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La secretaria norteamericana de Estado, Hillary Rodham Clinton, y el ministro británico del Exterior, William Hague, encabezaron las conversaciones en Londres entre 40 países y entidades para frenar la acometida sangrienta de Gadafi contra el pueblo de Libia.

Aunque los ataques aéreos de la OTAN contra las fuerzas de Gadafi no tiene el objetivo de derrocarlo, decenas de naciones fueron del consenso en las conversaciones de que el futuro de Libia no debe incluirlo al frente el gobierno. La campaña aérea contra Gadafi dio inicio el 19 de marzo.

“Gadafi ha perdido la legitimidad para gobernar, por ende somos de la idea de que debe irse. Estamos trabajando con la comunidad internacional para lograr ese objetivo” , expresó Clinton a la prensa.

Mientras Clinton emitía sus declaraciones,las autoridades estadounidenses anunciaron que barcos y submarinos de Estados unidos en el Mediterráneo habían atacado con misiles crucero de la noche del lunes y la madrugada del martes instalaciones libias de almacenamiento de misiles en la zona de Trípoli. Este ataque fue el mas severo en los últimos días.

“Algo es muy claro y hay que exponerlo con la mayor elocuencia a Gadafi: que se le acabó su tiempo. Debe marcharse” , dijo el ministro del Exterior de Alemania, Guido Westerwelle, en un comunicado.

“Debemos destruir su ilusión de que todo regresará a la normalidad de siempre si logra mantenerse en el poder” , agregó.

Rusia no emitió un comentario inmediato sobre la postura planteada en Londres. Rusia se abstuvo en la votación de las Naciones Unidas que autorizó la imposición de una zona de exclusión aérea en Libia para la protección de los civiles.

Hague dijo a la prensa que no se planteó en la reunión el tema de armar a los rebeldes.

“No fue uno de los temas de las deliberaciones” , dijo el ministro. “No se planteó en la conferencia y no estuvo en el temario” .

Las declaraciones de Hague dejan entrever que la coalición, que tiene el apoyo de las Naciones Unidas y actuó de prisa para defender a los civiles de la acometida de Gadafi, duda en apoyar totalmente a los rebeldes.

La insurgencia contra Gadafi está mal organizada, en tanto que se desconoce su composición y sus causas.

Sin embargo, el primer ministro de Qatar, jeque Hamad Bin Jabr al-Thani, pareció dejar la puerta abierta a las ventas de armas cuando afirmó que armar a los rebeldes podría replantearse si la campaña aérea no cumple su objetivo expreso de proteger a los civiles libios.

“Tenemos que evaluar la campaña aérea después de un tiempo para verificar su eficacia” , dijo.

“No estamos invitando a la llegada de ninguna fuerza militar terrestre (efectivos)… Pero tenemos que evaluar la situación debido a que no podemos permitir que se prolongue mucho tiempo el sufrimiento de la gente. Es necesario que encontremos una forma para poner fin al derramamiento de sangre” .

El ministro del Exterior de Italia, Franco Frattini, dijo que se efectúa negociaciones con “absoluta discreción” para garantizar la salida de Gadafi y había opciones en la mesa que no han sido formalizadas todavía.

El ministro del Exterior de Libia, Moussa Kusa, efectuó una visita breve a Túnez, pero se desconoce si el viaje estaba vinculado a esas conversaciones secretas.

Qatar, que ha reconocido a los rebeldes como los representantes legítimos de Libia, también tiene intención de ayudarlos a la venta de crudo en el mercado internacional.

Aunque ha se ha conversado sobre la posibilidad de que se utilice a Qatar durante algunos días para vender el petróleo de Libia, los detalles no han sido concretados para esa operación.

La extracción petrolera de Libia depende de las empresas conjuntas concertadas con compañías extranjeras —como Eni Spa, de Italia—, que han retirado a sus empleados del país. Se desconoce cómo o cuándo Qatar podría contribuir a la reanudación de actividades de la industria energética que se encuentra paralizada en Libia.

Por su parte, la posibilidad de una reanudación de las ventas de petróleo de Libia podría repercutir en el mercado.

Si bien los diplomáticos reiteraron su llamado a Gadafi para que se marche de Libia, hubo pocas señales de que la comunidad internacional tenga intención de aplicar medidas adicionales contra el gobernante.

Los diplomáticos consideran la adopción de ulteriores sanciones a los allegados de Gadafi para enviar un mensaje claro al gobernante de que no puede atacar con impunidad a los civiles, dijo Hague.