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23 de agosto 2011-La mayoría de los países del mundo se están preparando para reconocer un Estado Palestino en Septiembre. Pero, Palestina, ¿realmente califica?

Dentro de unas pocas semanas, una abrumadora mayoría en la Asamblea General de las Naciones Unidas votará por un reconocimiento colectivo de un Estado Palestino. Pero, ¿que “Estado Palestino”?. De los tres estados Palestinos que la asamblea podría reconocer, dos son reales y se podría argumentar que cumplen con las condiciones necesarias para conformar un Estado. Pero es el tercero, totalmente imaginario, el que la asamblea ira a reconocer, uno que carece de un gobierno en funcionamiento, y que no cumple con las condiciones requeridas por la ley internacional.

Según los estándares legales actuales, la Convención de Montevideo sobre los deberes y derechos de los Estados, de 1933, un “Estado, como persona de derecho internacional posee las siguientes calificaciones: a) una población permanente; b) un territorio definido; c) gobierno y d) capacidad para relacionarse con los otros estados”.

Tanto la entidad palestina controlada por el Hamas en Gaza, y la entidad rival palestina gobernada por el Fatah en la ribera occidental, podría decirse que cumplen con estos cuatro criterios de las leyes de los estados. El que las Naciones Unidas irá a votar, no cumple con los mismos.

El Hamas controla una población permanente en un territorio definido (Gaza, dentro de la lineas de armisticio de 1949). Gaza tiene un gobierno funcionando -si bien odioso-, y conduce relaciones internacionales con un gran número de estados. Desde un estricto punto de vista legal, Gaza podría constituirse en un Estado, otra adición miserable a un mundo muy imperfecto.

Por supuesto, un Estado de Hamas en Gaza no es algo que la mayor parte del mundo desee ver. Un Estado de Hamas aliado a Irán sería un duro golpe a la paz y seguridad internacionales, y no merecería el reconocimiento de ninguna democracia

Seria un Estado emergido del golpe militar de Junio de 2007, un estado que se empeña en violaciones a gran escala de tratados de obligaciones y derechos humanos. Tampoco Hamas está buscando la declaración de Estado solo para Gaza. Lo que Hamas quiere es, eventualmente, el total de la Palestina del Mandato, que comprende no solo Gaza y la ribera occidental, sino también el actual estado de Israel. Gaza sola, es un premio demasiado pequeño para una ambición tan grande. Por lo tanto, este posible Estado no está en las tratativas.

La entidad palestina que gobierna la margen occidental también podría cumplir con los requisitos legales para formar un Estado, y tendría mayor apoyo internacional. Tiene un gobierno funcionando (la Autoridad Palestina), una población permanente, y relaciones internacionales con un gran número de estados. También controla un territorio definido, que comprende lo que son denominadas áreas A y B en el tratado Oslo II de septiembre de 1995, mas un territorio adicional transferido por Israel en posteriores acuerdos. (Area A es la zona controlada en lo civil y en seguridad por la Autoridad Palestina, y Area B es la zona con control de la Autoridad Palestina en lo civil y con control conjunto palestino-israelí en el tema de seguridad.) La entidad gobernada por Fatah en la ribera occidental dentro de estas líneas también podría ser reconocida como Estado bajo la ley internacional.

Pero Fatah, la AP, y el más amplio OLP no están buscando la declaración del Estado para esta entidad del margen occidental que podría cumplir con los requisitos legales. Su demanda mínima es un Estado que incluya Gaza junto a la ribera occidental, el este de Jerusalem, y todas las otras zonas que estuvieron bajo control jordano y egipcio antes de 1967. Fatah, la AP y la OLP están demandando la titularidad sobre tierras que no están bajo su control, sino de Hamas e Israel.

A diferencia de las otras dos entidades palestinas que existen actualmente, y que podrían ser reconocidas como estados porque parecen cumplir con los requisitos legales, la entidad palestina que será reconocida por mayoría en la Asamblea General en Septiembre próximo, no existe realmente sobre la tierra. Es imaginaria, es una aspiración, pero no es real. Y no cumple con los requerimientos legales.

Primeramente, tendría dos presidentes rivales que persiguen políticas incompatibles entre sí. Mahmoud Abbas se presenta a si mismo como el Presidente de la entidad que reclama el reconocimiento en la Asamblea General de las Naciones Unidas, pero ya no es considerado presidente por el Hamas, el partido político mayoritario en el presunto estado. Y Hamas tiene sus propias leyes palestinas en su lado de la disputa. Abbas fue elegido en 2005 para servir hasta Enero del 2009, o sea que su término ha expirado. En 2009, extendió unilateralmente su período por un año, hasta Enero de 2010 (extensión que también ha expirado), pero esa extensión no está de acuerdo con el artículo 65 de la constitución palestina, la Ley Básica.

Hamas, que controla la mayoría en el ahora difunto Consejo Legislativo Palestino, se opuso a la extensión. Según el artículo 65 de la Ley Básica, el presidente legal de Palestina desde Enero de 2009, es el portavoz del Consejo Legislativo, Abdel Aziz Dweik, un diputado representante de Hamas. El partido mayoritario palestino, Hamas, considera a Dweik, no a Abbas, como presidente legal de Palestina, apoyado en las leyes.

En segundo lugar, el Estado que la Asamblea General reconocerá, tendrá también dos primeros ministros rivales que siguen políticas incompatibles entre sí. Hamas no reconoce la autoridad de Abbas para nombrar a Salam Fayyad como primer ministro, porque Abbas no es legalmente el presidente de Palestina según el artículo 65 y porque Fayyad no ha sido designado como primer ministro por el Consejo Legislativo Palestino como requiere el artículo 66 de la Ley Básica. Ni su primer nombramiento, en Junio 15 de 2007, ni su nuevo nombramiento en Mayo 19 de 2009 fueron confirmados por el Consejo Legislativo Palestino como es requerido. Hamas, que controla la mayoría en el CLP, considera que el primer ministro legal de la Autoridad Palestina, continua siendo Ismail Haniyeh, líder de Hamas. Haniyeh fue nombrado por el CLP como primer ministro en Febrero de 2006. Abbas destituyó a Haniyeh el 14 de Junio de 2007, luego del golpe militar en Gaza, pero Haniyeh considera que su decreto violó los artículos 45, 78 y 83, y que el continua ejerciendo la autoridad de primer ministro bajo el artículo 83. El CLP también reconoce la autoridad de Haniyeh como primer ministro. También aquí, Hamas tiene la ley de su parte.

En tercer lugar, este Estado putativo de “Palestina” tendrá también una legislatura que jamás se reúne. Electa el 25 de Junio de 2006, por un término de 4 años, el CLP no ha aprobado leyes, elegido ministros o conducido reuniones desde 2007. En su lugar, Abbas dice, “es mi derecho como presidente legislar leyes y decretos. Estos decretos son legales, todo el tiempo en que el CLP no esté en condiciones de convocarse.”

Es común entre los observadores palestinos y sus patrocinadores en Occidente, atribuir la falta de acción del CLP al hecho de que Israel arrestó a 21 de sus miembros más radicales en junio de 2006, luego del secuestro de Guilad Shalit, la mayoría de los cuales aun están detenidos. El centro Carter, por ejemplo, declara, “con la mayoría de sus representantes en prisiones israelíes, el CLP nunca logró el quórum requerido para reunirse, y de ahí que fuera incapaz de llevar a cabo sus funciones legislativas. Pero el CLP tiene 132 miembros, de los cuales menos de 20 están detenidos en Israel, y el quórum requerido por el CLP es de uno mas que la mitad de sus miembros -67- presentes. Por lo tanto, no es Israel quien está impidiendo la constitución del quórum.

En realidad, ninguna de las facciones enfrentadas en el gobierno de Palestina esta interesada en el funcionamiento del CLP, por diferentes razones. Hamas no desea sesiones para crear nuevas leyes o enmendar las existentes, dado que su mayoría se ha diluido, especialmente porque teme enmiendas desfavorables en la ley electoral. Y Fatah está muy conforme viendo a miembros de Hamas en la cárcel, porque tampoco ellos desean la reunión del CLP, que podría imponer la Ley Básica reemplazando a Abbas y Fayyad. El presidente del parlamento, Dweik, al que Hamas considera el presidente legal de Palestina, ha dicho de su propio arresto por Israel, “cualquier acción que impida nuestra actividad en el parlamento ha sido bienvenida por muchos, entre ellos, la Autoridad Palestina”.

Cuarto: esta Palestina que la Asamblea General reconocerá, carecerá también de la habilidad de realizar elecciones presidenciales o legislativas como requiere el artículo 47 de su Ley Básica – no por que Israel lo impedirá, sino, nuevamente, debido a la rivalidad entre los líderes palestinos, que hará imposible que esto ocurra. El mandato presidencial de Abbas definido constitucionalmente expiró en Enero de 2009, y los mandatos de los representantes del CLP caducaron el 25 de Enero de 2010, por lo que deberán realizarse nuevas elecciones. La ley electoral palestina de 2005, Ley No.9, articulo 2, que Hamas reconoce, y la ley electoral de reemplazo decretada unilateralmente por Abbas, artículos 2 a 4, que Hamas considera una usurpación ilegal del poder, requiere elecciones, pero no hay elecciones a la vista. Ninguno de los rivales quiere elecciones que se realicen según las reglas electorales reconocidas como legales por la otra parte, y ninguno va a permitir al otro competir libremente en los territorios que controla, como requieren ambos reglamentos.

Así están las cosas. La Asamblea general tomara una decisión remarcable sobre todo esto en las próximas semanas. En vez de reconocer cualquiera de las dos entidades que existen actualmente, cada una de las cuales presentan muchos de los atributos de estado requeridos por la ley internacional, la Asamblea General creará un Estado imaginario con dos presidentes incompatibles, dos primeros ministros rivales entre si, una constitución cuyas leyes mas importantes son violadas por ambas partes, una legislatura que no funciona, incapacidad para sostener elecciones, una población mayormente fuera de su control, bordes que anexarían territorio bajo control de otros poderes, y ningún plan de solución para ninguno de estos conflictos. Será una resolución que sembrará las simientes para futuras guerras civiles e internacionales, no una que propicie la paz.