EL UNIVERSAL

La Asamblea General de Naciones Unidas votó ayer en contra del embargo estadounidense hacia Cuba por vigésima vez, al condenar las sanciones impuestas a la isla y pedir que se ponga fin a una política que se remonta a la Guerra Fría.

La resolución presentada por Cuba obtuvo 186 votos a favor. Estados Unidos e Israel fueron los únicos países que se opusieron. Palau, las Islas Marshall y Micronesia se abstuvieron y Libia y Suecia no estuvieron presentes durante el voto. La Asamblea General cuenta con 193 países miembros. El organismo condena las sanciones estadounidenses contra el país caribeño desde noviembre de 1991.

El canciller cubano Bruno Rodríguez dijo durante su discurso ante la Asamblea que el voto contra el bloqueo es ya un tema tradicional, “que convoca los pronunciamientos más reiterados, con el apoyo más categórico y abrumador, y que muestra con mayor nitidez el aislamiento incómodo del país agresor y la resistencia heroica de un pueblo negado a ceder sus derechos soberanos”.

Las sanciones económicas le han costado unos 975 mil millones de dólares a la isla en los últimos 50 años, dijo el canciller. El embargo económico, comercial y financiero fue introducido a principios de los años 60, en respuesta a la expropiación de compañías estadounidenses realizada por la revolución cubana.

Rodríguez acusó a EU de persistir en su objetivo de querer derrocar el gobierno revolucionario cubano y “destruir el orden constitucional que el pueblo soberanamente defiende”. La supuesta flexibilización para otorgar ciertos viajes a Cuba no se ha impuesto de forma definitiva, indicó.

Ron Godard, diplomático estadounidense encargado de asuntos latinoamericanos ante la Asamblea General, dijo que la política económica de EU hacia Cuba es un tema bilateral que no debería debatirse en el foro de la ONU. Destacó que su país, “al igual que muchos miembros de este organismo, reafirma su compromiso a apoyar el derecho de los cubanos a determinar su futuro. El régimen cubano les ha privado de ese derecho”.