ANDREA MONTIEL
Si pudiera cambiar tu nombre,
te llamaría viento.
Así acariciarías siempre
los contornos de mi cuerpo.
Ya en mi adentro, aunque me ahogaras
te retendría para evitar exhalarte
y transformado en veneno
ese respiro de ti
sería el descanso.
Ilustración: Arnaldo Coen