MAY SAMRA, EN EXCLUSIVA PARA ENLACE JUDÍO
A Elena
También puede interesarte
“She is our refugee from Lebanon” “Ella es nuestra refugiada del Líbano”: así me presentaba, en Manchester y con típico flegma británico, una prima inglesa a sus amistades, inaugurando una nueva tendencia de moda, la de adoptar a refugiados como se recoge a perros callejeros. Dichas amistades me miraban con curiosidad, preguntándose porque no mostraba alguna señal de “refugiada”, algunos números tatuados en el brazo quizás, que dieran fe de mi condición.
Las cicatrices del desarraigo no siempre son visibles. En este mundo de migrantes, hay países que escupen a su gente a base de guerras y de dolor y países que los reciben a base de amistad. Pero la tierra de nadie del refugiado, espacio de quien anhela precisamente el hogar que re-siente porque lo rechazó, puede ser un hotel de paso eterno, una especie de mareo existencial, al cual el ciudadano de ninguna parte vuelve una y otra vez a lo largo de su vida, una y otra dolorosa vez, sembrando trozos de su vida en suelos distintos y reencontrando su ser nómada en otros.
Ciudades bíblicas de refugio; tránsito ininterrumpido del proscrito; muchas vidas en ésta y otras vidas.
Otras vidas también, porque transmite su errar a nuevas generaciones, las cuales podrán abandonarlo o abandonarse a él. Hijos de refugiados que se encontrarán, sin saber por qué, vagando por la existencia , algunos aferrados a su lugar de anclaje, otros en un vaivén bohemio, no carente de sufrimiento. Y cuando el refugiado trae a cuestas un bagaje de violencia y de terror, que sólo deja entrever en algunas noches donde es demasiado el peso del seudo-olvido, puede llevar a almas sensibles por caminos atormentados.
Tomemos, por ejemplo, a los hijos del Holocausto en México. Uno de ellos, Paloma Sulkin, autora de bellísima poesía relativa al tema, dedicó varios años de su vida a la elaboración de un libro sobre cementerios. Jaime Murow, descendiente de sobrevivientes, vuelve, en una especie de obsesión genético- académica, a los lugares donde asesinaran a sus antepasados -y a otros. Arnoldo Kraus, quien salva vidas cada día, encontró en la muerte el hilo conductor de sus relatos y artículos. Y son cientos quienes vuelven al camposanto del desterrado a escarbar terribles historias de familia, empantanándose en ellas, no porque estas historias pueden perderse, sino porque el alma, que tiene necesidades, conduce sus propias peregrinaciones cuando la fecha se acerca.
Árboles que arrancan sus raíces del suelo materno para llevarlas, aún sangrientas, hacia una extraña penitencia voluntaria. Hacia el Exilio, yermo, desconocido, lugar solitario donde el alma, que fue desnudada, vulnerada, vejada, debe volver, para que se cumplan los ciclos.
Allí me encontrarás, hija, cuando de pronto, me pierdas. No vengas conmigo: es el refugio del refugiado, “nuestro refugiado del Líbano”.
2 Respuestas
No sé si cualquier otro refugiado que no sea judío adolezca de los mismos conflictos:
Las masas o individuos migran por necesidad de sobrevivir a la persecución político-religiosa, al hambre o a las inclemencias del tiempo.
El judío, en un acto de reflexión y decisión, debe migrar por gusto, no esperar a que estallen los polvorines sobre los que a veces está sentado.
Así se migra o MUDA dignamente sin exponerse a señalamientos.
¿Nos ha hecho falta olfato o nos sobra confianza? ¡Nos tapamos un ojo!
A NINGÚN SER HUMANO SE LE DEBIERA MOVER A HUIR DE SU TIERRA NATAL, ESTO CONSTITUIRÁ PARA LA ETERNIDAD UNA DE LAS VERGÜENZAS DE LA RAZA HUMANA.
Excelente como siempre sus artículos. Jamás tuve que enfrentarme a la situación que se enfrenta un judío y por lo tanto me solidariso con Uds.por tanta ignorancia, odio y maldad.
Si me permite agregarle algo, sería una “pizca” de optimismo a éste bello artículo.
Odio y temor
Un cartel difundido en Europa central revela una profunda aversión, una hostilidad de la que cada día más naciones se hacen eco. Su mensaje ponzoñoso, un ataque directo contra los extranjeros, dice:
“Constituyen un absceso repugnante y doloroso en el cuerpo de nuestra nación. Un grupo étnico sin cultura, moral ni ideales religiosos, una turbamulta nómada que no sabe dedicarse a otra cosa que a la rapiña y al hurto. Zarrapastrosos, piojosos, viven en la calle y en las estaciones de ferrocarril. ¡A ver si empaquetan sus sucios andrajos y se largan de una vez!”.
A la mayoría de los refugiados, claro está, nada les gustaría más que ‘largarse de una vez’. Extrañan el hogar. Su corazón añora la vida pacífica y normal con la familia y los amigos, pero no tienen adónde ir.
Millones que nadie desea
Aunque hablan de respeto a las leyes de asilo, las naciones están consternadas por la enorme cantidad de refugiados. La situación es similar a la del antiguo Egipto. Cuando Jacob y los suyos quisieron refugiarse en aquel país para eludir los estragos de siete años de hambre, se les dio la bienvenida. El Faraón les cedió “lo mejor de la tierra” para que moraran allí. (Génesis 47:1-6.)
No obstante, con el transcurso del tiempo los israelitas se multiplicaron, “de modo que el país llegó a estar lleno de ellos”. Ante aquello, los egipcios reaccionaron con hostilidad, pero “cuanto más los oprimían [a los hebreos], tanto más se multiplicaban y tanto más seguían extendiéndose, de modo que los egipcios sintieron un pavor morboso como resultado de los hijos de Israel”. (Éxodo 1:7, 12.)
Del mismo modo, las naciones de nuestro tiempo sienten “un pavor morboso” por el aumento continuo de refugiados. Su preocupación primordial es de carácter económico. Resulta muy costoso alimentar, vestir, alojar y proteger a millones de refugiados. Entre 1984 y 1993, el presupuesto anual del ACNUR se elevó de 444 millones a 1.300 millones de dólares. La mayor parte de este dinero procede de las naciones más acaudaladas, algunas de las cuales se debaten en medio de sus propios problemas económicos. Los países donantes presentan la queja:
‘Se nos presiona mucho para que ayudemos a los desamparados de nuestras calles. ¿Cómo podemos responsabilizarnos de los desamparados de todo el planeta, sobre todo si lo más probable es que la situación empeore, no que mejore?’.
El sufrimiento de los refugiados
Sadako Ogata, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Refugiados comentó hace más de una década:
¬¬ “¿Sabían ustedes que centenares de miles de niños refugiados se van a la cama hambrientos cada noche? ¿O que sólo un niño refugiado de cada ocho va al colegio? La mayoría de estos niños nunca ha ido al cine, ni al parque, ni mucho menos a un museo. Muchos de ellos crecen detrás de una alambrada, o en campos aislados. Nunca han visto una vaca o un perro. Demasiados niños refugiados creen que la hierba es para comer, y no para jugar o correr. Los niños refugiados son la parte más triste de mi trabajo.”—
Las Escrituran revelan que Dios se interesa en quienes han sido arrancados de su hogar y su familia. A diferencia de los gobiernos del mundo, él tiene el poder y la sabiduría que se necesitan para resolver los complejos problemas que afronta la humanidad. Los solucionará mediante su Reino, el gobierno celestial que pronto tomará el control de los asuntos de la Tierra.
El Reino de Dios reemplazará a los gobiernos humanos. En vez de que haya muchos gobiernos en la Tierra, como sucede ahora, habrá uno solo, que gobernará todo el planeta. La Biblia predice:
“El Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos”. (Daniel 2:44.)
Este texto del libro profético de Daniel es el corolario de la marcha de potencias mundiales a través de la historia. (desde la dinastía babilónica, hasta nuestros días)
De una montaña, una piedra cortada, no por manos humanas y dando de lleno en la base de la imagen colosal, del capítulo 2 de Daniel, llenando toda la tierra.
En otras palabras: gobiernos humanos reemplazados por una Teocracia mundial. ¿No es eso lo que el mundo necesita? ¿Acaso, los que tenemos un país, estamos libres de la discriminación y el odio racial? Le puedo asegurar que no..!!!!
Por lo tanto, las escrituras muestran con claridad que los humanos (mal que nos pese) nunca lograremos por nuestros medios solucionar los conflictos humanos. A veces nos sentimos cerca de poder lograrlo, pero por extraño que parezca todo se derrumba de un día para el otro. Esto ha sido así desde siempre.
Tal vez usted conoce la oración modelo que la Biblia contiene. Está en Mateo 6:9-13, y dice en parte: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra”.
Oración que la cristiandad ha menospreciado por siglos con sus actos de infidelidad vergonzosos. Estableciendo su “propio reino” en la tierra junto a los gobiernos, adulterando las aguas de la verdad con aguas amargas como “ajenjo”. “Cristiandad” que no se ha comportado como cristianos, por no haber enseñado a miles de millones de habitantes de la tierra lo que enseñan las escrituras.
En conformidad con esta oración, el Reino de Dios pronto ‘vendrá’ a realizar el propósito de Dios para la Tierra.
Bajo el dominio amoroso del Reino de Dios, habrá paz y seguridad universales. Nunca más volverán a existir odios y contiendas entre los pueblos y naciones del mundo. (Salmo 46:9.) Jamás volverá a haber millones de refugiados que huyan para salvar su vida o languidezcan en campamentos.
La Palabra de Dios promete que el Rey del Reino de Dios, “librará al pobre que clama por ayuda, también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador. Le tendrá lástima al de condición humilde y al pobre, y las almas de los pobres salvará. De la opresión y de la violencia les redimirá el alma, y la sangre de ellos será preciosa a sus ojos”. (Salmo 72:12-14.)
Éstas palabras nunca se hicieron realidad de manera global. El Israel antiguo tuvo épocas de prosperidad donde éstas palabras del Salmo se cumplieron de manera parcial en la nación y no duraron para siempre. Por lo tanto la promesa a Abrahán era para bendecir a todas las naciones de la tierra (Gén 22: 16-18), no solamente a Israel, de hecho sí elige a ésta nación para bendecir al resto de la humanidad y proporcionar un Mesías que nos libre de la opresión, la enfermedad y hasta la misma muerte.
De seguro en ese tiempo ya nadie presentará a un judío como Ud. menciona al comienzo del artículo:
“She is our refugee from Lebanon” “Ella es nuestra refugiada del Líbano”: porque en realidad la gente será ciudadana del mundo.
Las escrituras no se equivocan cuando dice del Dios de los hebreos:
La Roca, perfecta es su actividad, porque todos sus caminos son justicia. Dios de fidelidad, con quien no hay injusticia; justo y recto es él. (Deuteronomio 32:4)
La verdadera justicia y rectitud, indicarían que Dios no permitiera más cuerpos mutilados y en los vivos “almas tatuadas”, de lo contrario Dios se parecería mucho a los humanos, en permitir por tantos años, tanta ignominia. Eso para el Dios verdadero es imposible.
Y digo el Dios verdadero, porque “no” en el nombre del Dios de Israel se han cometido y se cometen las más grandes atrocidades. Las escrituras son claras al exponer lo que él piensa sobre la situación del mundo actual, y cómo serán reemplazadas tantas injusticias.
Las víctimas del holocausto, y todas las víctimas del mundo necesitan una respuesta de Dios. De seguro pronto él actuará para disgusto de muchos, pero para felicidad eterna de otros….!!!!!
Que él nos halle justos en ese día, para que ningún humano en la tierra tenga qué peregrinar con el “alma tatuada”.
20 El propósito es que andes en el camino de los buenos y que guardes las sendas de los justos. 21 Porque los rectos son los que residirán en la tierra, y los exentos de culpa son los que quedarán en ella. 22 En cuanto a los inicuos, serán cortados de la mismísima tierra; y en cuanto a los traicioneros, serán arrancados de ella. (Proverbios 2:20-22)
Con afecto: Oscar Peralta