AJN.- La presidenta Cristina Kirchner estará acompañada por los líderes de la comunidad judía argentina cuando se presente, el 21 de septiembre, en la Asamblea General de la ONU y reitere su reclamo a Irán para que colabore con la Justicia en la causa por el atentado a la AMIA. Esta vez el viaje no será tan cómodo para la dirigencia porque durante la reunión se debatirá un pedido de la Autoridad Palestina para que se reconozca un inexistente Estado propio y, en forma paralela, se desarrollará la conferencia conocida como Durban III, que tendrá grandes dosis de antisemitismo y antiisraelismo.

La presidenta Cristina Kirchner estará acompañada por los líderes de la comunidad judía argentina cuando se presente, el 21 de septiembre, en la apertura del debate general del 66º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y reitere su reclamo a Irán para que colabore con la Justicia en la causa por el atentado a la AMIA.

La Presidenta, quien también encabeza el G-77, un foro de 130 países en vías de desarrollo, podría aprovechar esa oportunidad para responder a la propuesta de colaboración condicionada realizada en julio por la república islámica.

También se espera que repudie el terrorismo internacional y subraye que su país fue víctima del mismo en dos oportunidades, ya que al mencionado ataque del 18 de julio de 1994 lo precedió otro contra la Embajada de Israel, el 17 de marzo de 1992, que arrojaron un saldo total de más de un centenar de muertos.

El titular de la DAIA, Aldo Donzis, y el vicepresidente de la AMIA en ejercicio de la presidencia, Ángel Barman, confirmaron que viajarán a Nueva York en diálogo con la Agencia Judía de Noticias (AJN).

“Estamos seguros de que nuestra Presidenta no va a bajar los brazos en el reclamo de justicia para el esclarecimiento del atentado a la AMIA”, expresó Barman.

En el mismo sentido se manifestó el secretario general de esta entidad, Julio Schlosser, quien se mostró “convencido” de que Kirchner “va a reiterar su fuerte reclamo a la República Islámica de Irán”.

Asimismo, el dirigente comunitario sostuvo que espera que la mandataria vuelva a exigir, en el seno de la ONU, que el gobierno iraní “entregue a las personas sospechadas de haber pergeñado, programado o ser los autores intelectuales del atentado más grave que sufrió la Argentina en su historia”.

Los dirigentes de la AMIA tienen una amplia agenda de actividades, que incluye reuniones con diplomáticos y funcionarios de distintos gobiernos y líderes de la comunidad judía internacional.

Ambos dirigentes ya fueron acreditados para presenciar el discurso de la Presidenta en la ONU.

Durante su gestión, Kirchner mantuvo vivo el reclamo por la falta de colaboración iraní, dando continuidad a la decisión política de su antecesor, Néstor Kirchner, quien en 2007 denunció en ese foro la indiferencia de la república islámica.
El año pasado, la mandataria no sólo renovó su reclamo de justicia por ambos atentados, sino que además propuso a Teherán que “se elija de común acuerdo un tercer país donde las garantías del debido proceso estén vigentes” para juzgar allí a los imputados iraníes.

Pero esta vez el viaje no será tan cómodo para la dirigencia comunitaria porque durante la reunión se debatirá un pedido de la Autoridad Palestina para que se reconozca un inexistente Estado propio y, en forma paralela, se desarrollará una “reunión de alto nivel” para conmemorar el décimo aniversario de la aprobación de la Declaración y el Programa de Acción de Durban, conocida como “Durban III”, que tendrá grandes dosis de antisemitismo y antiisraelismo.

En la Asamblea General de la ONU, la delegación argentina tomó la iniciativa de retirarse del acto cuando fue el turno del presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, adoptando una actitud que los países europeos habían llevado adelante previamente en la Conferencia de Durban II, que se celebró en Ginebra.

En las instituciones argentinas hay una cauta expectativa respecto de cuál será la posición oficial  en ambas oportunidades, máxime si se tiene en cuenta que la Argentina ya reconoció a un inexistente Estado palestino y había participado de la polémica conferencia llevada a cabo en Sudáfrica en 2001, en la cual abundaron los agravios contra los judíos e Israel.