Estados Unidos mantendrá el flujo de ayuda a la Autoridad Palestina, pero condiciona el futuro de estos programas a los principios del próximo Gobierno de coalición entre Hamás y Al Fatah.

“El actual Gobierno palestino continúa en vigor y nuestros programas de asistencia continúan”, ha explicado en un correo electrónico la portavoz del Departamento de Estado Heide Bronke-Fulton. “Si se forma un nuevo Gobierno palestino, lo evaluaremos en base a sus políticas en ese momento y determinaremos las implicaciones para nuestra asistencia en base a la legislación estadounidense”, se lee en el texto.

Un día después de conocerse el acuerdo entre las dos principales facciones palestinas, el Departamento de Estado advirtió de que se replanteará la entrega de los cerca de 400 millones de dólares (unos 270 millones de euros) en concepto de financiación anual.

Parlamentarios estadounidenses han revelado que dicha ayuda podría ser suspendida si Hamás sigue negándose a renunciar a la violencia y reconocer el derecho de Israel a existir.

Los líderes republicano y demócrata de la Subcomisión de Asignaciones de la Cámara de Representantes, Kay Granger y Nita Lowey, respectivamente, han escrito una carta al presidente palestino, Mahmud Abbas, para pedirle que reconsidere el acuerdo con Hamás y emplazarle a detener sus esfuerzos por conseguir el reconocimiento de la ONU a un estado palestino independiente.

“Nuestra habilidad para apoyar la ayuda actual y futura estará gravemente amenazada si abandona las negociaciones directas con Israel y continúa con sus actuales esfuerzos”, han escrito Granger y Lowey. A su entender, estas acciones “socavan los objetivos y amenazan la prestación de apoyo y asistencia de Estados Unidos”.

Ileana Ros-Lehtinen, miembro republicana de la Comisión de Asuntos Exteriores, considera que los fondos norteamericanos no deben ser utilizados “para apoyar a quienes amenazan la seguridad de Estados Unidos”, así como sus intereses y su “aliado vital, Israel”.

Desde 1994, Estados Unidos ha dado más de 3.500 millones de dólares (2.300 millones de euros) a la Autoridad Palestina, sobre todo para mejorar la seguridad y el gobierno.