PAUL EIDELBERG/INFOPUBLICO

La OLP fue fundada en 1964, tres años antes de la Guerra de los Seis Días de Junio del 1967, cuando Israel recuperó posesión de Judea y Samaria, a las que Jordania llamó “Cisjordania” para borrar la historia Judía. Durante los diecinueve años que Jordania gobierno en Judea y Samaria (1948-1967), no se escucho ni una palabra sobre un “Pueblo Palestino.” De hecho, los árabes comenzaron a llegar a esta área en grandes números sólo luego de la Guerra de Seis Días, cuando esta tierra completamente desolada llegó a ser administrada por Israel.

Ahora recordemos mis reuniones con Shimon Peres y sus concejales. ¿Qué evito que ellos revelaran la ficción de un pueblo palestino y su derecho facticio a la autodeterminación o condición de estado? Seguramente el Profesor Harkabi, experto en cultura Árabe de Peres, conocía acerca del inminente historiador Árabe-Americano Philip Hitti quien en 1946, describió el punto de vista común Árabe: “No existe Palestina en la historia, en lo absoluto.” Palestina nunca fue “percibida como una clara entidad que mereciera autodeterminación nacional sino como parte integral de una orden regional Árabe unificada….”  Ninguna nación Árabe cimento sus raíces en esta tierra y jamás fue hecho un reclamo nacional de la misma por ningún grupo nacional aparte de los judíos. Es por eso que la Declaración de Balfour y el Mandato de la Liga de las Naciones, habiendo afirmado que la tierra es el Hogar Nacional de los Judíos, les responsabilizó de garantizar los derechos civiles y religiosos de otros habitantes. No se hizo mención de ningún derecho nacional de otros habitantes, quizá porque se reconoció que el único reclamo nacional por el área fue el del pueblo judío.

Pero esto confirma lo que indiqué al inicio de este libro, que la Organización de Liberación Palestina es un engaño árabe. Aquí de nuevo este ingenuo politólogo Americano posa la provocativa pregunta: “¿Por qué no delató el gobierno de Israel este engaño—lo cual pudo haberse hecho antes de que la OLP fuese dada estatus de observadora en la Asamblea General de la ONU en 1975?” Una cosa es que la ONU sirva de cubierta para los estafadores; pero ¿por qué se abstuvieron los legisladores de Israel de exponer un engaño que ponía en peligro la existencia de su país? ¿Por qué no combatieron esta mentira con la simple verdad: la OLP no es más que una colección de grupos terroristas provenientes de diversas partes del Medio Oriente y del norte de África? Déjenme disipar este ambiente político nocivo.

Yasser Arafat, el notorio presidente de la OLP y padrino del terrorismo internacional, era un egipcio. Hasta su muerte en el 2004, Arafat también fungió como presidente de la Autoridad Palestina (AP). Fue sucedido por su segundo-en-comando, Mahmoud Abbas (también conocido como Abu Mazen). Abbas estuvo implicado en la masacre de Múnich, cuando fueron tomados como rehenes 11 miembros del equipo olímpico Israelí durante la Olimpiada de verano del 1972, siendo eventualmente asesinados por la organización Septiembre Negro, guardián de seguridad personal de Arafat. Abbas también estuvo implicado en la masacre Ma’alot del 15 de Mayo de 1974, en la cual 22 estudiantes de educación media de Safed, entre las edades de 14–16 años, fueron asesinados. Por último y más recientemente, cuando los disturbios musulmanes surgieron en Jerusalén durante la fiesta anual de Sucot en octubre del 2009 (la Fiesta de los Tabernáculos), durante una entrevista de televisión Yemenita, Abbas prácticamente hizo un llamado a otra intifada.

Así como Arafat había sido engalanado como un “moderado” para justificar las negociaciones Israelíes con ese terrorista, así se utilizó el mismo guión con Abbas (incluso cuando engrandeció a los bombarderos suicidas). Recuerden mi reunión con concejal político del Sr. Peres, Asher Ben-Natan. Decir “no podemos mentir tan bien como hacen los árabes” implica que la elite política de Israel es bastante capaz de engañar al público. Shimon Peres no sólo ha etiquetado a Abbas de “moderado”, sino también a Benjamin Netanyahu, ya que al convertirse en Primer Ministro de Israel luego del 10 de febrero del 2009, expresó un ardiente deseo de ¡negociar con ese “moderado”!

Así como la OLP, como antes mencionado, es un consorcio de grupos terroristas provenientes de distintas partes del medio oriente y del norte de África, el así llamado pueblo palestino consiste de un agregado de clanes y tribus árabes de estos lugares distantes. Una forma de identificar a estos árabes es por sus apellidos, los cuales se refieren a su lugar de origen: Masri (Egipcios), Mugrabi (Marroquí), Ajami (Perso), Haurani (Sirio), Halabi (Alepo), Kurdi (Kurdi) y muchos más. Los muy diversos orígenes de estos “Palestinos” involucran rivalidades familiares, de tribus y sectarias. Estos datos rara vez son conocidos.

Comúnmente se les refiere a los palestinos como los habitantes árabes de “Cisjordania”—la interpretación fabricada de “Judea” y “Samaria,” ambos nombres judíos. Estos árabes son descritos como una minoría oprimida en busca de autodeterminación nacional. No sólo la mayoría de estos Árabes llevan pasaportes Jordanos, pero sus hermanos, los ciudadanos “Palestinos” de Jordania, componen una gran mayoría de la población Jordana. También se debe mencionar a los “Palestinos” que son ciudadanos de Israel. A estos añadamos los “Palestinos” en el Líbano y Siria. Lejos de ser una minoría oprimida, estos así llamados palestinos son parte de la Nación Árabe, de la mayoría Suni-Árabe-Musulmana que alguna vez ha intentado oprimir a las minorías no-Musulmanas y non-Árabes del Medio Oriente.

¿Quién habla en nombre de estos “Palestinos” imitadores? Hasta el Acuerdo de Oslo de 1993, lo hacía la OLP. Ese acuerdo produjo la Autoridad Palestina, la AP, cuya madre, la OLP no reformada, tiene una larga historia de terrorismo, de secuestrar aeronaves civiles, secuestros, tráfico de drogas y asesinato a sangre fría, incluso de dos diplomáticos americanos en Jartum.

La más poderosa facción de la AP es al-Fatah, fundada en 1959. Fatah en sí atravesó fisión, más recientemente con el surgimiento de Tanzim y la Brigada de los Mártires de al-Aqsa. También compitiendo en el liderazgo de la AP se halla el Frente Democrático por la Liberación de Palestina (FDLP), una facción vinculada a Siria. A esta confusión sume la izquierdista Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General (FPLP-CG) con sede en Damasco. Otra facción es el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), responsable del asesinato del Ministro de Turismo de Israel Rehavam Zeevi el 17 de noviembre del 2001.

También se debe enfatizar que ninguno de estos, ni otros grupos terroristas, pudiesen existir sin apoyo estatal. Varios países en vía de desarrollo proporcionan espacio para el entrenamiento de terroristas, como lo hizo Afganistán para Al-Qaeda. Estos grupos no sobrevivirían si no fuese por el apoyo de Las Naciones Unidas, además de la política contemporizadora y suicida del occidente, incluyendo a los Estados Unidos, que ha proporcionado fondos a los palestinos. Por supuesto, la ignorancia occidental sobre estos árabes también ayuda a perpetuar su existencia. Pero es insólito que el gobierno de Los Estados Unidos, una superpotencia, se haya doblegado ante los matones de la OLP dirigidos por Fatah.

Pero ¿qué tal el gobierno de Israel? Bien sabía que la versión de 1966 de los estatutos de la OLP hacía un llamado a la destrucción de Israel. El documento se puede resumir como sigue:

● Principios: (1) Palestina es parte del mundo Árabe, los palestinos son parte de la nación Árabe y su lucha es parte de la lucha de la nación Árabe. (2) La lucha Palestina es parte integral de la lucha mundial contra el sionismo, colonialismo y el imperialismo internacional.

● Metas: (1) La completa liberación de Palestina y la eliminación económica, política, militar y cultural del sionismo. (2) El establecimiento de un estado independiente y democrático en toda Palestina con Jerusalén como capital.

● Método: (1) La lucha militar es el único método para liberar a Palestina. (2) Esta lucha no estará completa hasta que el estado sionista sea destruido y Palestina será liberada en su totalidad.

La versión del Estatuto de 1989 fue matizada para facilitar el reconocimiento de la OLP por parte de Israel. La misma hace un llamado por la “sustitución” de Israel de forma pacífica. Más significativo que los documentos oficiales creados para consumo internacional es la interminable propaganda en los medios de Palestina pidiendo la destrucción de Israel. Aun cuando el líder de la AP Mahmoud Abbas ensalzó a bombarderos suicidas como “mártires,” los primeros ministros de Israel le etiquetaron de “moderado.” Su astucia no perdió el ritmo cuando Abbas seleccionó como sucesor a Muhammad Ghaneim, fundador de Fatah que rechazó los Acuerdos de Oslo de 1993 por considerarles ¡demasiado moderados!

Seguramente sería realista asumir que la aniquilación de Israel aún es parte de la agenda de Autoridad Palestina dirigida por Fatah, especialmente en vista del hecho de que los niños árabes son educados para odiar a los judíos y emular a bombarderos suicidas—amando la muerte más que la vida.

 

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