MAY SAMRA

Felicidades a Letras Libres y su director Enrique Krauze por la victoria obtenida en la querella contra el diario La Jornada.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación falló a favor de la revista Letras Libres en el litigio que mantuvo durante siete años contra el periódico La Jornada, con el argumento de que el derecho a la libertad de expresión está por encima del derecho al honor.

El diario demandó a la revista por daño moral, tras publicar un artículo del subdirector Fernando Adalberto García Ramírez, en 2004, en el que señalaba a La Jornada como cómplice del grupo terrorista ETA.

Por cuatro votos contra uno, los ministros de la Primera Sala aprobaron el proyecto de su compañero Arturo Zaldívar, en el que estableció nuevos parámetros en materia de libertad de expresión.

En una editorial de hoy, Krauze escribe estas palabras: “En los siete años que transcurrieron desde el inicio del conflicto hasta el fallo de la Suprema Corte en favor de Letras Libres, el diario La Jornada mencionó mi nombre sólo para hacerme objeto de denuestos, descalificaciones, infundios, o para señalar (con una carga de antisemitismo que no se veía en México desde los tiempos de Salvador Borrego) el hecho de que soy judío. Me pareció lamentable, pero nunca los demandé.

A partir del 18 de noviembre pasado, tras conocer del proyecto de la sentencia elaborado por el ministro Arturo Zaldívar, La Jornada -en el mejor estilo estalinista- comenzó a acusarme en sus páginas de ser agente de todas las fuerzas antipopulares, antinacionales, antimexicanas del mundo: la Mossad, la CIA, el terrorismo cubano de Miami, etc… Con humor, un amigo me escribió que La Jornada rompió el récord Guinness de ataques a una sola persona en un mismo día. Pero en línea la cosa era más seria: algunos lectores escribieron “Muerte a los traidores”“.

En una editorial  del 12 de junio en el diario Reforma, Krauze denunció el antisemitismo de La Jornada, diciendo: “Y debo agregar con pena que, en mi caso, la libertad de que hace uso La Jornada ha llegado al extremo de insultarme repetidamente con alusiones antisemitas que no se veían en México -menos aún en órganos de izquierda- desde tiempos de los panfletos filonazis”.

Se refiere al antisemitismo patente de La Jornada. No es ninguna novedad  el hecho de que la línea editorial de La Jornada favorece el periodismo tendencioso y frecuentemente anti israelí. Entre quienes son, a menudo, atacados, está Enrique Krauze Kleinbort, en especial en la columna “Bajo la Lupa” de Alfredo Jalife Rajme, periodista de La Jornada, quien califica al historiador, ensayista y director de la prestigiada “Letras Libres” de “Torquemada censurador de la televisión mexicana, demócrata entre comillas” y , en otra columna, de “antidemócrata y filoplutócrata, distribuidor en México de las ideas aráfobas del israelí británico Bernard Lewis…”.

En una ocasión, Krauze respondió a las  críticas en su contra: “No entraré, ni ahora ni nunca, a debatir con el nutriólogo Jalife porque sus artículos no están escritos con la razón, sino con la bilis. Práctica el periodismo gástrico. Sólo haré dos apuntamientos en relación a su último ataque: 1) siempre le agradeceré que se refiera a mí por mis dos apellidos: Krauze Kleinbort. Al hacerlo, contribuye a identificarme como lo que soy:  judío por parte de padre y madre (…)”.

En cuanto al artículo de opinión de Krauze, publicado 12 de junio en Reforma, menciona una demanda de difamación presentada por La Jornada contra Letras Libres, y que trascendió hasta la Suprema Corte.

Este caso, dijo en su momento Enrique Krauze, es” de relevancia para el futuro de la libertad de expresión en México. Se trata de un conflicto entre el periódico La Jornada, dirigido por Carmen Lira, y la revista que dirijo, Letras Libres. La materia del litigio (que ha llevado más de siete años en los tribunales) es un artículo titulado “Cómplices del terror”, publicado en Letras Libres (marzo 2004) y escrito por el entonces subdirector Fernando García Ramírez. El texto denunciaba el tratamiento de La Jornada en torno a la organización terrorista ETA”.

El historiador y ensayista mexicano explicó cómo La Jornada se hizo acreedora del titulo “cómplice del terror”.

Primero, el diario fue acusado, de “manipulación informativa” por el juez español Baltazar Garzón, quien, refiriéndose a su presentación de la ETA,  expresó:” Me preocupa que presenten como paladín de la libertad y de la dignidad restaurada a una organización terrorista que tantas muertes ha causado y que tanto dolor ha llevado y lleva a muchos hogares españoles y de otras nacionalidades”.

Garzón, incluso, se dirigió a los “periodistas” de La Jornada con estas palabras:”La dignidad de una sociedad se alcanza cumpliendo la ley y no mintiéndole al pueblo como ustedes han hecho”.

En 1997, Savater también había calificado de “partidista y mendaz” el periodismo de dicho diario, llamando “absurdas vilezas” los comentarios contra los asesinados por la ETA en el mencionado reportaje.

Estos hechos, además del acuerdo de colaboración que firmara La Jornada con el diario Gara -cercano a la organización Batasuna, brazo político de la ETA- , llevó al entonces subdirector Fernando García Ramírez a escribir el articulo en cuestión.

“Considerándose agraviada por el señalamiento de complicidad con ETA, en agosto de 2004 La Jornada presentó una demanda penal por calumnia en contra de Fernando García Ramírez, y otra demanda civil por daño moral en contra de la casa editora de la revista Letras Libres”, explica Krauze.

Hoy, tras ganar el caso, Krauze propone, con galantería, “pasar la página”. Felicidades, también por eso.