ILAN ARDITTI

A veces pienso en cómo sería si Justin Bieber decidiera dar un concierto en México. Y en mis pensamientos, veo a miles de niñas mexicanas abarrotando los puntos de venta de las entradas, llegando a copar todas en máximo dos días. Sin embargo, lo que sucedió en Israel demostraría que podría estar equivocado.

Justin Bieber se presentó en Israel por primera vez, y cualquiera hubiera pensado que el concierto iba a ser multitudinario, dada la gran cantidad de fanáticas que el joven cantante canadiense tiene en ese país. Sin embargo, únicamente asistieron 17 mil personas, según los reportes policiales, y 24 mil, según los organizadores. Ambas cantidades muy lejos de alcanzar la cifra de espectadores calculada con antelación por el equipo de Justin: 35 mil.

Pero eso no significó que Justin se fuera sin una gran ganancia, porque solo por esa presentación, el cantante de “Baby” se llevó al bolsillo un millón de dólares americanos. ¿Cómo hizo para ganar tanto con tan pocos asistentes? La respuesta es clara: Las entradas se vendieron a un precio muy alto.

Por el otro lado la visita de Justin Bieber a Israel ha tenido un inicio accidentado: sus planes para una reunión con el primer ministro fueron cancelados bajo circunstancias polémicas y el ídolo adolescente dijo que se ha refugiado en su hotel para escapar del acoso incesante de los paparazzi del país.

El cantante canadiense de 17 años ha desatado una ola de entusiasmo entre las adolescentes del país, muchas de las cuales han acampado en las afueras de su hotel, y fotógrafos le persiguen a dondequiera que va.

Incluso el primer ministro Benjamin Netanyahu parecía haber sido contagiado por la fiebre. Funcionarios en su oficina dijeron que el líder israelí había esperado conocer personalmente a Bieber, pero insinuaron que la situación política en el Oriente Medio frustró el encuentro.

Un portavoz de Netanyahu dijo que representantes de Bieber habían iniciado el contacto, y que el primer ministro pensó que sería una buena idea. Netanyahu esperaba traer a niños del sur de Israel, blanco de numerosos ataques con cohetes palestinos en semanas recientes, y ofrecerles un “momento feliz”.

Los líderes israelíes tienen la costumbre de reunirse informalmente con las celebridades que visitan el país.