RAQUEL LANIADO

Septiembre 2011- Recientemente tuve la oportunidad de representar a la Fundación Metta Saade, A.C. en la cumbre global de judíos innovadores que tuvo lugar en Jerusalén: el ROI Summit 2011, cuyas siglas en inglés se refieren al “retorno de la inversión”.

La comunidad ROI, de la que ahora formo parte, está conformada por 600 jóvenes de todos los rincones del mundo: cantantes, ilustradores, comediantes, expertos en tecnología y redes sociales, educadores, artistas, empresarios, activistas sociales, medioambientalistas, políticos, líderes comunitarios, etcétera; todos con dos cosas en común: somos judíos y de algún modo buscamos generar un impacto positivo en nuestro entorno. La finalidad del encuentro, realizado gracias a la admirable generosidad y visión de Lynn Schusterman (Schusterman Family Foundation), es revitalizar la vida judía a nivel global mediante el reconocimiento de los individuos que forman parte de ella, capacitándolos, ofreciéndoles apoyo y difusión, pero sobre todo exponiéndolos unos con otros en un espacio diseñado especialmente para conectarse y crear.

Así, los 150 participantes de 25 países que asistimos al congreso de este año nos integramos a la comunidad ROI que desde 2006 sigue creciendo. Tuvimos la oportunidad de conocernos, colaborar, aprender, explorar posibilidades distintas y ubicarnos como individuos, profesionales y judíos en un plano contemporáneo, diverso y global.

Aunque tuvimos la oportunidad de aprender e inspirarnos al estar en contacto con personajes de una trayectoria muy consolidada, una significativa parte del contenido del encuentro fue aportado por los participantes y dispuesto en un formato profesional, original y preciso por el equipo de ROI, que hizo del programa no sólo la base sino el catalizador para que nosotros mismos compartiéramos nuestras experiencias, habilidades, talentos y visiones.

Otras compañeras mexicanas que también fueron parte de esta experiencia son: Karen Steiner, directora ejecutiva de CADENA, el Comité de Ayuda a Desastres y Emergencias Nacionales de la Comunidad Judía de México y Dina Buchbinder, creadora y directora de Deport-es para Compartir; un proyecto nacional que despierta la consciencia y actitudes de los niños a través de los deportes y los juegos, empoderándolos como agentes de cambio en sus comunidades. Uno de los objetivos de ROI que se materializó y cuya relevancia se hizo evidente, es el de crear una network de colaboración entre jóvenes innovadores judíos.

Propiciando las condiciones para el imprescindible contacto humano inicial en Jerusalén, ROI sembró semillas que, con ayuda de las redes sociales, están borrando fronteras y dando frutos desde ya. El networking es un proceso que dominamos y llevamos a cabo de manera inconsciente. Sin embargo a veces subestimamos el poder de una red de contactos o la limitamos a los ámbitos “frívolos y distantes” de Internet y/o de los negocios. En algunos contextos entendemos la palabra “contacto” como “palanca”, con sus connotaciones negativas (de aventajarse o sacar provecho): un contacto puede ser también una puerta abierta (una nueva amistad o un mero conocido) de la que no necesariamente debemos aprovecharnos, sino sólo percatarnos de que está allí y saber que tiene el potencial de convertirse en algo más que eso. Como la sra. Schusterman dijo: “sólo ponlos en el mismo lugar y las cosas pasan”, y así ha sido: un escenario ideal sobre el que ya se han tendido puentes, cultivado amistades, contactos y equipos de trabajo, se han trazado nuevos retos y sentado bases para, con el apoyo de ROI, crear hasta lo imposible. Y es que ella, como el equipo de ROI y la Fundación Metta Saade, intuye que los jóvenes buscan otro tipo de aproximación a su identidad y a su forma de relacionarse con el judaísmo; un acercamiento que implicaría definir y tomar nuevos retos para conservar los valores esenciales esta cultura milenaria e integrarlos a su día a día como individuos del siglo XXI. Es en este sentido que, con un enfoque contemporáneo e incluyente, la Fundación Metta Saade  A.C. apuesta por la articulación de visiones diversas que permitan explorar las expresiones y realidades del judaísmo y del pueblo judío; teniendo como objetivos reunir esfuerzos, promover y apoyar iniciativas que contribuyan al desarrollo de una comunidad creativa, propositiva y dinámica en ámbitos de cultura. Tanto en lo personal como en lo profesional, el encuentro también me ayudó a tener una perspectiva más amplia y externa de las comunidades judías latinoamericanas  ─particularmente la mexicana─ frente a algunas otras del resto del mundo.

Nuestra comunidad cuenta con una considerable oferta de opciones institucionales, grandes infraestructuras, habilidad organizacional, espacios, proyectos y recursos; sin embargo la participación de las generaciones jóvenes en las decisiones y el curso de la vida comunitaria aún es poco enérgica, poco arriesgada y más orientada a la estabilidad que a la innovación. A pesar de su peculiar división entre subcomunidades por origen geográfico, la comunidad judía mexicana en su totalidad se caracteriza por un fuerte sentido de pertenencia y unión. Sin embargo, aún se advierte una profunda vulnerabilidad ante el entorno, así como poca disposición para generar diálogos y establecer vínculos.

Pero, ¿para qué trasladarnos desde nuestro país de origen hasta la ciudad más compleja del mundo y conocer, sólo por mencionar algunos, a Evan Kleiman (EE.UU.), productor del documental Punk Jews; Ilja Sichrovsky (Austria), fundador de la Jewish Muslim Conference; Doron Samish (Israel), cofundador de Jewgether.org; Erica Lyons (China), fundadora y editora general de la revista Asian Jewish Life; Anja Waleson (Holanda), cofundadora del Festival de Cine Israelí y de Jewish Salons en Ámsterdam; la cantante Neshama Carlebach (EE.UU.), hija del Rabino Shlomo Carlebach; o Brian Elliot (EE.UU.), fundador y director de Friendfactor, una organización que defiende los derechos LGBT? Además de la red de contactos y el aprendizaje, para abrir los ojos a un judaísmo vibrante, dinámico y plural que, más allá de convencionalismos, se mantiene vivo precisamente por dar cabida a tal diversidad de manifestaciones.

Porque es una realidad que el pueblo judío ha desvanecido las fronteras para unirse, celebrar y trabajar en una constante redefinición de las relaciones entre el individuo y su comunidad; entre la comunidad y el mundo. Por la inspiración y el ejemplo que encarna de cada uno de estos personajes y sus proyectos. Ellos, relacionados directamente con el judaísmo o no, apoyados formalmente por alguna institución o no; invierten su tiempo, energía y creatividad para cambiar su mundo, que es el nuestro.

Para más información sobre la comunidad ROI, visita su sitio: www.roicommunity.org o su perfil: www.facebook.com/ROICommunity