TRIBUNA ISRAELITA

Un singular cultivo de aceituna está abriendo alternativas de trabajo para el arraigo de más de 7,500 migrantes que han tenido que regresar a últimas fechas a la comunidad de El Olivo, Ixmiquilpan, en el Estado de Hidalgo, procedentes de los Estados Unidos.

Durante los últimos cinco años, la comunidad indígena de El Olivo, enclavada en una meseta, a 2050 metros de altura sobre el nivel del mar, ha logrado un gran avance a partir de la plantación de aceituna y sus derivados.

No obstante, necesita apoyo gubernamental para detonar la olivocultura y generar más fuentes de empleo en el cultivo, mismas que no han logrado conseguir.

Al respecto, el Presidente de la Asociación de Productores de Olivo, Marcelo Hernández Tepetate, explicó que han recorrido muchas instituciones “y nadie nos apoya, ya fuimos a Sagarpa, a Sedesol, al Gobierno estatal, pero nada, estamos buscando un empujoncito. Ya vimos que la producción de aceituna es un éxito; el año que viene habrá mucha producción”.

Por su parte, el delegado de El Olivo, John Pioquinto, señaló: “Debemos acceder a los recursos para crear microempresas, necesitamos canales adecuados para colocar nuestro producto en el mercado a un costo que beneficie directamente al productor, y que esta actividad sea rentable para las familias” y, aseguró que “haciendo lo que les toca, han iniciado la batalla; pero requieren apoyo para maximizar la producción”.

Por último los productores señalan que “cuando la gente recibe sus ganancias, queda muy motivada. Desde hace varios años estamos trabajando para cristalizar este producto- y estar a la altura del mediterráneo y de España, productores por excelencia”.

A diferencia de las instancias gubernamentales, fue la comunidad Judía la que ha impulsado la producción en este punto del Valle del Mezquital: regaló algunas plantas y ahora existen huertos familiares, plantaciones comunitarias e invernaderos donde crecen entre 10 y 20 mil plantas que ya tienen fruto.