LUCIANO CLERICO/ANSALATINA

15 de julio 2011 – El líder del grupo fundamentalista islámico al Qaeda, Osama bin Laden, estaba obsesionado con volver a golpear Estados Unidos como lo había hecho el 11 de setiembre del 2001, con atentados espectaculares, y en los últimos meses antes de morir apuntaba al presidente Barack Obama y al general David Petraeus, entonces comandante de las fuerzas norteamericanas en Afganistán.

Además de atentados contra Obama y Petraeus, bin Laden y sus seguidores estaban “discutiendo” un plan para lanzar un avión pequeño contra algún estadio en territorio estadounidense durante algún evento deportivo, con el objetivo de provocar el mayor número posible de muertos.

Todo esto surge de los documentos encontrados en el refugio de Bin Laden en Pakistán, adonde el líder de al Qaeda fue muerto a manos de comandos de la marina norteamericana a principios de mayo último. La idea de Bin Laden y sus colaboradores más estrechos era atacar Estados Unidos en el décimo aniversario de los atentados contra el Pentágono y las torres gemelas de Nueva York.

Los detalles de los presuntos planes de al Qaeda fueron explicados por funcionarios estadounidenses -que pidieron mantener el anonimato- a la cadena televisiva ABC. A pesar de que los investigadores norteamericanos reconocieron que los atentados estaban todavía “en fase de discusión”, el material secuestrado a Bin Laden en su refugio de Abbottabad mostró que el jefe de al Qaeda ya había intercambiado mensajes sobre la posible composición del comando con quien la CIA considera el comandante operativo del grupo, Attiyah Abd al-Rahman.

Los documentos muestran que bin Laden estuvo en condiciones de intercambiar opiniones sobre los hipotéticos ataques y los investigadores incluso verificaron que el jefe de al Qaeda rechazó algunas propuestas de Al-Rahman. Al parecer, bin Laden estaba obsesionado con repetir el impacto del 11 de setiembre y quería llevar a cabo un nuevo ataque utilizando aviones secuestrados, pero esta vez contra un estadio deportivo norteamericano. “Tenemos muchos pequeños aeropuertos, se puede volar por debajo del radar”, reconoció Brad Garrett, un ex agente del FBI que actualmente se desempeña como comentarista de la ABC. Según el ex agente, un ataque contra un escenario deportivo en Estados Unidos “es factible”.

Los líderes de al Qaeda querían además desarrollar un plan para matar a Obama derribando el avión oficial, el Air Force One, o el helicóptero que a menudo utiliza el presidente, el Marine One. También querían matar a Petraeus abatiendo su helicóptero con un misil disparado desde el suelo. Asesinar a Petraeus en una situación semejante “es difícil, pero no imposible”, opinó Garrett. Por su lado, el Wall Street Journal señaló hoy que la posibilidad de un golpe de al Qaeda en el décimo aniversario de los atentados del 2001 representa “una de las pocas potenciales amenazas surgidas de la enorme cantidad” de documentos secuestrados en Abbottabad.