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27 de octubre 2011- La ONU, dos décadas después de la Conferencia de Paz de Madrid sobre Oriente Medio, insiste en que la superación del conflicto sólo es posible con los contactos directos entre israelíes y palestinos.

Su actual secretario general, el ex ministro de Asuntos Exteriores surcoreano Ban Ki-moon, ha incluido el proceso de paz entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina (ANP) entre las prioridades de su mandato, tanto del que está a punto de terminar como el que renueva desde el primero de enero de 2012.

“Naciones Unidas seguirá instando a las dos partes para que regresen a la negociación en interés de sus propios pueblos y sin más retrasos, y también para que negocien con seriedad alcanzar una paz global, justa y duradera, con dos Estados viviendo uno junto al otro en paz y seguridad”, subrayó Ban al presentar las prioridades de su nuevo mandato y un mensaje constante que no se cansa de repetir en todos los foros sobre el conflicto.

Dos décadas después de la histórica Conferencia de Paz de Madrid, el conflicto permanece sin que las partes hayan logrado mínimamente reconciliar posiciones, pero su escenario político global es por completo diferente, dominado ahora por la petición palestina de incorporarse a la ONU como su estado 194 y por el impulso que ha dado a la región la llamada “Primavera árabe”.

“Han pasado veinte años y hay que tener en cuenta que cada participante en este proceso tiene sus intereses nacionales y, hasta que éstos no concuerden, va a ser difícil lograr un acuerdo”, señaló a Efe un portavoz de la ONU.

Recordó que el secretario general lleva años pidiendo que “existan dos Estados: uno palestino y uno israelí”, y también para que se reanuden las negociaciones directas “porque al fin y al cabo las diferencias entre ambos bandos no se pueden decretar, sino que tienen ser resueltas mediante negociaciones y concesiones de buena fe de ambos lados. En ese sentido, queda mucho por hacer”.

“A la ONU le gustaría ver una reanudación de los contactos directos entre palestinos e israelíes, y que ambos lados hicieran las concesiones necesarias para llegar a un acuerdo, y que la comunidad internacional apoyara en su totalidad ese proceso”, dijo esa misma fuente a Efe.

La labor de la ONU, que lleva ocupándose del conflicto israelo-palestino desde abril de 1947 cuando la Asamblea General celebró su primera sesión especial, se canaliza también a través del llamado Cuarteto de Paz de Madrid para Oriente Medio, en el que también figuran Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Rusia.

Del 29 de noviembre de 1947 data la resolución 181 de la Asamblea que estableció la partición de Palestina, entonces bajo Protectorado Británico, en dos Estados, uno judío y otro árabe, y dejaba a Jerusalén bajo control internacional.

Echando la vista atrás respecto a la Conferencia de Madrid, las fuentes subrayaron que fue “clave”.

“Fue la primera vez en la historia que se logró. Era un momento coyuntural tras la primera guerra de Irak, con la que el presidente George Bush había logrado una gran coalición y parte del beneficio de esa coalición fue llevar a una misma mesa a todos los protagonistas”, dijeron a Efe las fuentes.

Ahora, con el Cuarteto como grupo que canaliza e intenta acercar posiciones, Ban “ha trabajado para intentar crear un ambiente donde se puedan lograr estas negociaciones, pero les toca decidir a los protagonistas cuándo y cómo van a hablar, y qué es lo que van a negociar”, agregaron las fuentes.

Mientras eso ocurre, el secretario general de la ONU mantiene sus propios contactos con el presidente de la ANP, Mahmud Abás, y con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu.

Preguntado ese portavoz de la ONU por si sería ahora posible dar paso a una reunión similar a la de Madrid, contestó: “todo cambia… Se tendría que ver, pero la dinámica del mundo hoy en día es muy diferente a la casi euforia que existía en aquella época tras el final de la Guerra Fría”.

Respecto a las posibilidades de zanjar ese conflicto que ya dura más de medio siglo a en un medio plazo, las fuentes indicaron que “nunca se pierde el optimismo. Al fin y al cabo, todos somos seres humanos que queremos paz y tranquilidad. Los palestinos la quieren y los israelíes también”.

El reto continua siendo para la ONU y el Cuarteto, así como palestinos e israelíes, el de “encontrar la fórmula que les permita ponerse de acuerdo en los puntos claves que hay que negociar: Fronteras, refugiados, derechos de las aguas… No se puede imponer nada, sino negociar punto por punto”, concluyeron.