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viernes 26 de julio de 2024

AFP Y GOOGLE NEWS
23 de julio 2011— El presidente del Parlamento iraní, Ali Larijani, afirmó que el asesinato de un científico iraní el sábado en Teherán era “un acto terrorista norteamericano-sionista”, informó este domingo la agencia Mehr.

“Este acto terrorista norteamericano-sionista contra un científico del país es una nueva señal del grado de animosidad de Estados Unidos (…). Los norteamericanos deben reflexionar cuidadosamente sobre las consecuencias de semejantes actos”, declaró Larijani.

Por otra parte, los medios de comunicación iraníes dejaron el domingo de calificar a Dariush Rezaie de “científico nuclear”. La agencia Fars sugirió que se trataba de un error y afirmó que Rezaie, de 35 años, no era más que un “estudiante de máster de electricidad en la universidad Khajeh-Nassir” de Teherán.

El sábado, las diversas agencias de prensa iraníes habían presentado a Rezaie como “un profesor de física y experto en materia nuclear”.

Rezaie fue asesinado de cinco balazos por desconocidos que se desplazaban en moto cuando iba a buscar a sus hijos, acompañado por su esposa, a un jardín de infantes en Teherán. Su mujer fue herida en el atentado.

El funeral de Rezaie tendrá lugar el domingo al mediodía.

Varios científicos nucleares iraníes fueron víctimas en los últimos años de atentados o de desapariciones no explicadas, que las autoridades adjudicaron a Israel y a las potencias occidentales, acusándolos de intentar frenar los progresos del controvertido programa nuclear iraní.

REFORMA.COM

23 julio 2011- Grupos de hombres armados con cuchillos y palos atacaron a manifestantes que intentaban marchar a la sede de la fuerzas armadas egipcias el sábado, desatando fuertes enfrentamientos callejeros.

Los choques se dieron en un momento en que crecen las tensiones entre activistas y el consejo militar que asumió control del país tras la revuelta popular que derrocó al ex presidente Hosni Mubarak.

Los activistas quieren que los militares anuncien una fecha para la transición a un Gobierno civil y que se apresuren a someter a juicio a los miembros del viejo régimen.

Unas 10 mil personas marcharon desde la Plaza Tahrir en el centro de El Cairo, pero su avance fue impedido por retenes militares colocados en Abasiyá, un vecindario al este de la ciudad. Durante el camino, gritaron consignas contra la demora del consejo militar en atender sus demandas.

Turbas de hombres armados con cuchillos y palos atacaron a los manifestantes desde las calles laterales, desatando batallas durante las cuales ambos lados tiraron piedras y se pelearon a puñetazos. Se escucharon disparos pero no quedó claro quién los hizo.

Tampoco quedo claro la identidad de los atacantes. Grupos similares han intentando irrumpir en otras protestas, y el régimen de Mubarak frecuentemente usaba matones a sueldo para atacar a manifestantes.

Algunos testigos dijeron que podrían haber sido residentes o dueños de negocios, enojados por la pérdida de ganancias debido a las protestas.

En las horas anteriores a la marcha, el líder del consejo militar ensalzó a los jóvenes que encabezaron el levantamiento que desplazó a Mubarak, en un esfuerzo por bajar las tensiones entre los activistas y las fuerzas armadas.

Muchos de los manifestantes le han perdido la confianza a los militares que asumieron control del país el 11 de febrero. Los activistas acusan a los generales de tardar en someter a juicio a los funcionarios del antiguo régimen y en depurar el gobierno de aliados de Mubarak.

La marcha del sábado fue el segundo día seguido en que los manifestantes intentaron llegar a la sede del Consejo Supremo y las Fuerzas Armadas.

El viernes, intentaron llegar a edificio para protestar contra las golpizas que supuestamente sufrieron manifestantes a manos de militares durante protestas en la ciudad de Alejandría.

 

JOSÉ WOLDENBERG/REFORMA

21-07-11-Un tipo entra a las dos de la tarde a una cantina casi vacía. Apenas están haciendo la limpieza, pero hay servicio. Se acerca a la barra y pide solamente un vaso de agua, y aunque el cantinero lo ve con recelo, se lo da. En el extremo se encuentra otro cliente que a pesar de la hora va en su sexto trago. Se saludan. Entra el dueño y le pregunta al barman de manera socarrona, cómo van las ventas, y éste le contesta: -hasta el momento bien, un promedio de tres tragos por cabeza.

El cantinero no ha mentido. Seis tragos entre dos, dan tres. El promedio es correcto. Lo malo sería que a partir de esa información el empresario o el mesero o los comensales empezaran a sacar conclusiones. Lo más probable es que con tres tragos nadie esté del todo sobrio pero tampoco es posible que alguien esté demasiado borracho. Mientras que la observación arroja que hay un tipo absolutamente sobrio (lo cual no es un mérito) y otro medianamente borracho (lo que por cierto tampoco es una falta).

El INEGI nos informa que el ingreso promedio mensual por hogar es de 11 mil 645 pesos. Y a esa cifra bien se le puede aplicar el viejo y mal chiste anterior. Porque ¿para cuántos hogares mexicanos esa es una cifra inalcanzable, anhelada, utópica; y para cuántos otros resulta mínima, irrisoria, despreciable? Me recuerda aquella vieja caricatura de Quino en la cual espectadores de diferentes niveles sociales ven a Charles Chaplin, en La quimera del oro, comerse las agujetas de sus zapatos, y mientras los más ricos sueltan una estentórea carcajada, a los más pobres se les hace agua la boca.

Pero el INEGI no sólo informa eso. Mi fórmula de presentación es un abuso grosero, porque los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares resultan imprescindibles para medir el pulso de la evolución de nuestra economía ligada a la cuestión social. Y resulta ineludible para repensar la política económica y su impacto.

De 2008 a 2010 el ingreso promedio por familia descendió 12.3 por ciento y si a ello le sumamos la caída entre el 2006 y el 2008 que fue de 1.6, tenemos que en cuatro años la pérdida promedio alcanzó el 13.9. Mala noticia sin duda, pero a la que vale la pena acercarse con más precisión. El INEGI divide los 29 millones de hogares en deciles y mientras el 10 por ciento más pobre recibe como ingreso familiar mensual un promedio de 2 mil 54 pesos, el 10 por ciento más rico alcanza en promedio 39 mil 476. (Valdría la pena aplicarle al decil de los más ricos un tratamiento similar al de todos los hogares, es decir, dividirlo en diez categorías, porque de seguro encontraríamos en él una enorme polarización).

El INEGI informa que la merma en los ingresos no fue pareja y que los más altos fueron los que proporcionalmente más perdieron. Mientras los más pobres, los deciles del I al V, perdieron entre el 7.6 y 6.7 por ciento de su ingreso; los medios, los deciles del VI al VIII, lo redujeron entre 8 y 9.9 por ciento; y los más ricos, deciles IX y X, bajaron 11.5 y 17.8 por ciento, respectivamente. En una palabra, malas noticias para todos. Como en el tradicional juego de la pirinola, aparece la peor cara posible: todos pierden. Aunque es de suponer que en los hogares que tienen ingresos más precarios, cada punto porcentual menos significa un estrechamiento mayor de sus condiciones de vida.

En consonancia, el gasto de los hogares en los últimos dos años medidos decreció en 3.8 por ciento en promedio. Pero mientras los más pobres dedican el 49.9 por ciento de su gasto a la compra de alimentos, bebidas y tabaco, los más ricos sólo destinan a esos rubros el 22.9 por ciento. Y en contraposición, mientras los más pobres sólo dedican a la educación y al ocio el 5.4 por ciento de sus ingresos, los más ricos le destinan el 19.5.

Los datos del INEGI apuntan a dos conclusiones: una general y más que conocida y otra coyuntural. La primera es que seguimos siendo una sociedad cuyo rasgo fundamental es el de una oceánica desi- gualdad, aunque en estos dos últimos años los que más perdieron fueron “los de arriba” (muchas familias viven con menos de 68 pesos de ingreso diario, mientras de otras ni siquiera podemos acercarnos a conocer su ingreso). La segunda es que no sólo persiste la desigualdad, sino que en los últimos años casi todos hemos perdido.

Las explicaciones empezarán a multiplicarse y qué bueno que así sea: la fuerte caída de la economía mexicana de 2009, el impacto de la crisis financiera que, iniciada en Estados Unidos, se expandió a todo el mundo, causando una recesión de alcances planetarios, el incremento en el precio de los alimentos y hasta la secuela de la epidemia de A H1N1, mucho pueden explicar de la triste caía en los ingresos de los hogares mexicanos. Pero las explicaciones, lo sabemos, no consuelan, son apenas el primer escalón para eventualmente empezar a construir una razonable esperanza. Se requiere, por lo menos, una nueva reflexión sobre lo que en materia de política económica se está haciendo en el país.

CON INFORMACIÓN DE JTA E INFORMADOR.COM.MX

23 de julio 2011 – Laureada del Grammy en cinco ocasiones, amada por críticos y celebridades, Winehouse, cuya vida fue caracterizada por problemas de adicción a las drogas y  al alcohol, nació el 14 de septiembre de 1983 en los suburbios de Southgate, en el norte de Londres, en el seno de una familia judía que gustaba del jazz. Su padre Mitchell fue taxista, mientras que su madre, Janis, era farmaceútica.

Con frecuencia solía escuchar a su padre cantar en casa, en especial temas de Frank Sinatra, tiempo después Winehouse también comenzó a imitar este hábito, pero en su salón de clases, al grado de que sus maestros no podían mantenerla callada.

A los nueve años, se inscribió en la Escuela de Teatro de Susi Earnsh, donde permaneció cuatro años. Cuando tenía 10 años, Winehouse fundó una banda de rap llamada Sweet “n” Sour. Luego, a los 12 años, acudió a la Escuela de Teatro de Sylvia Young, pero fue expulsada un año después por mal comportamiento y por hacerse un “piercing” en la nariz.

Este sábado 23 de julio, la intérprete fue encontrada sin vida por la policía en su apartamento de Londres.

Había sido abucheada fuera del escenario durante una actuación a su regreso de Serbia, el mes pasado.

No todo el mundo se sorprende al escuchar que Winehouse es judía. En referencia a su aspecto y su rostro semita, Sarah Silverman dijo una vez: “Es judía, ¿no? Si no lo es, alguien debe decírselo a su cara. ” comentó la revista Moment.

En la revista electrónica Tablet, Débora Meyers afirmó que el cantante tiene  “una conducta insolente … Winehouse adoptó una línea muy diferente a la de la mujer judía tradicional – no era de las que ” hacen sopa de pollo  a su marido cuando éste está enfermo o asegura a sus hijos que ellos son los niños más inteligentes del mundo y cualquier mujer tendría suerte de casarse con ellos. “A cambio”, dijo Meyers ” los antepasados de ​​Winehouse son las heroínas “conflictivas” bíblicas: Deborah, por ejemplo, o Dina, que se acostó con Siquem, o, más recientemente, Monica Lewinsky, quien casi acaba con la presidencia de Bill Clinton. ”

En enero de 2009, cuando se desataron  hostilidades entre Israel y las fuerzas de Hamas, Winehouse fue una de las figuras judías prominentes identificados por un sitio web de extremistas islámicos como posibles objetivos de represalias. En esta ocasión, oficiales de contra terrorismo advirtieron a judíos prominentes que mantuvieran estricta vigilancia después de que se hizo referencias, en un sitio islamista de Internet, el sitio web Ummah, a una “lista negra judía”. En ella, se señalaba a la cantante Amy Winehouse, el industrial Alan Sugar y al ex Ministro  de Relaciones Exteriores, David Miliband, entre otros.

EGON FRIEDLER/LA REPÚBLICA.COM.UY

El 30 de junio de este año, el Tribunal Especial para el Líbano, creado por las Naciones Unidas para investigar el asesinato del ex primer ministro libanés Rafic Hariri en febrero de 2005, entregó su acta de acusación al procurador general del Líbano Said Mirza, así como las órdenes de detención para cuatro altos oficiales del Hizbollah. Si bien el Tribunal no publicó los nombres de los acusados estos pronto trascendieron a la prensa y el secretario general de Hizbollah, Hassan Nasrallah, admitió en un discurso del 2 de julio que los acusados pertenecen a su organización.

 

Frente al desafío planteado por las implicancias de la acusación, el gobierno trató de responder con una declaración ambivalente. Por un lado, manifestó su respeto al Tribunal y su compromiso con la justicia y por otro, expresó su deseo de actuar de manera que “no afecte negativamente la estabilidad, unidad y seguridad pública del Líbano”. O sea que para hacer justicia está dispuesto a detener a los jefes de Hezbollah y para mantener la estabilidad en el país asegura que no va a detenerlos. Como era previsible el Frente del 14 de marzo, encabezado por Saad Hariri, el hijo del líder asesinado, rechazó esta posición que difícilmente puede ser tomada en serio y reclamó que los acusados por el Tribunal Internacional vayan a la cárcel. El ataque al gobierno no solo se centró en Hezbollah y sus aliados, sino que tuvo como blanco al primer ministro en persona. La prensa opositora tampoco fue nada condescendiente con él. Michael Young, el influyente columnista del “Daily Star” (7.7.2011) tituló un artículo “Najib Mikati, nuestro muerto que camina”. El diario “Al Mustaqbal” (5.7.2011) escribió “Es asombroso que Vd. haya dado un golpe contra sí mismo, contra la historia, contra su medio social y contra la gente que lo votó para el Parlamento, para convertirse en un vocero de Hezbollah haciéndose eco de sus ataques contra Saad Hariri y las fuerzas del 14 de Marzo”. En un artículo bastante escéptico y poco optimista ,el Dr.Joseph Kreiker, un colaborador del diario francófono “L´Orient le jour” se pregunta: ¿Será Mikati nuestro Heracles? o sea ¿será el hombre capaz de limpiar los sucios establos de Augias de la política libanesa? Kreiker sostiene que “Líbano oscila entre una democracia con el revólver en la sien y una democracia consensuada, renga, con connotaciones familiares, feudal y a veces curiosamente mayoritaria” y reclama que se ponga fin de una vez por todas con la tradición de asesinatos políticos en el país. “Desde 1949, la fecha del asesinato de Riad el Solh, hasta 2005, la fecha del asesinato de Hariri y del comienzo de una carnicería política alucinante sin precedente en la historia del Líbano en la que hubo más de 50 víctimas. Ya es hora de detener esta máquina infernal. Solo una justicia imparcial y el coraje pueden protegernos, detener la mano de los criminales y traer la verdad y la paz a la sociedad libanesa”.

Lamentablemente estas aspiraciones justicieras siguen chocando con la realidad política. Las declaraciones de Hassan Nasrallah respecto al reclamo del Tribunal Internacional de detención de sus secuaces, merece figurar en una antología internacional de la infamia: “No los van a encontrar ni arrestar ni en 30 ni en 60 días, ni en un año, ni en dos, ni en 30 ni en 300”.

Sin duda, no es la primera ni probablemente la última vez que Hassan Nasrallah pone en claro que como su Partido es la fuerza armada más poderosa del país, él impone la ley.

Todas las resoluciones libanesas e internacionales exigiendo el desarme de Hezbollah han sido sistemáticamente desoídas. Amparándose en el mito de la resistencia contra los “invasores israelíes” que curiosamente ya no están en ninguna parte del Líbano desde el año 2000, Hezbollah ha decidido proteger a los libaneses a pesar suyo.

Hezbollah ni siquiera oculta que su rearme convierte en un mal chiste la soberanía libanesa. Ibrahim Al-Amin, un miembro del cuerpo editorial de “Al Akbar” un diario cercano a Hezbollah hace esta amable confesión (28.6.2011): “Los shiítas han abierto sus hogares, sus negocios, sus escuelas, sus fábricas y sus oficinas para almacenar tantos misiles como sea posible. La resistencia no tiene problemas para encontrar sitios en los que pueda construir su fuerza. La gente quiere que esos misiles estén dirigidos contra Israel, sea como medio disuasivo, para impedir nuevas agresiones, para protegerse en caso de conflicto o para ayudar a Siria y los palestinos”.

“Los shiítas como secta no consideran que utilizar armas contra enemigos locales sean un crimen, sino una necesidad dictada por las circunstancias. Ellos creen que deben luchar contra aquellos que se oponen a que tengan armas….del mismo modo en que luchan contra Israel.”

En una amplia cobertura de la “Primavera Árabe” (16.7.2011) el “Economist” de Londres una visión crítica muy compartible de la actual situación en el Medio Oriente.

“Centenares de miles se reúnen en la plaza principal de una capital árabe en un sorprendente acto de desafío. El gobierno, cae en desgracia. La oposición toma el poder y desaparecen figuras odiadas del régimen derrocado. Los exilados vuelven y los prisioneros son liberados. Se habla de una total ruptura con el pasado.

“Pero esto no es Egipto ni Túnez, donde las masas hicieron caer a Hosni Mubarak y Zine el Abidine Ben Ali, sino el Líbano en 2005. Seis años después, las fuerzas que triunfaron en lo que se llamó la Revolución de los Cedros están en franco retroceso. Los males crónicos del Líbano siguen persistiendo: el sectarismo, la corrupción, la inseguridad derivada de un estado central débil, la intromisión extranjera y las milicias partidarias armadas”.

REFORMA.COM

Ciudad de México  (23 julio 2011).-   Una ley que prohibe a las mujeres portar el velo islámico en público entró en vigor este sábado en Bélgica, el segundo país en aprobar legislación de ese tipo, después de Francia.

Quienes incumplan la nueva normativa serán multadas con 137.5 euros (poco más de 200 dólares). La ley indica que toda persona debe evitar portar prendas que oculten totalmente su identidad, sobre todo en lugares públicos.

Dos mujeres que usan la indumentaria religiosa impugnaron inmediatamente ante una corte, reportó la BBC.

Asimismo, la medida prohibe cualquier prenda que obstruya la identidad de quien la porte en lugares públicos como parques o la misma calle.

 

MOISÉS NAÍM/INFORME21.COM

23 de julio 2011-Antes de la tragedia de Noruega dos acontecimientos venían captando la atención del mundo. Uno muy importante, pero aburrido, y otro menos importante, pero fascinante. Aunque no lo parezca, ambos están relacionados. El primero, el fastidioso, fue la negociación para que el Gobierno de EE UU pueda seguir pidiendo prestado. El segundo, más divertido, fue la comparecencia de Rupert Murdoch y su hijo James ante un comité del Parlamento británico. Como se sabe, los tabloides de Murdoch han sido acusados de escuchas ilegales de los teléfonos de líderes políticos, príncipes, estrellas de cine y de una niña asesinada. También, de haber pagado a policías para obtener información escandalosa.

La comparecencia de los Murdoch fue televisión de primera. ¿Cómo no quedarse viendo a uno de los hombres más poderosos del mundo pidiendo perdón, explicando que él no sabía nada de las fechorías cometidas por sus empresas y culpando a sus empleados? ¿Cómo despegarse de la pantalla después de que Wendi Deng (43), la atractiva esposa china de Murdoch (80), se abalanzó sobre un hombre que intentó tirarle un plato de crema de afeitar en la cara a su marido? Imperdible.

Mientras este melodrama se desenvolvía en Londres, demócratas y republicanos proseguían en Washington sus aburridas negociaciones para evitar que el 3 de agosto al Gobierno no le alcance el dinero para pagar sus cuentas. Y la única forma de lograrlo es que el Congreso aumente el límite legal al endeudamiento público. Algunos diputados y senadores del Partido Republicano vieron en esta negociación una oportunidad para recortar el gasto público y disminuir el enorme déficit fiscal estadounidense. Los demócratas comparten este objetivo y aceptan que es necesario hacer ciertos recortes. Ambos tienen razón y las reformas que proponen son necesarias.

Quienes no tienen razón son los diputados del Tea Party, que intentaron imponer cambios radicales en gastos e impuestos. Las propuestas fueron tan extremas que sorprendieron a sus propios colegas de la bancada republicana. Los nuevos diputados del Tea Party, que representan vehementemente en el Congreso las frustraciones de la clase media afectada por la recesión, también buscaban depararle una vergonzosa derrota a Barack Obama. El Tea Party, indignado, estridente y radical, no es un ala más del Partido Republicano. Según una encuesta del Washington Post de octubre de 2010, el 87% de los organizadores de este movimiento indicó que el apoyo que recibían se debía a la insatisfacción con los líderes republicanos. Su problema no era el Partido Demócrata, sino, paradójicamente, sus más cercanos aliados ideológicos: los republicanos. Les reprochan, entre otras cosas, su disposición a llegar a acuerdos con los demócratas. Admitir que, en una democracia, la política implica llegar a compromisos no entra en el ideario del Tea Party. No le importa, por ejemplo, hacer fracasar las negociaciones sobre el límite al endeudamiento, forzar al Gobierno a entrar en una moratoria de pagos o que esto desencadene una crisis financiera.

¿Qué tiene que ver todo eso con Rupert Murdoch? Pues que el Tea Party le debe su velocísimo ascenso y actual influencia a FoxNews, su cadena de televisión. FoxNews promovió el Tea Party cuando, en 2009, surgió como una microscópica agrupación de conservadores de clase media muy descontentos con su situación personal y la del país. La cobertura, el estímulo y la promoción que la cadena de Murdoch dio a estos grupos, cuyo mensaje populista cala en el país, hizo que crecieran rápidamente y que lograran un sorprendente número de diputados en las elecciones de 2010. Sin FoxNews, el Tea Party hubiese existido de todas maneras, pero nunca con el peso de ahora. Son sus diputados los que pusieron en peligro un acuerdo indispensable para la estabilidad financiera del mundo. Y también son un buen ejemplo de cómo un solo individuo, Rupert Murdoch, puede influir sobre el curso de la economía global. Lo cual no es nada aburrido

RICARDO CARPENA/LA NACION.COM.AR (fragmento)

Una herida que no cierra, duele. Pero una herida que no cierra desde hace 17 años no sólo duele más, sino que obliga a indagar por qué no puede ser cerrada. El atentado contra la AMIA es una tremenda herida argentina que no cierra desde 1994 y que duele como sólo puede doler la impunidad absoluta para un ataque terrorista que dejó 85 muertos y más de 300 heridos. El nuevo aniversario de la voladura de la mutual judía, que se cumplió, una vez más, sin novedades sobre quiénes fueron los responsables, se conmemoró el lunes pasado en un acto en el que hubo una fuerte presencia del gobierno nacional, como la presidenta Cristina Kirchner y gran parte de su gabinete, lo cual no evitó que el titular de la AMIA, Guillermo Borger, le hiciera un fuerte reclamo de “justicia de inmediato”.

“Diecisiete años de búsqueda sin resultados son demasiados(…) Hoy decimos: no podemos seguir esperando; éste no es un evento político; venimos a santificar los nombres de nuestros muertos”, advirtió Borger en un discurso que causó un profundo malestar en la Casa Rosada y que pareció marcar el endurecimiento de un dirigente de la comunidad judía que era visualizado como un aliado del kirchnerismo. Y que había comenzado su gestión, en junio de 2008, con una promesa que no pudo cumplir: “Abandonar la exposición pública” para dejarle ese papel a la DAIA, representación política de la comunidad judeo-argentina.

¿Implican las palabras del presidente de la AMIA un viraje en la relación con el gobierno nacional, que alterna gestos como la denuncia contra Irán ante la ONU con el sostenimiento de aliados internos como Luis D’Elía y externos como el presidente venezolano Hugo Chávez, considerados hostiles hacia los judíos? El que lo niega es el propio Borger, que, en diálogo con Enfoques, elogió la actitud del Gobierno a favor de la indagatoria a los iraníes que están sospechados de haber participado en el atentado, pero advirtió que “llegó el momento de decir basta” porque “ya no se puede decir decir ‘seguimos esperando, seguimos confiando'”, y, en especial, porque estima que la investigación sobre el tema “está hoy, prácticamente, en foja cero”.

Incluso fue más allá cuando advirtió que el estancamiento de la investigación puede favorecer un tercer atentado: “Que no tengamos justicia, no se determinen los acusados y no tengamos gente detenida es tierra fértil para cualquier cosa. Estamos más atentos y más preparados [en la comunidad judía], pero ante un terreno fértil, no resuelto judicialmente, la posibilidad existe”.

Video: “La presidenta debe mostrar voluntad política para que se determine justicia”

 

 

Y sobre un representante del kirchnerismo con claro tufillo antisemita como el ex piquetero Luis D’Elía, al que la Presidenta no desautorizó nunca públicamente, Borger dijo: “Nos cuesta entender que un personaje como él tenga algún aval de la Nación”. Y reveló que la misma Cristina Kirchner le había expresado personalmente a la AMIA que el controvertido dirigente social era “un personaje oscuro que seguramente está financiado por intereses extraños”.

De 62 años, cuatro hijos y con padres que fueron sobrevivientes del Holocausto, Borger es un empresario que maneja la AMIA desde hace tres años en representación del Bloque Unido Religioso (BUR), una línea interna que representa a los judíos ortodoxos y que se enfrenta al sector liberal en temas como matrimonios mixtos, entierros y otros reconocimientos de los conversos.

Precisamente, Borger comenzó su mandato con una fuerte controversia por declaraciones supuestamente efectuadas al diario Clarín, que él desmintió, en las que afirmaba que quería representar a los “judíos genuinos”, que son los que “tienen una vida basada en todo lo que dictamina la Torá”. La polémica no le quitó respaldos internos al sector de Borger, que volvió a ganar las elecciones realizadas en la AMIA en abril pasado: obtuvo el 41% de los votos frente al 35% del sector laico que lidera Luis Grynwald, aunque, como es un sistema de elección indirecta, las negociaciones para conformar la nueva conducción aún siguen sin resolverse.

-Su reclamo de justicia ante la Presidenta causó mucho impacto, sobre todo en el Gobierno, que lo consideraba un aliado. ¿Qué cambió como para que usted se endureciera?

-Fue una llamada de atención lógica. Estamos hablando de diecisiete años después del atentado más terrible que sufrió la Argentina. No se puede decir “seguimos esperando, seguimos confiando”. Sería un discurso más, pero llegó el momento de decir basta. Por supuesto, la presencia de la Presidenta y de gran parte del gabinete muestra una solidaridad, una adhesión y una voluntad política de trabajar con nosotros. Está fuertemente demostrado que el autor intelectual de este acto de barbarie ha sido Irán. Por eso, a través del discurso de Néstor Kirchner en Naciones Unidas se logra el pedido a Interpol, con la anuencia de más de 70 naciones del mundo, de la máxima alerta respecto de ocho ciudadanos iraníes. Esto se reiteró en los tres últimos discursos de la Presidenta ante las Naciones Unidas, en los que pidió que se presentaran los iraníes ante la justicia argentina para demostrar, como ellos dicen, su inocencia. No sólo jamás hubo ninguna respuesta sino que uno de los principales implicados, Ahmad Vahidi, fue ascendido al rango de ministro de Defensa en Irán. Todas estas paradojas hacen que digamos basta. Agradecemos la presencia de la Presidenta en el acto, pero ella debe mostrar voluntad política para que el Poder Judicial actúe y finalmente se haga justicia. En 2012 se cumplirán 18 años desde que esperamos tener que hacer solamente un acto de homenaje y no de reclamo. Es interesante: el número 18, en hebreo y en numerología, significa vida. Entonces, basta de muerte antes de llegar al año 18.

-¿Qué es lo que le faltaría al Gobierno para mostrar un mayor compromiso en el esclarecimiento del atentado?

-Desconozco cómo son las mecánicas internas, cómo se trabaja entre el Poder Ejecutivo y el Judicial, pero entiendo que la Presidenta tiene el poder de sugerir, de manifestar, de actuar; se debe articular entre los poderes del Estado para que después de 17 años se haga justicia. Hubo alguna esperanza cuando la Corte Suprema, en un fallo histórico, revalidó gran parte de lo actuado en esta compleja y complicada causa. Debemos recordar que todo lo llevó adelante el juez Galeano, un joven juez sin experiencia, en un juicio plagado de irregularidades… Ahora, el fiscal Nisman está impulsando un nuevo juicio oral y pidiendo prisión para Telleldín, que, está demostrado fuertemente en la causa, fue quien proveyó el coche bomba y que él puede revelar todas las relaciones. La última luz de esperanza la tuvimos hace dos años gracias a la Corte Suprema. Hoy estamos, prácticamente, a foja cero.

-A usted lo critican algunos por estar demasiado cerca del gobierno nacional. ¿Le molesta esa caracterización? Y, en todo caso, ¿por qué ahora parece menos oficialista?

-No, estamos con el gobierno de turno porque articulamos muchas cuestiones desde el área social. Nosotros trabajamos con el gobierno de la Ciudad, con provincial y con el de la Nación, por supuesto. AMIA es una mutual, la organización no gubernamental más importante de la comunidad judía en América latina. Articulamos acciones con la Nación porque ellos saben que nosotros lo hacemos bien y entonces nos ayudamos mutuamente. De hecho, nuestra red de empleo está replicada a nivel nacional con acuerdos que tenemos con el Ministerio de Trabajo, al igual que lo hacemos con la ciudad, con la ministra María Eugenia Vidal, de Desarrollo Social. De hecho, la red de empleo de AMIA, que es para dar trabajo a todos los argentinos, ni siquiera pregunta de qué religión es, está abierta a toda la sociedad. Y el 97% de quienes buscan trabajo en nuestros padrones no es gente de la colectividad. ¿Qué cambió en nuestro discurso? Que son 17 años sin lograr justicia y que es el momento de exigirla. No me duele que me digan kirchnerista, pero no es cierto. Estoy en favor de quien trabaje con nuestra comunidad, de quien nos ayude, y este es un gobierno con el que pudimos trabajar juntos en favor de la sociedad y que se hizo cargo de los reclamos para esclarecer el atentado.

También se ve una dualidad en el kirchnerismo. Existe un discurso de la Presidenta ante la ONU y la presencia en el acto del lunes, pero también, por otro lado, no rompe relaciones con Irán ni con D’Elía, y tiene una relación privilegiada con el gobierno de Hugo Chávez. Esto los debe preocupar…

-Obviamente hay manejos políticos complejos, algunas dualidades que son difíciles de entender. Nos cuesta entender que un personaje como D’Elía tenga algún aval desde la Nación, ya que es contradictorio. Hablando con la Presidenta, ella manifiesta que es un personaje oscuro que seguramente está financiado por intereses extraños.

-¿Eso se lo dijo Cristina Kirchner?

-Sí. Así es porque yo se lo pregunté también.

-¿Financiado por qué intereses?

-Cristina no me manifestó qué intereses lo sostienen, pero entiendo que él está financiado directamente por Irán. También lo demostró con sus visitas a Irán y al hablar desde la ignorancia.

-¿Por qué ella no desautoriza públicamente a alguien de su espacio como D’Elía?

-No tengo idea. No soy un analista político.

-Usted había advertido que la falta de avances en las investigaciones de los atentados contra la AMIA y contra la embajada de Israel podrían favorecer la posibilidad de un nuevo atentado en la Argentina. ¿Sigue pensado lo mismo?

-Por supuesto. Que no tengamos justicia, no se determinen los acusados y no tengamos gente detenida es tierra fértil para cualquier cosa. Estamos más atentos y más preparados [en la comunidad judía], pero ante un terreno fértil, no resuelto judicialmente, la posibilidad existe.

-Usted arrancó su gestión con unas famosas declaraciones sobre los “judíos genuinos”, que luego desmintió, pero no evitó que se reforzara la percepción de que su sector parece cerrado frente a ciertos avances o realidades de la sociedad actual, como los matrimonios mixtos o el reconocimiento de los derechos de los judíos conversos.

-Nunca dije que voy a trabajar para los judíos genuinos. Todos los judíos son ciento por ciento genuinos. Hay quien observa más o menos en todas las religiones, pero no se puede ni calificar ni descalificar un trabajo, una gestión, una comisión directiva porque se use o no la kipá. En mi vida privada yo cuido el Shabat, mi ritual de comida, pero me considero una persona abierta, moderna. Trato de estudiar y prepararme cada día, al igual que cualquiera de mis compañeros de más o menos ortodoxia. No hay un tema que pueda calificar o descalificar mejor por ser observante o no. Hay cuestiones de ley por supuesto, hay un reglamento, una Torá, que es la Biblia que determina algunos parámetros de nuestra vida. Eso es una determinación, un código de vida. La luz roja me muestra que yo tengo que frenar y no puedo salir a decir: “A mí no me gusta la luz roja y no freno”.

-¿No cree en ninguna modernización de los rituales religiosos, en ninguna adaptación a lo que sucede en estos días?

-No, la modernización está. Nuestra Biblia está permanentemente actualizada. Hay muchísima gente viviendo en este contexto, con estos parámetros y no deja de ser moderno. Entre ellos, modestamente, mi familia. Vivimos en esta sociedad que acompañamos y nos abrimos tanto en lo empresarial desde mi comercio como en mi vida junto a mis hijos, con estos parámetros de observancia, pero para nada nos inhabilita o nos hace ser menos modernos que el resto.

-¿Le duele la acusación de “sectario”?

-Me duele porque es inapropiado, no es cierto. Todo lo contrario: estamos abiertos a escuchar, a dialogar, a desmentir cualquier versión que no sea comprobada y estudiada. Me duele mucho cuando se habla desde la ignorancia, cuando se sale a decir “eso es muy antiguo, tenemos que abrirnos a todo el mundo” sin ningún fundamento. Analicemos, estudiemos y actuemos.

-¿Nuestra sociedad es antisemita?

-No, la sociedad no es antisemita, sí hay pequeños grupos antisemitas recalcitrantes. De hecho lo hemos tenido, y esto me llama la atención, en las elecciones de la Ciudad de Buenos Aires a un [Alejandro] Biondini que debe de tener sus amigos, su gente… Hay pequeños grupos, y son minúsculos pero debemos estar atentos.

-De todas formas, hay un componente de intolerancia bastante evidente en nuestra sociedad. No solamente lo deben de sufrir en la comunidad judía, pero ¿hasta qué punto le preocupa, lo afecta?

-Me preocupa y siempre me llama la atención. Pero remarco que, en realidad, cuando me hablan de tolerancia respecto de los judíos, yo no quiero que me toleren, quiero que me respeten, que sepan por qué soy así. “Estudiá, verificá, entendé, conversemos, tomemos un café, no quiero que me toleres”. Tolerar me suena a… [medita unos segundos sin encontrar la palabra adecuada] Habría que verificarlo en el diccionario, pero tolerar es como decir: “Tenés que aguantarme como soy”. Y yo no quiero que nadie me aguante, no pido favores, no necesito que me paguen ni que me cobren esa factura. Soy un ser humano. Merezco el respeto, no la tolerancia.

Título original:”Que no se haga justicia es tierra fértil para un nuevo atentado”