Comunicado de Prensa
10 de febrero de 2011

Tanto las autoridades egipcias como los jóvenes que promovieron la rebelión, acompañados de contingentes de mujeres, deben materializar el diálogo para llevar a cabo negociaciones, sin amenazas, ni uso de la fuerza, para lograr la transferencia ordenada del poder sin crear colapso, obligándose ambas partes a respetar los acuerdos de Egipto en materia internacional, así como los acuerdos para modificar la constitución,  libertad de los presos políticos y en especial los capturados por participar en movimientos sociales en la Plaza de la Libertad, retorno a la libertad cesando el estado de emergencia, liberación de periodistas presos, creación inmediata de un calendario con objetivos concretos para negociar. Pretender el colapso es invitar a la violencia.

Ha sido alarmante el ataque armado con granadas en contra del Centro de Seguridad del Estado, efectuado por beduinos en Al Arish, así como el sabotaje al gasoducto que desde Al Arish conduce gas a Jordania  y motivó la parálisis  del gasoducto que lleva el energético a Israel; también alarmó la declaración de un vocero de los hermanos musulmanes, que manifestó que no mantendrá el tratado de paz con Israel, estado al que no reconocen dichos hermanos.

Estas posiciones, contrarias a la paz, contaminan la revolución pacifista de las juventudes y mujeres egipcias.

Por ello jóvenes y mujeres deben ocupar su espacio en la mesa de negociaciones o, de otra suerte, serán los extremistas los que se apoderen de ellas y eso sólo conducirá a la guerra.

El Frente Internacional de Derechos Humanos confía en que la cordura habrá de conducir en forma ordenada a Egipto hacia la Democracia, dentro de un nuevo marco constitucional, bajo las libertades que caracterizan a los Derechos Humanos, creando una sociedad abierta.

Benjamín Laureano Luna                                                                                                                                                                                Presidente