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Arabia Saudí presentará esta semana un proyecto de resolución ante la Asamblea General de la ONU para que el organismo internacional condene el intento de asesinato de su embajador en Washington, una trama descubierta por las autoridades estadounidenses y de la que se responsabiliza a Irán.

Así lo informó a Efe un portavoz de la misión de Arabia Saudí ante la ONU, quien detalló que su país presentará el proyecto de resolución esta semana y que espera que la Asamblea General lo apruebe en una votación prevista inicialmente para este viernes.

El texto pide a la comunidad internacional que deplore el intento de asesinato del diplomático saudí, Adel Al Jubeir, pero no acusa directamente a Irán de una trama desmantelada en octubre por los estadounidenses y que, además de la muerte del embajador, incluía atentados contra las delegaciones saudí e israelí en Washington.

Sí incluye un párrafo, según explicó la misma fuente, en el que se exhorta a Teherán a “cumplir con todas sus obligaciones internacionales y a cooperar con otros Estados para llevar ante la justicia a quienes participaran en el diseño, el patrocinio y la organización o planearan ejecutar el plan para matar al embajador”.

El proyecto de resolución condena además el terrorismo “en todas sus formas y manifestaciones” y condena “enérgicamente los actos de violencia contra las misiones y los representantes diplomáticos y consulares” en todo el mundo, añadió el portavoz de la delegación saudí ante la ONU.

“Es un proyecto sencillo y directo basado en anteriores resoluciones de la ONU y contamos con muchos países que lo apoyan”, explicó a Efe el portavoz saudí, quien subrayó que el objetivo de la propuesta de su país es que “la comunidad internacional deje claro que ningún acto de violencia contra cualquier país o sus ciudadanos y representantes puede quedar sin una respuesta adecuada”.

El Gobierno de EE.UU. acusó el pasado 11 de octubre a Manssor Arbabsiar, estadounidense de origen iraní, y Gholam Shakuri, iraní, de haber participado en una trama terrorista presuntamente orquestada por Irán para atentar contra las embajadas de Arabia Saudí e Israel en Washington y asesinar al embajador saudí.

Las autoridades estadounidenses aseguraron entonces que el régimen de Teherán pagó un millón y medio de dólares a Shakuri, presuntamente en libertad en Irán, y Arbabsiar, que se declaró no culpable de haber participado en la trama en octubre pasado, unas acusaciones que fueron inmediatamente rechazadas por las autoridades iraníes.

La Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA) tuvo conocimiento del complot cuando Arbabsiar se puso en contacto el pasado mayo en México con un informante de ese organismo, al que creía miembro de un cártel del narcotráfico, para pedir asistencia para asesinar al embajador saudí.

Según los documentos presentados ante la Justicia estadounidense, en aquel encuentro se acordó que Arbabsiar, con la aprobación de Shakuri, ingresaría 100.000 dólares en una cuenta bancaria en Estados Unidos como pago inicial para el intento de asesinato contra el embajador.