El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, pidió al presidente palestino, Mahmud Abbas, reunirse hoy en Naciones Unidas para discutir los esfuerzos de paz en Oriente Medio.

“Reunámonos hoy en Naciones Unidas”, dijo Netanyahu durante su discurso ante la Asamblea General de la ONU, poco después de que Abbas presentase la demanda de adhesión a Naciones Unidas del Estado de Palestina.

Al tiempo que hizo esta propuesta, Netanyahu dijo ante la ONU que la base del conflicto con los palestinos es la negativa de éstos a “reconocer al Estado judío y cualquier frontera”.

“Fría” podría ser el adjetivo para describir la recepción reservada al Primer Ministro, después de los vítores a Abbas.

“No vine aquí a recoger aplausos, vine a decir la verdad” dijo Netanyahu, y es obvio que la verdad no es popular.

La verdad: “Israel quiere paz”, pero una paz anclada anclada en seguridad, basada en negociaciones.

Rememoró su llegada a la ONU y cómo, antes de llegar, visitó al Rabino de Lubavich quien le dijo: “Estás por servir en una casa de muchas mentiras. Pero recuerda que, aún en los lugares más oscuros,  la luz de una vela llega lejos”.

Recordó que el foro de la ONU ha sido, a través de la historia, el escenario de los más virulentos ataque contra Israel; relató las ofertas de paz hechas a los distintos dirigentes palestinos. La teoría: retirarse de los territorios traería la paz. “Esto no calmó la tempestad islámica, sino que la acercó y la fortaleció. Hezbolá y Hamás lanzaron millones de misiles de los territorios que dejamos”. Los moderados fueron vencidos por los fundamentalistas.

A quienes le reprochan la construcción de los asentamientos, replicó: “En Gaza, no congelamos los asentamientos: desarraigamos a miles de personas, trasladamos sinagogas y tumbas y dimos las llaves al Presidente Abbas”.

La AP colapsó en un solo día.

Netanyahu pidió la liberación de Guilad Shalit: “Si sólo votan una resolución,en esta Asamblea, que sea ésta. Shalit es el hijo de cada una de las familias de Israel”.

Exigió se reconozca el carácter judío del Estado de Israel, en específico de parte de los palestinos.

Finalmente, reconoció: “No puedo hacer solo la paz. Como dice un dicho árabe, una mano sola no puede aplaudir”.

Terminó con una referencia bíblica del libro de Isaías y de Génesis:”Ambos somos hijos de Abraham y compartimos la misma tierra”.