REFORMA.com

Un avión civil que transportaba al General Abdel Rahman Ben Ali al-Sayyid al-ZawI, líder de la autoridad de abastecimiento y logística de Libia, aterrizó en el aeropuerto de El Cairo con un mensaje de Muammar Gaddafi, indicaron funcionarios egipcios.

El Mayor estaba a bordo del avión que venía de Trípoli. Las autoridades del aeropuerto, citando a un diplomático libio que se reunió con el militar, dijeron que el General llevaba un mensaje de Gaddafi al consejo militar que gobierna Egipto.

Nadie en el consejo militar egipcio estaba inmediatamente disponible para hacer comentarios y, hasta el momento, se desconocen los motivos de la presencia del General en El Cairo y si debe entrevistarse con funcionarios egipcios.

El viaje de Al Zawi se conoció después de una declaración del Primer Ministro griego, Georges Papandreou, quien habría aconsejado a Gaddafi buscar una salida pacífica al conflicto de Libia.

Previo al aterrizaje, una fuente del Ministerio griego de Defensa anunció que un aparato propiedad del dirigente de Libia, de donde habría despegado la aeronave, y que se dirigía a Egipto, sobrevoló Grecia.

“Un avión civil de Gaddafi sobrevoló el espacio aéreo griego rumbo a Egipto”, dijo la fuente. “No sabemos quién está a bordo”.

En tanto, el Parlamento Europeo abogó porque la Unión Europea (UE) reconociera el Consejo Nacional Libio (CNT), constituido por los opositores al régimen de Gaddafi.

Los líderes, de los principales grupos políticos de la Eurocámara, se pronunciaron en ese sentido en un debate sobre Libia en el hemiciclo al que asistió la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton.

“Debemos empezar con el proceso de reconocer el CNT como representante del pueblo libio”, reclamó el jefe de fila de los liberales y demócratas, Guy Verhofstadt, en la sede del Parlamento en Estrasburgo, Francia.

“Señora Ashton, le pedimos que reconozca el Gobierno interior, puesto que es la única fuerza que puede llevar a la democracia en Libia”, insistió por su parte el copresidente de los Verdes, Daniel Cohn-Bendit.

Libia, a diferencia de Túnez y Egipto, donde las revueltas populares lograron derrocar en los últimos meses a sus Gobiernos, no dispone de instituciones establecidas, ni de partidos políticos o medios independientes.