Una década después del 11 de septiembre de 2001 contra los Estados Unidos, la guerra contra el terrorismo no ha terminado, sino que está en su apogeo, dijo el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

Las democracias en todo el mundo deben unirse para seguir luchando contra los islamistas radicales, expresó a su gabinete, en la reunión semanal en Jerusalem.

El primer ministro Benjamin Netanyahu

Foto AP

“El islamismo radical es una amenaza para regímenes moderados, sean árabes o musulmanes”, dijo.

“El terrorismo es la herramienta de los radicales”. “Estamos en una década de terrorismo”.

“La amenaza es contra todos nosotros, contra los regímenes y la estabilidad en el Medio Oriente, contra la seguridad de Israel, contra la seguridad de Europa y los Estados Unidos, y, en mi opinión, también en contra de la seguridad y la estabilidad de Rusia y muchos otros estados “.

“La lucha”, dijo Netanyahu, “no ha terminado. Todavía estamos en ella.”

Advirtió que, si los islamistas radicales obtuvieran el control de armas de destrucción masiva, la amenaza sería “infinitamente mayor”.

Un servicio oficial de remembranza del 9/11- con el embajador de EE.UU. a Israel Daniel Shapiro, las familias de las víctimas y altos funcionarios israelíes- fue programado para tener lugar en un parque de Jerusalem, el domingo por la tarde, junto a un monumento construido hace dos años y donado por el Jewish Nature Fund de los EE.UU.

Una declaración de la embajada de EE.UU. dijo que es el monumento más grande del 9/11 en el mundo excepto por el del Ground Zero, el antiguo sitio del World Trade Center que fue destruido en el ataque.