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“Sucia cara de judío”, “la gente como ustedes debería estar muerta” o “amo a Hitler”. Apenas unas frases bastaron el pasado mes de febrero para arruinar la carrera y la reputación de uno de los más célebres modistos del mundo, el británico John Galliano. El jueves, un tribunal de París anunciará si el excéntrico creador será castigado también jurídicamente.

Durante el proceso, la fiscalía exigió una multa de al menos 10.000 euros (14.000 dólares). Galliano alegó sus graves problemas de adicción y afirma que no recuerda nada.

¿Será la sentencia el triste final de una gran carrera, o el punto de partida para un nuevo comienzo? El mundo de la moda debate ardientemente sobre la cuestión. Y es que Galliano fue despedido en marzo de Dior, la casa para la que ejercía de director creativo, pero los últimos meses se han sucedido apoyos inesperados para el modisto.

Célebre apoyo

Así, la supermodelo Kate Moss eligió para su boda un vestido de Galliano. El director gerente de Boss, Claus Dietrich Lahrs, calificó al británico de “gran artista” y declaró: “La atención que hoy en día disfrutan determinadas marcas, y con ello sus cerebros creativos, ha aumentado enormemente. Y no todos lo llevan igual.”

Según el diseñador Jean-Paul Gaultier, todo lo que Galliano “ha hecho hasta ahora pone de manifiesto que no es racista”. Incluso un testigo de la acusación dijo durante el proceso que no cree que el modisto sea antisemita.

¿Culpable o inocente?

Sin embargo, los indicios apuntan a primera vista en otra dirección. Galliano insultó presuntamente en dos tardes a clientes en un restaurante de París. “Sucia cara de judío, ¡deberías estar muerto!” y “jodida mierda asiática” son dos de las expresiones que se le atribuyen.

Un video anónimo echó más leña al asunto. En él, Galliano aparece diciendo “I love Hitler” (amo a Hitler) e insulta a los clientes de un bar. “La gente como ustedes debería estar muerta. Sus madres, sus antepasados, todos deberían haber sido gaseados”, se escucha.

El propio Galliano subrayó que no se reconoce en el video. Precisamente como homosexual ha luchado toda su vida contra los prejuicios, la intolerancia y la discriminación, dijo durante el proceso, y pidió perdón. “Condeno el racismo y el antisemitismo. No hay lugar para eso en nuestra sociedad”.

El jueves, un tribunal de París anunciará si sus palabras sirven como disculpa. Después, el sector de la moda tendrá que decidir si concede una segunda oportunidad a su estrella caída en desgracia. “Espero que en algún momento regrese”, dijo su abogado, Aurélien Hamelle, a finales de junio. Mientras, el modisto combate su adicción al alcohol y las medicinas.