RENZO ROSSELLO

El uso de las redes del narcotráfico por grupos como Al Qaeda, Hezbollá o la Yihad Islámica es señalado por un experto como el mayor peligro para esta región de América Latina. En su opinión, el convulso panorama de Medio Oriente golpea cerca.

El doctor Jonathan Fine es un académico israelí-estadounidense especializado en contraterrorismo que estuvo de visita en Montevideo. Poco antes de ofrecer una conferencia sobre el conflicto israelí palestino en la Universidad ORT, dialogó con El País sobre la presencia de grupos extremistas en América del Sur, así como sobre las revueltas árabes.

Si bien nombres como Yihad Islámica, Al Qaeda, Hezbollá (el Partido de Dios), Hamas, pueden parecer lejanos, Fine sostiene que su presencia entre Caracas y la Triple Frontera (Argentina, Brasil, Paraguay) es cada vez más fuerte. En particular, el experto israelí analiza con extrema preocupación los vínculos entre el régimen de Irán y el gobierno de Hugo Chávez. Fine asegura que, además de utilizar el territorio venezolano como base de operaciones, los grupos afines al régimen que preside Mahmud Ahmadinayed -aunque en dependencia del ayatolá Al Khameini-, estrechan vínculos con los carteles del narcotráfico en México y en Colombia. Hezbollá mantiene una marcada afinidad con el régimen de Teherán.

“Para muchos, tanto en Europa como aquí en América Latina, el Hezbollá es una organización como Papá Noel, al igual que Hamas”, ironiza Fine. Y asegura que el interés de este movimiento en dominar Líbano obedece a la ambición de los musulmanes chiíes de establecer un califato en varios países árabes. El mundo musulmán se compone de dos grandes corrientes: los suníes y los chiíes, la primera es la mayoritaria.

“Esa es la tragedia de los árabes y de los palestinos en Gaza, porque Irán está dispuesto a sacrificar a todos los chiíes y a todos los palestinos de Gaza si con ello va a servir a sus intereses nacionales”, apunta Fine.

En su análisis Fine sostiene que Irán utiliza tanto al movimiento con asiento en Líbano, como a Hamas en la franja de Gaza, como puntas de lanza contra Israel. “Irán le da a Hamas 55 millones de dólares por año de ayuda, ¿para qué? ¿Para comprar pan para los niños en Gaza? No”, sentencia.

LOS NEXOS. “Hay dos fuerzas trabajando en Latinoamérica, Hezbollá y los combatientes globales de la Yihad vinculados a Al Qaeda. Irán se acerca y construye una base en Venezuela, hay señales muy graves”, señala Fine.

El experto sostiene que el vínculo entre Caracas y Teherán tiene como propósito principal el de establecer una “base” iraní cerca de Estados Unidos. Y, además, recuerda que en territorio venezolano se puede extraer uranio, necesario para proveer a la industria atómica.

“Hay tres vuelos directos Caracas-Teherán por semana, toda esa gente que llega de Teherán y Siria no necesita pasaporte ni pasa por Aduanas, ¿qué hacen?”, se pregunta.

Pero también apunta a lugares más próximos en la región como la Triple Frontera. “Hezbollá usa la Triple Frontera para sus actividades y trabaja mucho con los carteles del narcotráfico, especialmente en México y Colombia. ¿Por qué? Porque es más fácil utilizar las redes del narcotráfico que ya existen, que crear nuevas. Ellos ponen el dinero y de esa manera también pueden traficar armas”, apunta.

Esta semana se conmemoraron los 19 años del atenta- do contra la AMIA en Buenos Aires. El académico estuvo en los actos recordatorios. En su opinión los responsables del atentado en el que murió casi un centenar de personas actualmente son más fuertes. “Hace veinte años Irán no tenía una base en Venezuela, hoy tiene una”, comenta con amargura.

Tampoco es optimista sobre los riesgos para la comunidad judía en Argentina. “Sigue habiendo mucha hostilidad, no veo una razón por la que esto no pueda volver a pasar”, dice.

“Israel quiere garantías de seguridad”

Al ser consultado sobre la reciente declaración de Uruguay en reconocimiento al Estado palestino, Jonathan Fine prefirió no analizar tanto la declaración en sí, como el tema de fondo.

“La mayoría de la gente cree que Israel no está de acuerdo con el Estado palestino, y es un gran error. Lo que Israel quiere es garantías de seguridad. ¿En quién confiar? Hamas es un caso perdido”, dice Fine. Su opinión de los líderes del gobierno de Mahmud Abas en Cisjordania tampoco es halagüeña. “Yo creo que la solución al problema sería más sencilla de lo que la gente cree”, asegura, de todos modos.

Dibuja un esquemático territorio palestino con una conexión para la franja de Gaza y sostiene que se deberían retirar los asentamientos judíos de Cisjordania. “La gente vive ahí por los bajos precios, el gobierno (de Israel) debería compensarlos y traerlos de nuevo”, señala.

En cambio, Fine fue muy crítico respecto del acercamiento de Uruguay con el régimen de Irán. “No hay que olvidarse que de este modo se está legitimando a un régimen que ha llamando al exterminio de Israel, y Ahmadinayed dice esto cada semana, de manera que si Ud. conversa con Irán está legitimando un régimen que es lo más cercano que hubo en los últimos tiempos a los nazis”, dice.

“¿Cómo puede ser que un tupamaro pueda estrechar la mano a alguien que dice que exterminará al pueblo judío?”, cuestiona Fine.

De las armas a las letras

Jonathan David Fine (52) obtuvo el doctorado en la Universidad Hebrea de Jerusalén, donde además realizó un máster en Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Actualmente forma parte del cuerpo docente del Instituto Internacional para el Contraterrorismo y es asesor del gobierno israelí. Fine también se desempeñó como piloto de la Fuerzas de Defensa de Israel, donde además se especializó en comandos tácticos. Ha sido profesor visitante en las universidades de Calgary (Canadá), Leipzig (Alemania), Viena (Austria), y Central Connecticut, Trinity College y Connecticut (Estados Unidos). En 2004 Fine dictó un curso en el Centro de Altos Estudios Nacionales en Montevideo: “Cómo pueden las democracias combatir el terrorismo”. Además de diversas publicaciones académicas, Fine también ha escrito obras literarias, algunos relatos cortos y dos novelas publicadas en Israel.

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