AGENCIA JUDÍA DE NOTICIAS

La Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos designó al ganador del premio Pulitzer Philip Levine (foto) como Poeta Laureado Consultor en Poesía para el período 2011-2012, según informó el diario israelí Haaretz.
El anuncio fue efectuado por el bibliotecario de la entidad, James Billington, quien agregó que el galardonado asumirá su función el mes próximo y el lunes 17 de octubre abrirá la temporada literaria anual de la Biblioteca, con la lectura de su obra en el auditorio Coolidge.

“Philip Levine es uno de los grandes poetas narrativos de los Estados Unidos”, lo describió.
“Su franco lirismo ha consagrado, desde hace medio siglo, el arte de contar ‘La simple verdad’ sobre el trabajo en una fábrica de automóviles de Detroit y sobre el duro trabajo que hacemos para darle sentido a nuestras vidas”, agregó Billington.

La tarea del poeta laureado es abrir y cerrar -en mayo- la temporada literaria, durante la cual planea eventos especiales y sugiere autores a leer en la serie literaria.

Levine nació en Detroit (Michigan), en 1928, de padres judíos inmigrantes de Rusia.
Mientras crecía se topó con el antisemitismo del padre Coughlin, un sacerdote local que hablaba a favor de Hitler por la radio.

Levine es autor de 20 libros de poemas, el más reciente de los cuales es “News of the World” (Noticias del mundo), en 2009.

Ganó el premio Pulitzer en 1995, por “The Simple Truth” (La simple verdad), y dos veces el del Libro Nacional: en 1991, por “What Work Is” (Qué es el trabajo), y en 1980, por “Ashes: Poems New and Old” (Cenizas. Poemas nuevos y viejos).

Este mismo texto le valió el galardón del Círculo de Críticos en 1979, al igual que “7 Years From Somewhere” (7 años de alguna parte).

Y en 1975 ganó el Premio de Poesía Lenore Marshall, por “Names of the Lost” (Los nombres de los perdidos).
“Creía que si podía transformar mi experiencia en poesía, le daría el valor y la dignidad que no comienza a tener por sí misma”, dijo alguna vez Levine sobre sus trabajos en plantas industriales.

“También pensé que si podía escribir sobre eso, podría llegar a entenderlo; y creía que si podía entender mi vida -o al menos, la parte de mi trabajo-, podría abarcarla con cierto grado de alegría, un elemento notoriamente ausente de mi vida”.
CGG