ENLACE JUDÍO

En un mundo de migrantes, la obra “Jirones de silencio” aporta un toque magistral al relato de la experiencia judía en tierras mexicanas.

Dos miradas se entremezclan en este volumen: la de los descendientes del Holocausto, enfrentados al mutismo de sus padres, que tienen que reconstruir una historia familiar a partir de hebras de conversaciones e investigaciones personales que, a veces, los llevan a cruzar océanos; y la construcción de una identidad judía en México, país por demás pródigo en sensaciones y afectos.

En la elaboración de la obra, dos mujeres: la autora, Cecilia Cung, educadora- vuelta -escritora a fuerza de dieciocho años de verter a la hoja, con lágrimas y tinta, su búsqueda personal de identidad; Silvia Cherem, escritora y periodista- vuelta- editora, quien encontró en los jirones de papel de Cecilia un texto que valía la pena y quien trabajó en él durante dos años, con la incansable energía que la caracteriza, para, hoy, lanzarlo a la luz.

La elección del lugar fue de Cung, quien, según sus propias palabras, esperó la inauguración del Museo Memoria y Tolerancia para definir la presentación de su libro, la cual tuvo como escenario la Catedral, la Torre Latinoamericana y el Hemiciclo a Juárez; y como fondo musical, la algarabía de una Alameda abarrotada, mientras el sol brillante alternaba con el aire frío (unos de los tantos contrastes de la Ciudad de México).

Hay países hospitalarios para el inmigrante: ninguno como nuestro México, que Cecilia conoció en brazos de su nana.

Los presentadores-todos inmigrantes o hijos de ellos, por cierto-escribieron verdaderas mini obras que deleitaron a los asistentes (ver nuestros videos).

Barbara Jacobs, quien trae en su bagaje genético una mezcla de judío y libanés, describió a la autora como un “apóstol” cuya misión es entregar la verdad que la vida le confió, y quien cumpliera con honores su labor de mensajera, pues supo remitir el contenido de su mo-“chila” (refiriéndose al apodo de Cecilia, “Chila”).

Paco Prieto, escritor y locutor, nos deleitó con un verdadero análisis filosófico de la otredad del Pueblo Judío.

Sara Sefchovich, quien también desciende de sobrevivientes del Holocausto, agradeció a Cung el no haberse conformado, como lo hizo ella, con silencios y comentarios estereotipados acerca del Holocausto. En especial, le agradeció el haber innovado al rescatar de las sombras de la tragedia la parte de celebraciones judías en el pueblo.

Finalmente, la autora cerró la presentación con agradecimientos y revelando a la audiencia un episodio inédito de su vida: una pesadilla recurrente que consiste en una hilera de puertas que debe cerrar todas, pero que, a medida que lo va haciendo, se vuelven a abrir. Qué mejor metáfora para una escritora, quien revela que, al escribir, la letra misma despliega infinitas posibilidades, como sendos pasillos que deben ser explorados.

Después d euna labor descomunal, al poner punto final y entregar el ser en este volumen, “Chila” cierra la última puerta y termina la pesadilla: “Jirones de silencio” está listo, latente, su testimonio para ser compartido con otros desde los estantes de las librerías.