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29 de septiembre 2011- Partidarios del presidente sirio Bashar al-Assad lanzaron el jueves piedras y tomates al convoy del embajador estadounidense Robert Ford cuando visitaba a una figura de la oposición en Damasco, y Siria acusó a Washington de incitar la violencia e intervenir en sus asuntos.

La represión de Assad contra las protestas pro-democráticas, que emergieron hace seis meses, ha afectado las relaciones con Estados Unidos, que impuso nuevas sanciones y pidió a la comunidad internacional que ejerza más presión sobre Siria.El presidente Barack Obama asumió en el 2009 con la promesa de entablar un diálogo con Damasco y nombró a Ford como su embajador.

“Dos autos de la embajada fueron agredidos”, dijo un testigo que pidió no ser identificado y agregó que los manifestantes cantaban “Abu Hafez (padre de Hafez)”, un apodo de Assad.

Los diplomáticos estaban visitando a Hassan Abdelazim, un político de centro que ha pedido el fin de la represión como condición para un diálogo entre la oposición y el presidente.Ford ya estaba dentro del edificio cuando cerca de 200 seguidores de Assad atacaron los vehículos de la embajada con rocas y carteles que estaban en la calle con bases de concreto.

El personal de la misión que estaba dentro de los autos no resultó herido.

El Gobierno sirio dijo que una vez que recibió la noticia sobre la confrontación, las autoridades “tomaron todas las medidas necesarias para proteger al embajador y a su equipo y garantizar el regreso a su lugar de trabajo”.

No hubo comentarios inmediatos del Departamento de Estado en Washington.

Poco después del incidente, el Ministerio de Relaciones Exteriores sirio emitió un comunicado acusando a Estados Unidos de “alentar a grupos armados para que practiquen la violencia contra el Ejército árabe sirio”.

El ataque fue el segundo contra diplomáticos estadounidenses desde que irrumpieron las manifestaciones en marzo. Los partidarios de Assad atacaron la misión en julio después de que Ford visitó Hama, una ciudad clave en el movimiento de protesta.

Naciones Unidas dice que la represión siria ha dejado al menos 2.700 muertos, incluyendo más de 100 niños. Las autoridades responsabilizan a “grupos terroristas armados” por la violencia y por la muerte de 700 miembros de las fuerzas de seguridad.

Luego de meses de protestas pacíficas, ha emergido una resistencia armada, con enfrentamientos en los últimos días en la localidad de Rastan, a 180 kilómetros al norte de Damasco.

 

Desertores del Ejército apoyados por pobladores armados están resistiendo contra el fuego de tanques, pero Rastan se está quedando sin suministros, de acuerdo a activistas y residentes.La Comisión General de la Revolución Siria, un paraguas de varios grupos activistas, dijo que ataques del Ejército dejaron 41 muertos en Rastan en las últimas 72 horas, pero que la cifra es una estimación debido a que las comunicaciones con la asediada ciudad están interrumpidas.(Reporte adicional de John Irish en París y Mariam Karouny en Beirut; Editado en español por Silene Ramírez)