BENJAMÍN LAUREANO LUNA*

Los estrategas del mundo, los especialistas en guerra secreta y los humanistas, estamos atentos ante la inesperada explosión, dada a conocer por la agencia iraní de noticias, Fars, el 28 de noviembre, en Ispahán, lugar en donde está la sede de la planta nuclear en donde Irán enriquece uranio para desarrollar su programa nuclear.

La guerra Cibernética que ya anunciamos, está en plena dinámica, pero se desenvuelve en un ambiente de gran tensión.

Hace menos de un mes hubo una explosión en la aldea Big Bidhneh, lugar en donde está la base de misiles de Irán.

Mientras que en Egipto, antes de efectuarse las elecciones legislativas, por novena vez fue incendiado el gasoducto que desde Egipto conduce gas a Israel y Jordania.

El ministro de Defensa de Irán, Ahmed Vahidi, reclamado por los deudos de las víctimas del terrorismo sufrido en la organización mutualista AMIA y en el edificio de la embajada de Israel en Buenos Aires, desesperado porque diversos países piden que se ejerza presión en contra de Irán por su programa nuclear, amenazó con lanzar 150 mil misiles en contra de Israel, si fuerzas extranjeras atacan Irán.

El régimen tiránico iraní, autorizó o toleró a la juventud estudiantil a asaltar la embajada británica en Teherán, saqueándola.

Desde las aldeas fronterizas libanesas, Aita Shaab y Rmesh, está última bajo el control de las fuerzas del terror, fueron disparados cuatro misiles Katyusha que hicieron blanco en dos edificios de Galilea Occidental, atribuyéndose el ataque la denominada “Brigada Jeque Abdullah Azzam”, vinculada a Al Qaeda, pero que se sospecha es una maniobra provocadora de Jizb Alláh, para obligar a Israel a lanzar una ofensiva sobre Líbano, para que disminuya la presión que diversos Estados ejercen en contra de Irán.

El Frente Internacional de Derechos Humanos se pronuncia, como ya lo he hecho antes, a favor de una amplia Conferencia para el Medio Oriente o, de otra suerte, la guerra cibernética conducirá a la humanidad a dolorosísimas consecuencias.

*Presidente del Frente Internacional de Derechos Humanos