AGENCIA JUDÍA DE NOTICIAS

4 de diciembre 2011-Nueva información revela que el soldado israelí, Gilad Shalit se declaró en huelga de hambre durante su periodo en cautiverio. Hamas temía por la pérdida de su “arma secreta” la cual logro el acuerdo de intercambio de prisioneros.

A pocos meses de la liberación del soldado israelí Gilad Shalit, se anunciaron nuevas revelaciones sobre su tiempo en cautiverio a manos de Hamás. Este domingo un diario israelí, Yedioth Ahronoth, reveló que el soldado secuestrado había decidido dejar de comer y llegó a un punto de desnutrición que lo puso en una situación potencialmente mortal.

Según el informe, la huelga de hambre de Shalit avanzó su proceso de su liberación ya que altos funcionarios de Hamas temían por su vida.

Una fuente de inteligencia dijo que “los de Hamas temían que las condiciones extremas en las que Shalit fue detenido significarán que iba a morir en ellos”, y por lo tanto comprometía los detalles del intercambio de prisioneros.

El informe también revela que Shalit fue herido por una metralleta durante el secuestro, y que la herida rozó sus órganos vitales. Finalmente Shalit fue sanando durante su cautiverio.

Detalles recién expuestos también revelan que la mayor parte de los captores de Shalit, no abusaron de él físicamente, y que, aparte de algunos golpes, no dejaron ningún daño duradero o permanente.

La noticia del secuestro de Shalit dio lugar a una intensa actividad en Israel en un intento por averiguar qué organizaciones estaban detrás del ataque y una gran cantidad de esfuerzos fueron invertidos en tratar de localizar el lugar donde Shalit fue detenido.

En un momento determinado Israel esperó que los esfuerzos de inteligencia dieran sus frutos. Hasta que llegó una información que afirmaba que el soldado cautivo se mantenía en una casa del norte de Gaza rodeada por una muralla.

Israel ejerció muchos esfuerzos en tratar de averiguar exactamente lo que estaba pasando en la casa y estaban incluso considerando la posibilidad de una misión de rescate.

Por suerte, se enteraron de que Irán y Hamas se “alimentaban” de la información de la inteligencia israelí: La casa estaba vacía y tenía trampas explosivas.

La terrible catástrofe se evitó, pero desde ese momento, Israel no tenía ni idea del paradero de Shalit.

El soldado fue custodiado por cuatro miembros de Hamas que fueron traídos desde el extranjero, especialmente para la misión secreta. Los agentes extranjeros no fueron reemplazados durante el cautiverio de Gilad. “Los cuatro guardias, básicamente, se condenaron a las mismas condiciones en que Gilad estaba siendo encarcelado”, señaló la fuente de la inteligencia israelí.

También se informó de que Shalit no estuvo en completa oscuridad, ya que a su celda en el sótano se le hizo un poco de luz a través de la ventanas tapiadas.

Parece que en las seis semanas desde su liberación y su regreso a Mitzpe Hila, Gilad finalmente ha podido recuperarse. La semana pasada su abuelo Zvi Shalit, dijo al primer ministro de Israel que “Gilad ha subido de peso y volvió a la normalidad”.