ITONGADOL

La revista Time informó ayer, citando fuentes cercanas al gobierno, que el líder de Libia, Muammar Gadhafi, les ordenó a sus fuerzas de seguridad que sabotearan las instalaciones de combustible del país.

En una columna publicada por el sitio web del medio, Robert Baer dijo que el sabotaje comenzará con hacer estallar las líneas del Mediterráneo. Sin embargo agregó que la misma fuente también le había dicho hace dos semanas que las revueltas de los países vecinos nunca llegarían a Libia, una afirmación que terminó siendo equivocada.

“Entre otras cosas, Gadhafi les ordenó a los servicios de seguridad que comiencen a sabotear las instalaciones de combustible. Según una fuente, serviría de mensaje a las tribus rebeldes de Libia: Yo o el caos”, escribió Baer.

La creciente violencia en Libia forzó a un número de compañías de combustible a cerrar las producciones en el tercer fabricante más grande de África e interrumpir los flujos a las terminales de exportación del país.

Las fuerzas de seguridad reprimieron con ferocidad a los manifestantes de todo el país y han asesinado a cientos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia informó que al menos 1.000 personas habían sido asesinadas en los actos de violencia.

“No tenemos una información completa sobre el número de muertos. Creemos que el número 1.000 es lo más creíble”, expresó Franco Frattinni a los periodistas en Roma hoy.
Mientras las luchas se intensifican algunos seguidores abandonaron a Gadhafi. También ayer, la Liga Árabe suspendió a Libia de un encuentro de emergencia en el Cairo para discutir la situación en el país, incluyendo el choque violento contra los manifestantes opositores, según informó la cadena qatarí, Al Jazeera.
Gadhafi dio un discurso televisado ayer, en el que dijo que no tenía intenciones de bajarse del gobierno o dejar el país. “No voy a dejar esta tierra. Moriré aquí como un mártir”, expresó en la televisión estatal y se rehusó a seguir los pedidos de algunos de sus propios ministros o soldados, quienes le aconsejaron que se vaya.

Los representantes libios de la Liga Abdel-Moneim al-Honi renunciaron de sus puestos el domingo en una protesta contra la violencia hacia los manifestantes, que se ha informado que dejó a cientos de personas muertas.

Al menos tres países musulmanes se unieron al llamado del cuerpo de derechos humanos de las Naciones Unidas para tener un encuentro urgente sobre la situación de Libia.
Jordania, Qatar y las Maldivas estaban dentro de los 16 signatarios que se necesitan para llamar a una sesión de emergencia para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el viernes, según una lista obtenida por la agencia de noticias Associated Press.
La decisión de llevar a cabo una reunión urgente sobre Libia es inusual para el consejo con base en Génova, que raramente vota para examinar el registro de sus propios miembros. Libia tiene un asiento en el cuerpo de 47 naciones.

En el pasado, los países musulmanes han sido reacios a agregar sus nombres a dichos pedidos excepto cuando el país que se enfrentaba al escrutinio era Israel.