AGENCIA JUDÍA DE NOTICIAS

La vocero del Departamento de Estado americano, Victoria Nuland, dijo que “gritar desde los techos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no va a cambiar la situación en el suelo”. También destacó que Estados Unidos no reconoce la legitimidad de los asentamientos israelíes, pero no cree que declaraciones en el Consejo de Seguridad sean el modo de hacer que las partes vuelvan a la mesa.

El Departamento de Estado americano dijo ayer que las críticas sobre Israel lanzadas por miembros europeos del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas no ayudan a reiniciar las negociaciones de paz israelí-palestinas.

“Gritar desde los techos del Consejo de Seguridad no cambiará la situación en el suelo, que es que estas partes deben volver a la mesa y establecer ciertos temas juntos, y ese es el modo en el que vamos tener una paz estable y duradera”, dijo la vocera del departamento.

También destacó que Estados Unidos no reconoce la legitimidad de los asentamientos israelíes, pero no cree que declaraciones en el Consejo de Seguridad sean el modo de hacer que las partes vuelvan a la mesa.

El martes, representantes de Gran Bretaña, Francia, Alemania y Portugal dijeron que una actualización del asistente del secretario general de asuntos políticos de la ONU, Oscar Fernández-Taranco, había dejado en claro al consejo de 15 naciones que la actividad israelí en los asentamientos minimizaba los intentos por reiniciar el proceso de paz.

Una declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores no mencionaba a los asentamientos pero dijo que “interferir con los asuntos domésticos de Israel, incluyendo temas que deben ser resueltos dentro del marco de las negociaciones directas, no fortalece el estado que los miembros desean tener”.

Las negociaciones de paz mediadas por los negociadores del Cuarteto de Medio Oriente – Estados Unidos, Rusia, Naciones Unidas y Unión Europea – colapsó hace un año por la negativa de Israel de suspender la construcción en los asentamientos. Los palestinos se han rehusado a volver a ellas a menos de que Israel pare las construcciones.

Israel dice que las negociaciones volverán sin precondiciones y que la mayor parte de las construcciones se llevan a cabo en áreas con las que pretende quedarse en cualquier acuerdo futuro.