ANA JEROZOLIMSKI/PORISRAEL.ORG

El israelí promedio, sin duda alguna, participa de la felicidad de la familia Shalit, al saber que en pocos días, tras casi cinco años y medio, recuperará a su hijo Guilad, secuestrado por Hamas. Pero hay también quienes ven el acuerdo firmado para lograrlo, como un gran peligro, ya que a cambio de Shalit, Israel excarcelará a 1027 terroristas, entre ellos 280 que habían sido condenados a cadena perpetua por cometer atentados con uno o más víctimas mortales.

Uno de los claros ejemplos de esta postura, son las palabras de Rami Igra (60), hoy retirado del Servicio de seguridad exterior de Israel, el Mossad, donde durante muchos años, hasta fines de los años  90, encabezó la División de Prisioneros y Desaparecidos.

Este es un resumen de la entrevista  que nos concedió.

P: ¿Qué opinión le merece el acuerdo para la liberación de Shalit?

R: El acuerdo  trae por un lado una gran alegría a la familia Shalit y a muchos israelíes que ven en el joven soldado a un niño israelí querido por todos. Pero es un acuerdo  sumamente problemático. El Primer Ministro Netanyahu   dijo que había que hallar un equilibrio entre su responsabilidad por lograr la liberación de un soldado y su responsabilidad por la seguridad de la ciudadanía israelí .Pero la decisión que tomó puede tener terribles consecuencias.

P: ¿Por posibles nuevos ataques de los presos palestinos a los que se ve a liberar?

R: Si.  Nuestra experiencia ya ha demostrado que el 50% de los terroristas puestos en libertad, vuelven a cometer atentados terroristas. Y aquí estamos excarcelando a una gran cantidad de asesinos y archi asesinos responsables de muchas muertes. A veces, de ese 50% que vuelven a  perpetrar ataques, hay quienes logran matar a decenas o centenas de personas en distintos atentados. Y si para garantizar la vida de un soldado, Guilad Shalit, pagamos luego con decenas de muertes, tendremos con ello un serio problema moral, pero no sólo moral.

P: ¿Cómo ve usted la incidencia del acuerdo sobre la posición de Hamas?

R: Con este acuerdo el Estado de Israel ha fortalecido mucho a Hamas. La única razón por la cual Hamas transó en varias cosas y firmó el acuerdo en los términos en los cuales lo hizo, fue que quería y necesitaba esta transacción para fortalecerse al ver cuánta fuerza ganó últimamente Abu Mazen a raíz de su presentación en las Naciones Unidas y de la expectativa que consiga reconocimiento total o parcial como miembro de la ONU. El fortalecimiento de Hamas es el fortalecimiento de un enemigo de Israel, de una organización que busca la destrucción de Israel. Nadie fortalece a su enemigo y a sus asesinos. Pero eso es lo que acaba de hacer Israel. Y yo me temo que esto tenga una gran importancia, significativa y estratégica, a largo plazo. Espero que no, pero puede que sí suceda.

P: ¿Y cómo cree que Hamas  aprovechará este tema?

R: Nuevamente demostramos a la otra parte que un solo soldado israelí  puede ser un arma estratégica no menos importante que una escuadrilla de F-15. La combinación de todos estos tres elementos hace que la situación sea sumamente problemática.

P: Pero frente a este análisis, está el de quienes sostienen que lo que estaba en juego era no sólo la vida de Guilad Shalit sino el principio, el valor, de la responsabilidad de salvarlo, de devolver a casa a un soldado que estaba en misión oficial por la defensa del país..

R: Yo considero que quienes esgrimen este argumento sobre este tipo de valores, no hablan en forma racional. Alegar que es valioso que comandantes sacrifiquen a sus soldados en cualquier situación, pase lo que pase, sean cuales sean las circunstancias, en aras de un valor determinado, sea cual sea ese valor, es inmoral, irracional y no existe en Israel. Yo no enviaría a mis hijos a un ejército así. Es un argumento demagógico que muestra incomprensión  respecto al verdadero valor central.

P: ¿Cuál es ese valor?

R: El cuidado de la vida humana. Y cuando se cuida la vida humana, hay que hacerlo en base a consideraciones  racionales, no emocionales. Cuando haya otra familia Fogel, como la pareja con sus tres hijos degollados en su casa hace unos meses por terroristas-y yo le aseguro que habrá- estaremos ante un terrible dilema moral. Y en ese momento, comprendemos que cometimos un error imperdonable.