JORGE MARIRRODRIGA

Dado que hoy a todos los periodistas nos toca ser expertos en operaciones militares sobre el Mediterráneo (hace una semana lo éramos sobre el funcionamiento de un reactor nuclear y el modo correcto de controlarlo y hace otra sobre todo tipo de terremotos y cómo mitigar sus efectos), no estaría mal que alguno de nosotros le preguntase al secretario general de la Liga Árabe, a Amr Musa, qué opina de que estén cayendo desde hace unas horas misiles Grad sobre territorio israelí.

Así, de paso, podemos comprobar, el talante –perdón a los lectores de España por usar esta palabra- democrático del amiguete, quien ya ha anunciado que se presentará a la presidencia de Egipto. Ya saben, ese nuevo Egipto democrático donde no importa que las presentadoras de televisión tengan que llevar velo porque pueden usar twitter. Y que los cristianos no se quejen de que les queman las iglesias. Que oigan misa por Facebook.

Una pista la tenemos en que ningún estado la Liga Árabe es una democracia, salvo que consideremos a Líbano y Afganistán como tales. Que es mucho considerar. Sobre las Islas Comores confieso que no tengo ni idea, pero con esos socios ya me dirán. Es más

Mubarak , Ben Ali, Gadafi y otros que caerán eran hasta hace 10 minutos distinguidos socios del club.

Y esto viene a cuento de que Musa se ha escandalizado por el hecho de que los aviones occidentales hayan tardado apenas horas en ponerse a repartir candela no contra aviones y helicópeteros libios (algunos de los aviones pilotados por cubanos, por cierto), sino contra objetivos en el suelo tales como columnas de blindados. Y hasta se han dado una vuelta por la casa de Gadafi en Trípoli y le han dejado un regalito en el salón. Y ahí aparece el amigo Musa en plan Ortega y Gasset diciendo “no es esto, no es esto”. ¿Y qué quería que fuera? Y el mismo Musa explica: “lo que queremos es la protección de los civiles y no el bombardeo de otros civiles”. ¿Los civiles de Ashkelon, por ejemplo…? A ésos no, que son israelíes.

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