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25 de octubre- Dicen que el amor lo puede todo, y una mujer en Israel se basó en esta premisa para realizar todo un cambio en su figura a fin de encontrar a su otra mitad.

Como parte de sus intentos por ser considerada un buen partido, Merav Yitzhaki (25), una muchacha judía ortodoxa de la ciudad israelí de Netania, pasó por una serie de operaciones y dietas especiales, logrando bajar 93 kilos. Ahora, con su nueva apariencia, se siente capaz de entablar una relación seria, preferentemente con un joven de la misma línea religiosa que ella.

“Siempre me sentí una chica gorda”, relató Merav al diario Yediot Ajronot. “Mis padres trataban de darme ánimos, diciendo que no era un delito tener sobrepeso, y yo prefería ignorar el hecho y comer”.

Y Merav continuó comiendo, hasta la edad de 21 años, cuando las chicas ortodoxas comienzan a pensar seriamente en casarse. Para ese momento ella había llegado a pesar 155 kilos.

“Me advirtieron que debía lucir delgada al momento de ingresar al mundo de los ‘Shidujim’ (citas matrimoniales), de manera que pudiera encontrar un chico atractivo. Pero para ese entonces me había hecho la idea que probablemente me iba a casar con un hombre gordo y no había otra”.

Pero de pronto Merav se negó a aceptar aquella situación y decidió someterse a una cirugía al estómago a fin de reducir su apetito. “Comencé a tomar las cosas de manera seria y empecé a alimentarme de manera sana. Con la ayuda de una dieta empecé a perder peso hasta que mi nutricionista me dijo que era suficiente”.

Y desde entonces, cerca de un año atrás, comenzó otra serie de tratamientos para reducir el exceso de piel producto de los años de sobrepeso. “El problema de la obesidad es extremadamente relevante en estos días dentro del círculo ortodoxo. He conocido varios pacientes que han pasado por tratamientos de reducción de peso. Merav es una chica admirable y llena de motivación, que ha sabido proceder bien”, comentó la doctora Tali Friedman, del Assia Medical Center de Tel Aviv.

Y ahora, al haber finalizado todos los tratamientos, Merav se encuentra lista para ingresar al mundo de citas y compromisos rumbo al matrimonio.

“Nunca en mi vida he tenido una cita”, comenta. “Incluso ahora que he perdido peso, no me lo han propuesto, pero sé que Dios me enviará a la persona adecuada”, comentó.

En la actualidad, se encuentra muy agradecida con D-os (“le agradezco diez veces al día”, afirma) y recientemente ha comenzado a trabajar como –créase o no- chef pastelera. “Se trata de ver pero no tocar”, bromea.