Hezbollah y determinar los sitios a los que llegarán los combatientes.

Asimismo, el presidente sirio designó a los oficiales que coordinarán las acciones entre los activistas libaneses y los mecanismos de información sirios y su ejército.

Según las fuentes, los entendimientos entre Assad y Hezbollah con respecto al envío de miles de activistas de Hezbollah, surge por el temor del presidente de Siria que el ejército y la inteligencia de su país no respondan a las instrucciones de combatir a los manifestantes.

Otro informe señala el arribo de combatientes de Hezbollah a Siria, que residen en los campamentos de la Guardia Presidencial, mientras, otros 4000 activistas, ya están dispuestos a llegar a Siria en ocho horas.

Todos los combatientes visten uniformes como el de la custodia presidencial siria y fueron equipados con armas y misiles.

La relación entre el presidente sirio y la organización libanesa no es nueva y en forma reiterada, Asad expresó su respaldo a Hezbollah como al grupo islámico Hamas, que controla la Franja de Gaza.