EL TIEMPO.COM (fragmento)

El Parlamento israelí aprobó una polémica ley que establece multas a quienes promuevan un boicot económico, cultural o académico a las colonias judías en territorio palestino, sus residentes o sus productos.

La iniciativa recibió el apoyo de 47 diputados, frente a 38 que se opusieron. La ley, tildada de antidemócrata por numerosas ONG, impone sanciones a los grupos o individuos que “hagan un llamamiento público” al boicot al “Estado de Israel, sus instituciones o el área bajo su control”, lo que incluye los asentamientos judíos en los territorios ocupados de Jerusalén Este y Cisjordania, ilegales según el derecho y la comunidad internacional.

La mayoría de partidos de la derechista coalición del gobierno votaron a favor de la iniciativa, mpropuesta por el partido Likud, del primer ministro Benjamín Netanyahu, quien estuvo ausente durante la votación de la ley.

El diputado ultraderechista Aryeh Eldad defendió la ley como una herramienta para acabar con la “explotación en nombre de la libertad de expresión que se hace para dañar a Israel”.

El principal partido de la oposición, el Kadima (centro-derecha) de la anterior ministra de Exteriores, Tzipi Livni, se opuso al considerar que se trata de una “ley mordaza” que “daña derechos básicos”, en palabras de su diputado Shai Hermesh.

“No conozco nada que deslegitime más a Israel en el exterior que estas leyes”, dijo Ilan Gilón, de la formación de izquierda Meretz, en referencia a la batería de leyes que recortan la libertad de expresión y otros derechos civiles aprobadas por la actual coalición de Gobierno.

El asesor legal de la cámara, Eyal Yanon, había advertido previamente de que la ley “daña el núcleo de la libertad de expresión en Israel” y algunas de sus partes podrían ser “ilegales”.

Tampoco fue suficiente la carta de intelectuales israelís que enviaron a varios legisladores pidiendo su oposición a la ley porque “los asentamientos están fuera de las fronteras del Estado de Israel y, por tanto, son ilegales”.

“Todo ciudadano que rechace participar en la criminalidad fundamental de los asentamientos tiene el derecho democrático, sino la obligación democrática, de hacerlo”, dice la nota.

La principal organización pacifista del país, Shalom Ajsav (Paz Ahora) anunció que en respuesta lanzará mañana una campaña nacional para convencer a decenas de miles de personas que apoyen el boicot a los asentamientos.

El activista Uri Avnery, de la organización pacifista Gush Shalom, que promueve activamente el boicot de los asentamientos, cree que se trata de “la ley más draconiana en la historia de Israel”. “Obviamente estoy preocupado. No es una ley hueca y declarativa carente de contenido. Es una ley con sustancia que convierte la dictadura de los colonos en la base de la ley israelí”, argumenta Avnery en una entrevista publicada hoy por el diario ‘Haaretz’.