MARIA JOSÉ ARÉVALO GUTIÉRREZ EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO

En España residen cerca de dos millones de musulmanes, la mayoría de origen extranjero, aunque también existe una población de conversos. A pesar de la grave situación económica que experimenta el país, no ha existido reparo alguno para  indemnizar a Marruecos con cien millones de euros por la guerra del Rif librada hace noventa años.

Esta indemnización respondería al juicio de ciertas entidades civiles marroquíes, que solicitan desde hace tiempo una compensación económica para los descendientes rifeños por el supuesto empleo de armas químicas como el fosgeno y difosgeno, la clorociprina y, sobre todo, el gas mostaza, contra la población civil.

La inexistencia de informes sanitarios formales que otorgue autenticidad a ese supuesto, no han sido obstáculo alguno para que la ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, aceptara ante su homólogo marroquí, Taieb Fassi-Fihri las graves acusaciones vertidas hacia España.

Bien es sabido, que España adquiere cada año la paz con su vecino a golpe de talonario. Cualquier “malentendido” que pueda suceder entre ambos países es solucionado por el monarca español, que jamás ha dudado en desplazarse hasta Marruecos para aclarar con su “hermano” cualquier malentendido que pueda existir, tal como ocurrió en el mes de mayo, donde se renovaron las buenas relaciones.

En el viaje que realizo la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, en el mes de febrero a Hebrón, fue recibida por un grupo de manifestantes con insultos que la tacharon de antisemita y nazi. Las disculpas no tardaron en llegar y fueron transmitidas por su homólogo israelí, Avigdor Lieberman, señalando su pesar por el recibimiento que había tenido a su llegada. Los incidentes se plasmaron en el casco histórico de la ciudad palestina, en el lugar donde viven ajustados unos ochocientos israelíes. La visita de Jiménez a esta ciudad se correspondía a una visita a los proyectos de reconstrucción de viviendas palestinas que están financiadas por la Agencia Española de Cooperación Internacional. Ciertamente esta financiación no ha recibido la repercusión debida en los medios de comunicación españoles, para no causar más agitación en la población en contra del Partido Socialista Obrero Español por sus continuos “derroches”. El progresismo en las filas del partido socialista en la mayoría de los casos, en relación a la política externa, queda casi siempre en una cortina de humo, al igual que ocurrió en el caso del pueblo saharaui.

Durante esta misma visita a Israel, se reunió la jefa de la diplomacia española con el presidente israelí, Simón Peres, donde expreso “el firme deseo de España de redoblar los esfuerzos para incrementar las relaciones económicas y comerciales, tanto en el plano bilateral como en el marco de la UE”. Bien está, que manifieste la pretensión que tenga su gobierno en relación con Israel, pero de ahí a hablar por el conjunto de la UE, manifiesta una osadía impropia de un miembro de un gobierno, que está prácticamente a punto de ser rescatada económicamente por su mala gestión llevada a cabo.

Los cooperantes que ayudan a construir las viviendas en Beit Hanina, Hebrón y en el sur de Cisjordania, pertenecen a tres ONG, Acción en Red, Fundación Socialismo sin Fronteras y Pau Ara Sempre que además colabora con el Comité Israelí contra la Demolición de Casas. El presupuesto necesario para la reconstrucción de cada casa ronda alrededor de los 30.000 dólares.

El día 27 de septiembre condenaba el gobierno de España “el nuevo anuncio realizado por el Ministerio del Interior israelí de autorizar la construcción de 1100 nuevas viviendas en Jerusalén Este, en el asentamiento de Gilo. España reitera que Jerusalén Este forma parte íntegra de los territorios palestinos ocupados y que los asentamientos construidos en estos territorios ocupados son ilegales según el Derecho Internacional. La comunidad internacional ha recordado a las autoridades israelíes la necesidad de abstenerse de cualquier acción que pueda prejuzgar aquellas cuestiones que, como el estatuto de la ciudad de Jerusalén, han de formar parte de una solución acordada al conflicto.

La declaración del Cuarteto del 23 de septiembre hacía un llamamiento a las partes a que eviten la realización de actos provocativos que vaya en contra de las negociaciones. España considera que esta decisión, unida a los anteriores anuncios de nuevas construcciones en Jerusalén Este, supone un nuevo obstáculo para los esfuerzos internacionales de cara a lograr la reanudación de las negociaciones directas entre israelíes y palestinos que permitan alcanzar una paz global, justa y duradera en Oriente Medio sobre la base de la solución de dos Estados que convivan en paz y seguridad.

Para España, la mejor manera de avanzar hacia este objetivo es trabajar para un acuerdo de paz que disponga, entre otros extremos, el establecimiento de un Estado palestino sobre la base de las líneas previas a 1967 con los cambios que acuerden las partes, y con Jerusalén como capital compartida” (Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación).

La ministra de Asuntos Exteriores mantenía hoy una reunión con el Partido Popular, donde han llegado a un acuerdo común respecto a la aspiración de Palestina de ser reconocida como Estado de la ONU. Gane quien gane las elecciones generales del 20 de noviembre, los dos partidos mayoritarios han mantenido una postura compartida en torno a Palestina, con lo que un cambio de gobierno en España, tampoco supondría una opinión distinta en este asunto. La falta de coraje de tomar una decisión distinta a la que puedan tomar la mayoría de sus socios europeos viene dada por la situación económica del país, cuyos pasos en la actualidad se encuentra “intervenido” por lo que marquen países como Alemania o Francia. Tal vez el voto de España no sea dado objetivamente por esa misma razón, sino que sea arrastrado por la mayoría para no convertirse en un “blanco fácil”, en la opinión de los demás países.

La decisión de Estados Unidos de vetar la petición en el Consejo de Seguridad pueda ser debido al peligro que le supondría para el presidente estadounidense, Obama, perder el voto de la población judía residente en el país. Sin embargo la política bicéfala del presidente americano al igual que de España de reconocer a Palestina como Estado observador no miembro, es respaldada por éste si contase con la posición unánime o de amplia mayoría de los socios europeos

Según el PP precisaba que esta decisión “no implicaría un reconocimiento tácito” de Palestina como Estado, siendo cada país el que determine de forma bilateral el grado de apoyo institucional a sus autoridades. Igualmente opinaba el responsable de Política Internacional del PP, Moragas, que la diplomacia española puede desempeñar un papel de “liderazgo discreto” en este proceso para lograr resultados positivos. Surge aquí la pregunta de a que se refiere Moragas con un “liderazgo discreto”, ya que las presentes actuaciones en el proyecto de financiación para la construcción de viviendas deberían de quedar aparcado hasta que entre palestinos e israelíes no existiera acuerdo alguno sobre el futuro.

Aun así es evidente que las palabras de la ministra de Asuntos Exteriores no han dejado a nadie indiferente. Por parte de la Autoridad Nacional Palestina se le ha pedido a Jiménez que aclare lo que definió como “hogar nacional para el pueblo judío”. La falta de experiencia de obrar en estos menesteres por parte de la representante diplomática, queda más que manifiesto por la falta de matizar sus declaraciones que solo engendran inquietudes y dudas.

Exteriores ha puntualizó que al hablar de “hogar nacional del pueblo judío”, se hacía una referencia a cuando se fundó el Estado israelí en 1948.
Cualquier decisión que tome España en el aspecto tratado, es muy probable que no se ciña a su propia opinión, bien sea por parte del actual partido en el gobierno o de la oposición, ya que España ha demostrado una vez más, que es incapaz de gobernarse por sí misma, siendo una marioneta en manos de aquellos que en la actualidad gozan de una situación económica más aventajada.