EL PORVENIR
El crecimiento de hasta tres veces del volumen del comercio entre México e Israel da cuenta de las buenas relaciones establecidas entre ambos países desde la firma del Tratado de Libre Comercio en el 2000.
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Así lo dio a conocer Rodica Radian-Gordon, embajadora de Israel en México, quien ofreció la conferencia “Los retos de Israel en el siglo XXI”, en el Teatro de la Universidad de Monterrey.
Algunos de los productos mexicanos que han despertado el interés del mercado israelí, según la diplomática, son las materias primas, especialmente el acero y algunos minerales.
“Hoy en día, Israel y México mantienen una relación fuerte, diversificada y desarrollada, sostenemos un diálogo con una amplia gama de temas que nos ha permitido conocernos y acercarnos más”, expresó.
Agregó que en casi todos los ámbitos de la relación los indicadores reflejan crecimiento y avance, incluso el año pasado se realizó una modificación al Tratado relacionado con la aplicación de biotecnología en pequeñas y medianas empresas.
La representante del gobierno israelí señaló que la intención es diversificar la relación con México, en áreas como la cultura, tecnologías y maquinaria, entre otras.
“A pesar de que Israel no es un mercado grande para la exportación mexicana representa un mercado de capacidad de compra debido a su alto nivel de vida y el sólido crecimiento”, indicó.
Radian-Gordon afirmó que Israel tiene una industria de alta tecnología en muchas materias que ha compartido a través de sus tratados internacionales, una de ellas es la de seguridad, pero también agricultura, bioquímica y farmacéutica.
En materia de salud en su país, la funcionaria reveló que la esperanza de vida al nacer y los servicios médicos por millar de habitantes están por arriba del promedio establecido por la OCDE.
En tanto, el gasto en el área representa el 7.9 por ciento del PIB, cercano al 9.5 por ciento recomendado por el mismo organismo.
Respecto al tema de las relaciones con Palestina, señaló que Israel está dispuesto a retomar las negociaciones y aceptar la iniciativa de paz presentada por los mediadores de la comunidad internacional, que es la búsqueda de una solución en el marco de negociaciones directas entre ambas partes.
