YNET/ TRADUCCIÓN: MARIO NUDELSTEJER

En Israel, las protestas acerca de los precios de vivienda continuaron esta semana con docenas de estudiantes marchando desde la “ciudad de las tiendas (de campaña)” hacia el Boulevard Rothschild en Tel-Aviv, hacia las oficinas de gobierno. Los manifestantes vestían camisas rojas (lejos de los movimientos chapistas de Venezuela) y golpeaban botes de basura con palos.Adicionalmente, la Histadrut (Confederación de Trabajadores) anunció que se uniría a las protestas el domingo (31 de julio) si hasta esta fecha no se hacía un progreso significativo en las pláticas que se llevan a cabo entre “agentes relevantes”. El titular de la Histadrut, Ofer Einí explicó que “Había una clase media, que ahora está desapareciendo. Sin embargo, todavía hay soluciones”.Mientras tanto la policía, a lo largo del país propugna por impedir la colocación de más casas de campaña de manifestantes, que se han ampliado a varios parques municipales. En Beer Sheva los oficiales dispersaron a manifestantes que acampaban frente al edificio de la municipalidad.Los organizadores de estas protestas en la ciudad de Netanya se han quejado de que la municipalidad intentaba lanzarlos del lugar de la protesta –frente a unas torres de lujo en un vecindario de alto nivel. Dicen que no se amedrentarán, a pesar de que los inspectores están multando a quienes apoyan esta campaña, dentro de sus vehículos.

Al Sur de Tel-Aviv, los inspectores municipales llegaron a un campamento callejero, a las 04:00 de la madrugada con órdenes de evacuación mientras los manifestantes dormían, y de inmediato surgieron las quejas por acoso, ya que les despertaron a horas tan tempranas.Por ejemplo, las órdenes colocadas en 15 de las tiendas de campaña en el Parque Levinsky consignaban: “Instalar una tienda en un parque público sin un permiso es en contra de la ley. Por la autoridad de que me inviste el Alcalde, les demando levantar inmediatamente esta tienda”.Por su parte Yoni Yehezkel, uno de los líderes de la protesta en el Parque Levinsky, señaló que los inspectores han advertido a los manifestantes que si no evacuan inmediatamente, la policía los dispersaría por la fuerza. Pero no hubo movimiento en este sentido para alejarse del Parque. “¡La gente no requiere de permiso!”, fue la respuesta airada y a gritos a esa demanda.Sin embargo, Yehezkel es empático con los inspectores pues “ellos no pueden oponerse a cumplir con su trabajo o lo perderán”, afirmó. “Pero podemos decir que definitivamente se identifican con nosotros, aunque no lo digan”.‘

El Primer Ministro no ha mencionado nada sobre vivienda pública

El martes 26 de julio el Primer Ministro, Benjamin Netanyahu aparentemente no había hecho caso de las protestas populares, y los manifestantes se mostraron inamovibles durante la noche.Ana Malka, madre soltera de 36 años con tres hijos, explicó por qué se ha sumado a estas protestas. Dijo que había sido aceptada para obtener vivienda popular a precio preferencial en Jerusalén desde hace 8 años pero, al igual que otras 4 mil familias en la línea de beneficios, no los ha recibido aún. Y añade que eso es el resultado de que a lo largo de 10 años no se ha construido nada en este sentido.De acuerdo a los datos del Ministerio de Construcción y Vivienda, casi la mayoría de los 90 mil apartamentos asignados a vivienda pública están ya ocupados. La ayuda ofrecida a 140 mil familias elegibles para ello también ha caído considerablemente, y está actualmente entre NIS (Nuevos Shekel Israelíes) 750 – 1,500 (U$220 – U$440).

“El plan de Netanyahu ni siquiera nos menciona”, afirmó otro manifestante a Ynet que le entrevistó: “No aceptaremos ninguna otra oferta del Primer Ministro que no incluya una solución para el tema de la vivienda popular”, puntualizó.“Miles de palabras se han dicho en la conferencia de prensa acerca de vivienda a precio adquirible, pero dos palabras –‘vivienda popular’- no fueron mencionadas”, comentó Karen Shemesh Perelmuter, quien encabeza una organización de ayuda legal. Y añadió: “Este es un tema que ha sido abandonado en los años pasados y concierne a las personas más vulnerables de la sociedad israelí”.