Gracias a D-os que los judíos contamos con Israel; de otra manera, nuestras celebraciones, como ha sucedido en la historia, estarían marcadas con miedo y persecución: veamos lo que sucede con los cristianos en países donde el islam tiene fuerte presencia.

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24 de diciembre 2011- Creyentes de Irak, Filipinas, Nigeria o Egipto viven estas fiestas bajo amenaza. Celebran el nacimiento de Jesús en la clandestinidad.

Los coptos de Egipto, marginados desde siempre, son ahora perseguidos y masacrados. Bajo la prohibición de adornar y reformar sus templos, los coptos viven el nacimiento de Jesús casi desde la clandestinidad. El año pasado seis miembros de esta iglesia cristiana fueron asesinados a la salida de la misa de Navidad, en la provincia de Qena, acusados de raptar a una joven que quería convertirse al islam. Pocos días después, en fin de año, Alejandría ardió al detonar una bomba en la iglesia copta de Al Qiddissin dejando 24 muertos.

En Filipinas, una bomba explotó la mañana del 25 de diciembre durante la misa navideña que se estaba celebrando en un capilla en la región autónoma del Mindanao musulmán. La explosión del artefacto, lanzado sobre el tejado de la capilla del Sagrado Corazón provocó once heridos, entre ellos un sacerdote.

En Nigeria, las persecuciones a los cristianos son el pan de cada día. Este otoño ha sido especialmente violento, en un solo fin de semana murieron 150 personas en asaltos a iglesias. El acoso, una vez más, se recrudece en Navidad. La milicia islamista Boko Haram aterroriza a la población cristiana del norte del gigantesco país de casi 167 millones de habitantes. Liderados por el caudillo religioso Mohammed Yusuf, fueron los responsables de la muerte el pasado diciembre de al menos 86 cristianos en varios ataques simultáneos. La matanza de Navidad comenzó en la Nochebuena con el asalto a dos iglesias cristianas en los alrededores de la capital del Estado de Borno, murieron asesinadas seis personas, entre las cuales estaba el pastor Bulus Marwa. La violencia continuó con una serie de atentados contra objetivos cristianos en las cercanías de Jos, capital del Estado de Plateau, el “muro divisorio” entre las dos Nigerias, los muertos y heridos se contaron por cientos, por primera vez se utilizaron bombas.

“Es la primera vez en mi vida que no celebro la misa de Navidad con la gente.”, afirmó el arzobispo de Jos, Ignatius Kaigama, que habló de una “progresión inquietante” de la violencia y afirmó “ha sido un ataque al corazón de la cristiandad precisamente en los días de Navidad, una fiesta sagrada para la comunidad”.

En Irak, en diciembre del año pasado explotaron catorce bombas en casas de cristianos de Bagdad. Tras el sangriento asalto a la catedral sirocatólica, el 31 de octubre, que provocó más de 50 muertos, Al Qaeda había anunciado que todos los cristianos se habían convertido en objetivos y así fue.