JOSÉ KAMINER T. www.ramatmexico.org – El 1º de Tishrei no es sólo el primer día del año, sino también su “Cabeza”. Así como la cabeza comanda al resto del cuerpo, del mismo modo en este día se predestinan todos los hechos que ocurrirán durante el año. Nuestros jajamim (sabios) nos enseñaron que los símbolos tienen muchos significados, y a fin de celebrar el inicio de un nuevo año pleno de buenas noticias se  instituyeron una serie de bendiciones con sus respectivos alimentos, para que sirvan de expresión concreta de nuestros anhelos y esperanzas.

Todos estos alimentos sirven para recordarle al hombre que está siendo juzgado y para impulsarlo a arrepentirse. Es sumamente importante evitar enojarse en este día. Aunque los Sabios enfatizaron que uno debe evitar enojarse durante todo el año, es especialmente importante que uno evite hacerlo en Rosh Hashaná. En vez de eso, uno debe vestirse en la alegría de D-os y llenar su corazón con buena voluntad y amor, de manera que su comportamiento también sea una señal favorable.

Los comentaristas posteriores explicaron que participamos de estos alimentos simbólicos en la noche de Rosh Hashaná porque durante el día no nos preocupamos con peticiones materiales, ya que las plegarias ofrecidas se dirigen a expresar nuestro reconocimiento de la soberanía de D-os. Sin embargo, aunque rezamos que el dominio de D-os sea reconocido por todos, la satisfacción de nuestras necesidades materiales también cumple un papel al permitirnos ocuparnos de las inquietudes del Cielo. Así, es apropiado que aludamos a estas necesidades físicas por medio del uso de símbolos.

Mojamos la porción de Jala usada para Hamotzi en miel – si uno no tiene miel, se usa azúcar. Algunos usan tanto sal como miel. Después de comer la Jala, se toma una tajada de manzana dulce y se moja en miel. Se recita la bendición de Bore Peri ha-Etz, se come la manzana, y luego se dice la siguiente plegaria: “Que sea tu voluntad renovarnos un año dulce y bueno.”

También se acostumbra comer diferentes vegetales sobre los que se recitan las plegarias correspondientes, incorporando los sonidos de sus nombres arameos. Algunos de estos son:

Silki [remolachas] – que sugiere el significado de la palabra “eliminar.” De ahí viene: ” Que tus enemigos sean eliminados.”

Kartii [puerros] – que sugiere el significado de la palabra “reducir.” De ahí viene: “Que tus enemigos sean reducidos.”

Kara [calabaza] – que sugiere el significado de la palabra “leer.” De ahí viene: “Que nuestros méritos sean leídos ante ti.”

Tamri [dátiles] – que sugiere el significado de la palabra “consumir.” De ahí viene: ” Que tus enemigos sean consumidos.”

Obviamente estos alimentos deben ser sabrosos y no amargos o agrios.

También se acostumbra comer una granada y decir, “Que nuestros méritos sean tan abundantes como las semillas de una granada.”

Algunos siguen la costumbre de comer la cabeza de un pescado, y decir: “Que sea Tu voluntad que seamos la cabeza y no la cola.” Algunos específicamente comen pescado como símbolo de bendición.

Todos estos alimentos sirven para recordarle al hombre que está siendo juzgado y para impulsarlo a arrepentirse. Es sumamente importante evitar enojarse en este día. Aunque los Sabios enfatizaron que uno debe evitar enojarse durante todo el año, es especialmente importante que uno evite hacerlo en Rosh Hashaná. En vez de eso, uno debe vestirse en la alegría de D-os y llenar su corazón con buena voluntad y amor, de manera que su comportamiento también sea una señal favorable.

Se acostumbra no comer nueces en Rosh Hashaná, o alimentos similares que aumentan flemas y podrían afectar nuestra concentración al rezar. Algunos mantienen que la costumbre de no comer nueces se basa en el hecho de que la gematria [valor numérico de las letras en hebreo] de egoz – nuez – es equivalente al de Jet – pecado, y hacemos todo lo que podemos para evitar cualquier sugerencia de pecado en Rosh Hashaná.

Asimismo, comer zanahorias, no es sólo para ver mejor en la oscuridad. Para Judíos Ashkenazim, las zanahorias simbolizan la palabra Yiddish “merren” que también significa mucho más.

Queremos un mayor número de todas las cosas buenas de la vida. Más salud, más felicidad, más éxito. Para los sefaradim, las zanahorias son un símbolo de la frase “Yikaretu oyveyjem” que sus enemigos fallen en sus malas intenciones y no tengan éxito.

Y, por supuesto, comemos Jalot redondas con la miel y las pasas, para que sea un año dulce y completo.