COMUNIDAD JUDÍA DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS

La delicada cuestión del estatuto de Jerusalén fue debatida este lunes en la Corte Suprema de Estados Unidos, a partir del simple pasaporte de un niño cuyos padres querían que el documento especificara que nació en Israel.

Menachem Zivotofsky, de 9 años, se encontró en el centro del debate entre el gobierno de Barack Obama y el Congreso sobre la cuestión del reconocimiento de Jerusalén como parte o no del Estado de Israel.

El niño nació en 2002 en la ciudad santa de dos padres estadounidenses. Su pasaporte lleva las palabras “nacido en Jerusalén”, pero sus padres quieren agregar la palabra “Israel”. Sin embargo, la comunidad internacional, incluyendo Estados Unidos, no reconoce la soberanía del Estado judío sobre Jerusalén, un tema clave en las negociaciones de paz con los palestinos.

Sin embargo, una ley firmada en 2002 por el ex presidente George W. Bush ordenó al Departamento de Estado “identificar a un ciudadano nacido en Jerusalén como nacido en Israel, si lo solicita, en su pasaporte”.

El ex presidente acompañó, sin embargo, la firma de esta ley con un comunicado condenando específicamente este pasaje impuesto por el Congreso, que él describía como “una injerencia inaceptable en la facultad constitucional del presidente para conducir la política exterior”.

El abogado del gobierno, Donald Verrilli, reiteró que la Constitución daba al Ejecutivo “la facultad exclusiva de reconocimiento” diplomático y que el contenido de un pasaporte diplomático era “una expresión de reconocimiento”.

El letrado de los padres del niño, Nathan Lewin, trató de borrar el aspecto diplomático de la disputa.

“No es una cuestión de reconocimiento diplomático, es una cuestión de pasaporte”, argumentó ante los nueve jueces del más alto tribunal estadounidense. “En nuestro sistema, el Congreso aprueba las leyes y el presidente es el instrumento de la política exterior.”

La Corte no precisó cuándo dará su decisión.